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MARINA GARCÉS: “EL CONTROL SOCIAL SERÁ UNO DE LOS GRANDES GANADORES DE LA PANDEMIA” – comcosur al d ía 2245 – 15.04.2020

COMCOSUR AL DÍA / AÑO 21 / Nº 2245 / miércoles 15.04.2020 – Hoy:

1) Marina Garcés: “El control social será uno de los grandes ganadores de la pandemia”
2) Ecuador en un escenario de “no retorno” /Kintto Lucas
3) El Rol Imperial de la Organización Mundial de la Salud en la era digital /Silvio Amodei
4) Uruguay: Conversos – Keynes en versión del gobierno /Samuel Blixen
5) Uruguay: Carta abierta a los poderes públicos y nuestro pueblo: Urgen medidas para afrontar la pandemia del coronavirus desde una perspectiva del derecho a la vivienda adecuada /Fucvam
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“Siempre he partido de una idea elemental: la de que la verdad no necesita ser justificada por la adecuación a un objetivo superior. La verdad es la verdad y nada más. Debe ser servida, no servir.”
Eugenia Ginzburg / “El vértigo”.
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1) MARINA GARCÉS: “EL CONTROL SOCIAL SERÁ UNO DE LOS GRANDES GANADORES DE LA PANDEMIA”

Insurgente.org /05.04.2020

La filósofa Marina Garcés cree que con la crisis del coronavirus saldrán reforzados los populismos y los movimientos clasistas y excluyentes. Reflexionemos con ella sobre la huella que dejará la alerta sanitaria en nuestra sociedad.

Marina Garcés es doctora en Filosofía y profesora de la Universidad Abierta de Cataluña. Cree que ahora estamos asistiendo, al mismo tiempo, a dos realidades contradictorias: redes de apoyo mutuo y policías de balcón. Ante esto, considera que si gana el miedo y la sospecha entre vecinos, habremos dado un paso más hacia una sociedad autoritaria. Señala también que uno de los grandes beneficiados de esta pandemia será el control social, justificado por una mayor seguridad para la ciudadanía ante los peligros externos.

¿Cree que la crisis de la Covidien-19 ha mostrado la fragilidad del sistema?

Lo que nos muestra de manera muy cruda la crisis de la Covidien-19 es que el capitalismo global, que parece un sistema muy poderoso, se basa en grandes capas de precariedad económica, social, material, sanitaria… Es una precariedad individual y estructural, porque también afecta el estado en que se encuentran los servicios de atención pública en diferentes países del mundo. Es un sistema basado en la actividad y el crecimiento, pero cuando tiene una patología no puede detenerse, cuidarse ni cuidar de las vidas que cotidianamente expolia y explota. Tampoco las de aquellos que ha dejado al margen, como las personas mayores. Más que la fragilidad del sistema, lo que nos muestra es la desigualdad y la violencia social sobre la que funciona nuestra normalidad.

¿La alerta sanitaria ha puesto de manifiesto la vulnerabilidad humana?

A mí me sorprende que haya tanta gente repitiendo esta frase, desde filósofos hasta el Antonio Banderas. Me pregunto qué vidas tenían y qué realidades conocen quienes lo afirman. ¿No tienen personas mayores dependientes en sus familias? ¿No conviven con personas discapacitadas o con trastornos mentales? ¿No conocen la realidad altamente vulnerable de muchos barrios y territorios de nuestras ciudades? ¿No sufren el impacto de los cánceres y otras patologías debidos a factores ambientales y sociales? La vulnerabilidad y la interdependencia ya estaban, cada día, como realidad cotidiana para la mayoría. ¿Qué nos impedía verlas y pensarnos desde ellas?

Seres sociales como los humanos, ¿podemos vivir en esta situación de confinamiento mucho tiempo?

Los humanos nos adaptamos a todo si tenemos miedo, y hemos vivido cosas mucho peores. Guerras, asedios, cierres masivos. Hay sectores de la población mundial que las sufren cada día, desde campos de refugiados, desde los países en guerra, guetos, colectivos encarcelados… y la historia nos da también ejemplos constantes. La sociabilidad confinada no es ninguna novedad. Lo que lo es, es su dimensión global y generalizada y el hecho de que afecte aquellos que normalmente tenemos más derecho y acceso a la movilidad.

Durante los últimos días, hemos visto que se han creado muchos movimientos de cooperación colectiva entre vecinos.

Pero, por otra parte, ¿este distanciamiento social podría hacer que nos volviéramos más individualistas?

Estamos viendo las dos cosas: redes de apoyo mutuo y policías de balcón. Vecinos que ayudan y vecinos que se delatan. Las actuales condiciones de vida sacan lo mejor y lo peor que podemos llegar a ser. No sólo hay que cuidar, pues, de cada uno de nosotros y de la salud de los nuestros. Pienso que es muy importante que cuidemos el ambiente general en el que estamos viviendo esta experiencia, las representaciones que damos, los imaginarios que saldrán del hecho de haber sido confinados. Si gana el miedo y la sospecha entre vecinos, habremos dado un paso más hacia una sociedad autoritaria.

Si gana el miedo y la sospecha entre vecinos, habremos dado un paso más hacia una sociedad autoritaria

Y los niños, ¿cómo los puede afectar el confinamiento? ¿Cómo volverán a la normalidad?

Lo diré claramente: no entiendo que puedan salir los perros pero no los niños. Entiendo que los padres y madres son los primeros interesados en su cuidado y, por tanto, no exponerlos a riesgos innecesarios. Pienso que el confinamiento sobre los niños es demasiado drástico, teniendo en cuenta que será largo y que muchos niños y niñas viven en infraviviendas, en lugares oscuros y muy estrechos, sin acceso a recursos culturales ni siquiera a un rayo de sol. Me alegro de que haya voces cuestionando esta situación, que puede tener un impacto emocional y físico sobre muchos de ellos. Los hay que están viviendo unas pequeñas «vacaciones» con sus padres… Los hay que están metidos en verdaderos infiernos. ¿Cómo se reencontrarán? Pienso que antes hay que preguntarse cómo hacer de la experiencia del confinamiento una experiencia compartida ya desde ahora.

¿Cree que saldrán reforzados los gobiernos populistas, que cierran fronteras y predican la idea de ‘primero los de casa’?

Yo, por desgracia, pienso que sí saldrán reforzados los populismos y también las respuestas clasistas y excluyentes de todo tipo. Esta crisis se añade a las anteriores, como la terrorista y económica, y en las posteriores, como la climática. Son crisis que van debilitando el tejido social y alejando los grupos humanos y las clases sociales en su relación con las expectativas y los futuros compartidos. Ante esta crisis de los futuros compartidos, es fácil que cada uno se proteja detrás de sus privilegios y perciba los demás como una amenaza.

No basta, pues, un plan de choque social para paliar los daños de esta crisis, sino un trabajo crítico que nos ayude a percibir colectivamente como hemos llegado hasta aquí y cómo queremos salir como sociedad.

Saldrán reforzados los populismos y también las respuestas clasistas y excluyentes de todo tipo

¿Cree que tendremos confianza en las instituciones para protegernos o ya no confiaremos?

Esto debe ir por países, pero me parece que a nuestro la confianza en las instituciones siempre ha sido relativa, lo que no me parece mal, porque no siempre estamos en las mejores manos. También depende de qué llamamos instituciones. Una cosa son los servicios públicos como la sanidad y la educación, la asistencia social… que, en general están bien valorados, y son muy apreciados por el conjunto de la sociedad, excepto para aquellos que no los necesitan y se ocupan de menospreciar -los. Otra cosa son lo que llamamos instituciones políticas y que ya hace tiempo que muestran su insuficiencia a la hora de dar respuestas a la altura de los problemas de nuestro tiempo.

¿Puede que esta crisis haga aumentar el control social sobre la población? ¿Puede que llegamos a normalizar determinadas formas de control social con «la excusa» del virus?

Sí, pienso que el control social será uno de los grandes ganadores de esta pandemia. Si a cambio de una geolocalización, o de un QR o de los datos que sean nos dejan volver a salir de casa, ¿quién no estaría dispuesto, a cederlas? La libertad de movimientos, aunque sea de movimientos vigilados, está en nuestra percepción más valorada que muchas otras libertades.

Los controles telemáticos del teléfono, por ejemplo, de las movilidades, con la excusa de la seguridad frente a las enfermedades, ¿hasta extremos peligrosos?

Ya hace tiempo que estamos regalando datos sin control. Cuesta mucho saber cómo y cuándo lo hacemos, porque no es directamente perceptible. Al revés. Pasa a través de dispositivos y aplicaciones de uso individual, que parecen multiplicar nuestra independencia, nuestras comunicaciones, nuestros mundos privados. Incluso nuestros secretos. Pero lo que hacen es contribuir a privatizar nuestras experiencias comunes y su rendimiento económico, político e ideológico… en manos de unos cuantos.

El confinamiento no es igual para todos y esta crisis ha hecho aflorar también la diferencia de clases

El clasismo del confinamiento me parece una realidad sangrante. Lo dije en un programa de televisión y recibí todo tipo de insultos, como si estuviera negando que el virus puede matar gente influyente o de clases altas. Claro que lo puede hacer y lo hace. Pero hablamos del confinamiento, de la gestión de la crisis, de las consecuencias laborales y sociales, de los metros cuadrados de la habitación de la reina Letizia o de las de sus súbditos… hablamos de quien tiene que salir a realizar determinados trabajos de limpieza y de cuidados, por ejemplo. Hablamos de los autónomos más precarios, hablamos de los pequeños negocios, hablamos de la cultura que parece muy glamurosa pero hace años que acumula deudas y precariedad… Hablamos de migrantes que se han quedado en la frontera o con los trámites a medio camino… Hablamos de todo esto. Me pregunto qué pasará,

El valor de la vida es luchar cada día y son las personas anónimas más castigadas que no han dejado de hacerlo nunca

¿Qué mundo podemos imaginar más allá de un mundo apocalíptico?

Los relatos apocalípticos son ideológicos, estén en manos de la religión, de la política o de los medios de comunicación. Quien pueda poner un punto final a nuestras existencias es que está ejerciendo su poder. Por lo tanto, los relatos apocalípticos deben ser desenmascarados y contestados: a quien le interesan? Quién sale beneficiado? Para contestarles, pero, no hay que autoengañarse y decir que ahora sí que con esta crisis aprenderemos el verdadero valor de la vida. Si fuera así, ya la habríamos aprendido en guerras o crisis anteriores. El valor de la vida es luchar cada día, y son las personas anónimas más castigadas que no han dejado de hacerlo nunca.

¿Cómo podremos recuperarnos como individuos y como sociedad de todo esto?

Recuperarnos es seguir viviendo sin reproducir lo que nos ha llevado hasta aquí. ¿Cómo lo sabremos? ¿O queremos olvidar de golpe todo lo que hemos sufrido? No debemos dramatizar, pero tampoco olvidar. Si no, no habremos aprendido nada
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Fuentes: Elia Pons /catalunyaplural.ca /Insurgente.org
COMCOSUR AL DÍA / AÑO 21 / Nº 2245 / miércoles 15.04.2020
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2) ECUADOR EN UN ESCENARIO DE “NO RETORNO”

Por Kintto Lucas

Ecuador ha llegado a un punto de quiebre, casi de no retorno. La situación, en lugar de mejorar, cada día es peor. Hay una incapacidad de gestión en todos los niveles del gobierno nacional. Cada paso que da a nivel sanitario, económico, organizativo empeora la situación.

Muertos en las calles y en las casas, hospitales abarrotados y con falta de personal, desorganización y descoordinación entre quienes supuestamente están encargados de dirigir el combate a la pandemia, un Comité de Operaciones de Emergencia (COE) Nacional inoperante.

A eso se suman denuncias de corrupción en la adquisición de insumos para la pandemia, cadenas nacionales que parecen parte de campañas electorales, declaraciones del presidente y ministros que parecen burlas a la población en un momento tan difícil.

Estamos llegando a un escenario de no retorno. Muy grave, que puede ser irreparable. La ineptitud y la negligencia del gobierno ya llevaron al caos sanitario e institucional. Ahora están llevando al país a una catástrofe sin precedentes en las últimas décadas.

Si en el gobierno hubiese un mínimo de sensibilidad, renunciarían presidente, vicepresidente y todos los ministros porque en este momento es como si no existiesen. Hoy realidad del Ecuador es peor que si no existe ningún gobierno.

Si los gobiernos provinciales, alcaldías, comunidades indígenas y campesinas se organizaran bien y asumieran un autogobierno, posiblemente sería más organizado, menos inepto y más solidario que esta acefalía gubernamental.

La única solución es que todo el gobierno renuncie. Que se vaya. Que se busque un acuerdo nacional de salida y se instale un gobierno de reparación para afrontar la pandemia por medio año, no más. Y luego de superada la emergencia se llame a elecciones.

Lamentablemente hoy hacen falta militares como Carlo Magno Andrade, Miguel Iturralde, Rodríguez Lara o Paco Moncayo. Sin embargo, un gobierno de unidad nacional sin duda debería integrar a los militares que siguen teniendo una postura nacionalista, digna, contraria a la del actual Ministro de Defensa.

Por las dudas, no estoy pidiendo ni llamando a un golpe de estado. Estoy analizando una realidad que ya es insostenible que puede ir a un escenario de no retorno. Por lo tanto el gobierno debería ser sensible, aunque sea su única y última sensibilidad, y dar un paso al costado. Si no hay una gran actitud de desprendimiento, mañana se puede lamentar profundamente. Mucho más de lo que ya estamos lamentando. Mucho más triste. En fin…

Kintto Lucas (Ecuador)
COMCOSUR AL DÍA / AÑO 21 / Nº 2245 / miércoles 15.04.2020
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3) EL ROL IMPERIAL DE LA ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD EN LA ERA DIGITAL

Por Silvio Amodei, 12 de abril 2020

Lo que parece ser no necesariamente es aquello que la realidad demuestra en los hechos. Trataré de plasmar algunas de las situaciones que a mi entender comienzan a delinearse en esta fase actual de la “pandemia” Covid-19.
Se asevera a través de los medios, que de ésta pandemia tenemos que “salir todos juntos”, ya que a todos nos golpea por igual. ¿Es verdadera ésta afirmación? Partamos de algunos datos que hoy por hoy vienen publicados desde los organismos internacionales, en algunos casos ellos mismos, los autores de la gran campaña de marketing terrorista y de desinformación publicitaria global.

Dice la OIT y lo reporta Página 12 el 8 de abril 2020: (…)”la destrucción de los puestos de trabajo será superior a la crisis financiera del 2008-2009” (…) más adelante agregan “(…) se calculan 195 millones de puestos de trabajo que se perderán” (…) “Guy Ryder Director General de la OIT afirma: “Ya no se trata de una crisis sanitaria, sino también de una importante crisis económica y del mercado laboral que está teniendo un enorme impacto en las personas “.

Sin duda los miles de afectados por el Coronavirus son una cifra importante y lamentable; es también cierto que aún no sabemos cuáles son las cifras exactas de los fallecidos por causa del Covid19 o de los fallecidos con Covid-9. La campaña de miedo y de terror en un primer momento se ha centrado en los afectados y las pérdidas humanas. Es a partir de estos momentos que comenzamos a pensar en las consecuencias sobre la economía y como ella nos afectará. No todos serán afectados de la misma manera. Las pérdidas de empleo, el aumento de la desocupación golpeara en forma mayor a todos aquellos que viven de su trabajo, sobre todo a los continentes donde ya la pobreza, indigencia y exclusión social es mayor, África, parte de Asia y América latina.

Dice Kristalina Georgeiva directora gerente del FMI:” Ahora proyectamos que más de 170 países experimentaran un crecimiento negativo del ingreso per cápita”. Ambos organismos internacionales FMI y OIT sin tapujos y explícitamente nos advierten que aumentara la pobreza y los pobres e indigentes y que fundamentalmente los continentes mayormente explotados históricamente serán llamados a sostener y pagar el mayor costo económico y social.

Nada nuevo bajo el sol, solamente que en el reacomodo del capitalismo global se acentuaran más las diferencias sociales y económicas, por ende los conflictos sociales entre pobres y ricos y como consecuencia de ellos, será necesario un mayor control social y un aumento de la represión. Para controlar a los nuevos y viejos pobres es necesario vigilarlos a través de App, cámaras de seguridad, celulares etc. Además es imprescindible ”llenarnos” de miedo hacia el “otro“ (nuestro vecino, hermano o compañero de estudio o trabajo, etc.) el cual a través de este ensayo global digital ha sido colocado a una prudente “distancia social”.

Tanto en lo económico, como con su correlato ideológico las grandes corporaciones globales digitales son la que de esta crisis llamada Covid-19 salen no solo reforzadas económicamente sino que a través de los tecnócratas de las organismos internacionales se han colocado y/o reforzado como los nuevos oligarcas mundiales. Por ende los gobiernos nacionales solo tendrán el mero rol de gestores de sus comarcas y de los súbditos modernos. Nada decidirán los gobernantes, solamente cumplirán meras funciones de gestoría y enlaces con las grandes corporaciones y organismos mundiales.

A partir de esta crisis global la OMS ha lanzado una fuerte campaña de marketing sobre el Covid-19. Han determinado que es necesaria la cuarentena y el distanciamiento social. La sanidad a distancia es el nuevo caballito de batalla de la era digital. La OMS cuya sede central se encuentra en Ginebra – Suiza (segundo país con mayor tasa de Coronavirus después de EEUU teniendo en cuenta la cantidad de habitantes) es financiada por los gobiernos y por donaciones de privados. No es difícil entonces suponer, que tanto las corporaciones farmacéuticas y laboratorios multinacionales sean los grandes financiadores de la OMS (1). Poca transparencia e independencia puede tener por lo tanto la OMS para ser la garante de la salud mundial. La cadena SER en la Web informa; “La financiación privada condiciona las decisiones de la OMS” según denuncia el Dr. G. Velázquez quien trabajó 20 años en la OMS. Por otro lado el Presidente Trump manifestó que la OMS, (…) “parece estar muy sesgada hacia China” y por tanto le recortaría su financiación. A buen entendedor pocas palabras bastan.

Por otra parte las App salen hoy muy fuertemente al mercado global. Actualmente el 65% de las App están dirigidas al área de la salud, dieta y ejercicios. Su uso permite un acceso rápido a la información, y en el caso de la salud es posible convertirlas además en termómetros, electrocardiógrafo, glucómetro etc
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Las App dirigidas tanto a médicos como a los pacientes tienen una enorme importancia para las casas farmacéuticas y laboratorios a nivel global. Tanto en el sistema de salud pública cómo en el privado, el médico utiliza la computadora para incorporar los datos y las informaciones de cada paciente. Con la utilización de las App es posible la medicina a distancia. Ello permite reducir las consultas además de bajar la hospitalización y a su vez tendremos un mayor control del paciente-usuario. Por otro lado para llevar adelante esto es necesario la colaboración del médico, el cual recibirá en tiempo más rápido todas las novedades que la industria del medicamento o de los insumos médicos le envía a través la App.

El mayor control sobre el paciente (donde va, con quien va, su estado de salud, sus deseos, etc.) y el control sobre el médico, nos muestra cómo todos vamos siendo llevados en tiempo real a ser consumidores controladores y controlados al mismo tiempo. Las App serán productoras de contenidos y portadoras de publicidad tanto hacia el paciente como hacia el médico. Toda la información es mercancía segmentada, información de alto valor tanto para laboratorios, industria del medicamento, aseguradoras, insumos médicos, industria de la alimentación, industria del bienestar, etc. Actualmente y según datos que se encuentran disponibles en la Web, las App sobre salud son cerca de 97000, el 70 % corresponden a bienestar y deportes, mientras que el 30% restantes son para médicos y pacientes. Es probable que estas últimas aumenten su uso en el próximo período.

El rol de la OMS y de sus tecnócratas en esta crisis ha sido central en las políticas sanitarias que los gobiernos han adoptado para enfrentarla. Se ha brindado información sesgada e incompleta. En ningún momento hemos visto una información precisa sobre la cantidad de habitantes por km cuadrado y la cantidad de personas contagiadas, desconocemos globalmente si los fallecidos son por o con Coronavirus.

La digitalización en la sanidad, transporte, enseñanza, bancos, etc. ha llegado para quedarse.

La velocidad de la digitalización no debe ser subvalorada, su rapidez, su capacidad de modificación es continua y posee una mayor velocidad que nuestra capacidad de respuesta.

Una nueva era de manipulación está llegando, renovándose en forma permanente, independientemente de nuestra voluntad u oposición. Quedamos sorprendidos, debemos eso sí, pensar en colectivo y comenzar a ponernos nuevos problemas y sus posibles soluciones. Esta nueva fase del capitalismo imperial, y el uso de la tecnología digital tienden a tener en el hoy un rol hegemónico y totalitario.

La enseñanza es otro banco de prueba de la digitalización, sin dudas la brecha que se creara entre el excluido (fundamentalmente los pobres, quienes no lograran acceder a la enseñanza) y el integrado (quien podrá ir a escuelas y universidades privadas) generara un aumento de la exclusión social. ¿Estamos en condiciones de juntarnos quienes vendemos nuestra fuerza de trabajo ya sea física o intelectual para analizar hacia dónde vamos como comunidad mundial o continuaremos aceptando que el miedo y el terror impuesto por esta nueva oligarquía mundial sea la condición a la que nos veremos sometidos en el siglo XXI?

Nota:
(1) Según información de Diario El país de Uruguay, sábado 11 abril 2020 “La OMS ha fijado para el bienio 2020-21 un presupuesto de 5840 millones de dólares (…)” Más adelante agrega: “Buena parte de ese presupuesto (4883 millones de dólares) proviene de contribuciones voluntarias y solo 956.9 millones proceden de los estados miembros, de los que aproximadamente una octava parte (115.76millones) serán sufragados por EEUU, aproximadamente el doble que su rival China.”

Silvio Amodei (Uruguay)
COMCOSUR AL DÍA / AÑO 21 / Nº 2245 / miércoles 15.04.2020
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4) URUGUAY: CONVERSOS – KEYNES EN VERSIÓN DEL GOBIERNO

Por Samuel Blixen /Correspondencia de prensa /Brecha, 09.04.2020

Cambia, todo cambia: las concepciones del inglés John M Keynes que daban a la intervención del Estado un papel protagónico en la economía socavaron el laissez faire, laissez passer de Gournay, Adam Smith y David Ricardo –caballeros, el mundo anda por sí solo– y sustituyeron el liberalismo clásico impuesto a las colonias por las cañoneras de los imperios europeos. A su tiempo, la Escuela de Chicago pulverizó la concepción de política fiscal keynesiana (particularmente oportuna en la Gran Depresión, tras la crisis de 1929) sacrificada en el altar mayor del libre mercado; y los chicago boys se encargaron de imponer el neoliberalismo privatizador a punta de bayonetas, especialmente en América Latina. Globalizado en corporaciones sin patria, enmascarado en las sociedades anónimas y oculto en la maraña financiera mundial, el libre mercado parecía imbatible… hasta que apareció el coronavirus.

Todo quedó trastocado, incluso las creencias inamovibles e incuestionables heredadas desde la cuna: el último vástago (político, claro) del sector neoliberador y privatizador mayoritario del Partido Nacional (PN) se volvió keynesiano, aunque usted no lo crea. “No somos ortodoxos. Recuerdo, acá, que la ministra (de Economía) cita a uno de sus autores preferidos, que es Keynes; a muchos les llama la atención, pero yo lo aprendí a valorar un poco escuchando a Azucena.

El mundo ha demostrado que ser ortodoxos no es buena cosa. Sin perder los principios y sin perder la libertad como faro principal, vamos a usar todas las herramientas para prender la llave del país de vuelta.”

Aunque ciertos conversos (como los judíos en la España de los reyes católicos) llevan a cuestas el estigma de la duda, la confesión del presidente, Luis Lacalle, fue saludada fervorosamente: la emergencia del coronavirus trasciende posturas y preconceptos; su flexibilidad ideológica se ubicó en el podio junto a la solidaridad como un bien intangible del gobierno. Qué lejos quedan las críticas al asistencialismo; qué bien que viene dar un paso atrás cuando el gobierno se apronta a echar mano del dinero –“todo lo que se necesite, que ahí va a estar”–, según dijo la ministra, para la cruzada contra el virus.

Una mirada más atenta dibuja ciertas fronteras al inesperado keynesianismo gubernamental y revela que, como dijo el presidente, aprendió a valorarlo, pero sólo un poco. La intervención estatal parecía inevitable ante el desolador panorama que cierra las fronteras y los mercados, barre con los empleos y multiplica la pobreza y la indigencia. Aunque la ayuda estatal, vale la pena aclararlo, nunca fue totalmente desechada por los gobiernos liberales –al menos cuando se producían crisis empresariales, particularmente, financieras–, en la actual coyuntura el protagonismo oficial se abre en abanico con un sentido, en principio, igualitario. Se articula un Fondo Coronavirus, que se propone distribuir gratuitamente canastas de alimentos, otorgar subsidios a los indigentes y extender préstamos blandos a los más necesitados. Se echará mano de los dineros de las empresas estatales y, eventualmente, se acudirá a los préstamos internacionales. Se impuso, por ley, una curiosa forma de contribución solidaria, que rebaja de forma provisoria los salarios más abultados del funcionariado público y las jubilaciones más altas, y se flexibilizaron y ampliaron los beneficios del seguro de desempleo; también el seguro por enfermedad, que en el caso del personal de la salud –pero sólo para ellos– cubre el cien por ciento. Y, finalmente, se redujeron los encajes bancarios en moneda nacional y unidades indexadas.

Todo eso se hizo o se pretende hacer. Es una manera muy particular de aplicar a Keynes, porque en realidad el economista inglés proponía, como expresión fundamental de la intervención del Estado, un aumento del gasto público por la vía de inversiones estatales en grandes obras para fomentar el empleo, aunque ello implique –vaya pecado– aumentar el déficit fiscal.

Pero igual de significativa es la lista de lo que no se quiso hacer: no se suspendió la aplicación de los aumentos para las tarifas públicas; no se aceptó la propuesta de la central sindical de otorgar una renta mínima transitoria (16.300 pesos) (1) a unos 200 mil hogares que viven una situación crítica; no se aceptó la propuesta de extender la “solidaridad obligatoria” a los salarios más abultados del sector privado; no se aceptó la propuesta de aumentar los impuestos a la renta y a la riqueza; no se aceptó la propuesta de eliminar las exenciones impositivas, que, en su conjunto, trepan a más de 400 millones de dólares anuales. Ni siquiera se consideró la propuesta lanzada por Gonzalo Ramírez, un columnista del diario El País, de imponer un empréstito forzoso al capital exportador y financiero. Proviniendo de El País, la idea aporta una vía de escape: por más forzoso que sea, el empréstito será devuelto, de modo que la contribución no sería muy dolorosa.

La reticencia del gobierno a involucrar a la riqueza y al gran capital en la “solidaridad compulsiva” revela las limitaciones del keynesianismo versión Lacalle y el sentido de la justicia social que pregona la ministra Arbeleche. No deja de ser sintomático que dicha reticencia tuvo su contraparte en la reducción de los encajes bancarios, es decir, la posibilidad de los bancos de recuperar parte de los depósitos obligatorios en el Bcu (Banco Central del Uruguay) como garantía. Se ha estimado que la medida implica una inyección de más de 200 millones de dólares, que supuestamente los bancos privados destinarán a “estimular el crédito y la liquidez en el mercado financiero para contribuir a minimizar los impactos de la crisis sanitaria”. Pero alguien podrá preguntarse: con una reducción tan drástica de la actividad económica y del consumo en particular, ¿a quién le prestarán dinero los bancos, a no ser a aquellos que ya tienen dinero? La medida, que fue “sugerida” por la Asociación de Bancos Privados del Uruguay, permitió, en momentos de crisis, que las instituciones privadas rescataran parte del capital bloqueado.

Pero lo más interesante es que la negativa a tocar al gran capital recibió el explícito apoyo de la dirección del Frente Amplio (FA). La delegación que se entrevistó con el presidente Lacalle el martes 31 de marzo dejó claro el apoyo a todas las medidas, reivindicó una especie de “oposición galante”, llena de buenas maneras, y, explícitamente, en boca del presidente, Javier Miranda, descartó la idea de aplicar impuestos al gran capital y a la riqueza. La actuación de Miranda en la entrevista con el gobierno recibió críticas de otros dirigentes del FA; algunos lo criticaron porque no coinciden con las buenas maneras y otros, porque no fueron incluidos en la delegación.

Nota
1) Equivalente a U$S 310. (Redacción Correspondencia de Prensa)

Samuel Blixen /Brecha /Correspondencia de prensa
COMCOSUR AL DÍA / AÑO 21 / Nº 2245 / miércoles 15.04.2020
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5) URUGUAY: CARTA ABIERTA A LOS PODERES PÚBLICOS Y NUESTRO PUEBLO: URGEN MEDIDAS PARA AFRONTAR LA PANDEMIA DEL CORONAVIRUS DESDE UNA PERSPECTIVA DEL DERECHO A LA VIVIENDA ADECUADA

Dirección Nacional de Fucvam /Montevideo, abril de 2020

Al Poder Judicial del país y a los Poderes Judiciales locales en sus respectivas atribuciones
Al Gobierno Nacional e Intendencias Departamentales
Al Ministerio de Vivienda
A la Comisión de Vivienda de ambas Cámaras parlamentarias
A los organismos operadores municipales y estatales de agua potable y saneamiento
A las Instituciones Bancarias y
Al sector privado en general

Las organizaciones firmantes vemos como una prioridad que las autoridades del Gobierno Nacional tengan una perspectiva del derecho humano a la vivienda adecuada para atender la presente contingencia por la pandemia del Covid-19. Esta situación impactará de manera significativa a distintos sectores de la población, pero sobre todo a las personas que sufrirán despidos, a personas trabajadoras informales o en situación precaria, y a quienes verán reducido su salario.

También afectará de manera significativa a las personas que viven en espacios inadecuados o en asentamientos en condiciones precarias o no reconocidos, con servicios carentes o en la calle. Si bien no puede señalarse responsabilidad de las autoridades por el surgimiento de esta crisis que afecta a los cinco continentes, estas sí son responsables de sus acciones y omisiones al momento de definir las medidas para responder al creciente número de casos confirmados. Garantizar el derecho a la vivienda de todas las personas es fundamental para el ejercicio de otros derechos. En el presente contexto, puede ser un factor de gran importancia para impedir daños irreparables a la salud y a la vida de las personas. De la misma manera es fundamental garantizar políticas sociales adecuadas que enfrenten la crisis.

Por lo anterior, exigimos que se adopten a la brevedad las medidas pertinentes para cumplir con los siguientes cuatro objetivos prioritarios.

1. Suspender desalojos en todo el territorio nacional y velar que ningún privado aproveche la emergencia para llevarlos a cabo a través de presiones indebidas.

El desarrollo de la pandemia obliga a que las personas se resguarden en sus hogares para evitar contagiar a otros y/o contagiarse a sí mismas. En este contexto, la realización de desalojos implica un gran riesgo sanitario que pudiera agravar el escenario. Del mismo modo, la contingencia implicará una disminución en los ingresos de miles de personas y, por lo tanto, su capacidad para realizar pagos a tiempo. Frente a este escenario, los Poderes Judiciales que aún no lo han hecho deben suspender todas las diligencias de desalojo con el fin de evitar aumentar el número de personas en las calles.

Asimismo, el Gobierno debe garantizar que tampoco se realicen desalojos extrajudiciales, instruyendo a los cuerpos de policía a no participar en ningún tipo de diligencia de esta índole e intervenir ante reportes de desalojos realizados durante esta contingencia. Estas medidas no deben ser interpretadas en el sentido de dejar de realizar todas aquellas diligencias en materia de órdenes de protección o restricción emitidas para asistir a mujeres víctimas de violencia y desalojar sus agresores del domicilio.

2. Decretar suspensión en el pago de las rentas de inmuebles usados para viviendas o pequeños negocios familiares, de los suministros básicos, y de los préstamos o créditos hipotecarios para los hogares que pierdan o reduzcan significativamente sus ingresos.

Las afectaciones económicas por la contingencia pudiesen llevar a muchas personas a no estar en condiciones de pagar los alquileres de sus viviendas e incluso de los inmuebles usados para negocios familiares, así como en su caso, realizar el pago de préstamos y créditos hipotecarios sobre sus viviendas y/o negocios. En este sentido, como se ha hecho en otros países como Canadá, debe reconocerse la necesidad de poderse suspender o en su caso reducir el pago de los alquileres, priorizando y facilitando el acuerdo entre las partes. Esta suspensión de pagos deberá mantenerse hasta superar la crisis sanitaria.

También, al igual que en otras jurisdicciones del mundo (como Estados Unidos, España e Italia), debe declararse la moratoria al pago de préstamos o créditos hipotecarios, paralizando el cobro de deudas e intereses durante la contingencia a personas, familias y negocios pequeños. Bajo esta lógica, es importante que el Ministerio de Vivienda y el BHU adopte medidas similares con el mismo objetivo y así evitar que personas trabajadoras pierdan los beneficios de los que ya sean titulares Lo mismo debe realizarse frente a préstamos y créditos hipotecarios de instituciones bancarias privadas. El Gobierno, deben adoptar esta situación como una crisis de vivienda y, por lo tanto, disponer de los recursos necesarios de emergencia para ayudar a la población más vulnerable de desalojo. De manera análoga, debieran reaccionar a nivel local los gobiernos y organismos públicos de vivienda. Para estas finalidades, deben adoptarse las medidas presupuestales y fiscales para lograr estos objetivos.

3. Otorgar con urgencia alternativas de vivienda para quien no tenga dónde resguardarse, así como ofrecer alternativas a los servicios carentes y alimentos a los grupos en mayor riesgo.

Durante la contingencia, muchas personas no tendrán donde resguardarse por vivir en la calle o haber sido recientemente desalojadas. Otras, como la población migrante, estará viviendo en estaciones migratorias, refugios para migrantes y solicitantes de asilo que no siempre garantizan las medidas básicas de higiene y la posibilidad de distanciamiento social. Similar ocurre con la población que habita en cárceles.

También habrá una gran cantidad de mujeres y menores que se verán obligados(as) a permanecer con su agresor por falta de lugar alternativo para resguardarse.

Frente a ello, las autoridades deben otorgar alternativas de vivienda y/o refugios temporales suficientes, toda vez que este tipo de medidas forma parte del derecho a la vivienda adecuada y parte de la política de vivienda reconocida por Uruguay. Debe garantizarse a todos esos sectores mencionados espacios en los que puedan pasar la contingencia en condiciones dignas, salubres, con acceso al agua potable y con todos los cuidados necesarios para que no se vuelvan centros de contagio. Esto incluye, además, adoptar medidas específicas de cuidado y prevención para aquellas personas en situación de calle que no se acercan a los refugios. También habrá que asegurar el acceso al agua potable de calidad y otros servicios básicos a los sectores carenciados así como alimentos.

4. Suspender cortes de servicios domésticos de agua y saneamiento, así como establecer medidas urgentes de salubridad e higiene en asentamientos del país en condiciones precarias o no reconocidos.

Dirección Nacional de Fucvam Montevideo, abril de 2020

Adhesiones de organizaciones:
PIT- CNT
FEUU
ONAJPU
Confederación Uruguaya de Entidades Cooperativas, Cudecoop
Federacion de Cooperativas de Produccion del Uruguay
Federación Covipro
Comisión Derecho a la Ciudad / Plaza Uno – Ciudad Vieja
Coordinadora Nacional de Asentamientos
Redes – Amigos de la Tierra Uruguay
IAT Integración Plural
Paro Internacional de Mujeres, Lesbianas, Travestis, Trans y No-binaries Uruguay
Ceaal
Asociación Civil Rebeldía Organizada
Colectivo Estilistas Independientes
Masoterapeutas

Dirección Nacional de Fucvam
COMCOSUR AL DÍA / AÑO 21 / Nº 2245 / miércoles 15.04.2020
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“La izquierda no puede pensar sólo en ganar elecciones. Necesita tener como meta fundamental organizar al pueblo, y recuperar la hegemonía de las ideas de la clase obrera en la sociedad. Recuperar los valores humanistas y socialistas, y practicarlos, como la solidaridad, la defensa de la justicia social y la igualdad entre todos los seres humanos.”
Joao Pedro Stedile – MST (Brasil)
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COMCOSUR AL DÍA ES UNA PRODUCCIÓN DE COMCOSUR / COMUNICACIÓN PARTICIPATIVA DESDE EL CONO SUR / Desde el 19 de Junio de 1994 / Coordinación: Carlos Casares / Apoyo técnico: Carlos Dárdano.
Colaboran:
Carlos Iaquinandi Castro /Redacción de SERPAL.
Luis E. Sabini Fernández /Revista Futuros
Sergio Ferrari (en colaboración con swissinfo.ch)
Kintto Lucas (Ecuador)
Gustavo González – Jorge Marrero – José Antonio Rocca – Jorge Zabalza
Con noticias de:
Sudestada, periodismo y transparencia (Uruguay)
DIRECCIÓN POSTAL: Proyectada 17 metros 5192 E (Parque Rivera) 11400 MONTEVIDEO/URUGUAY / Comcosur se mantiene con el trabajo voluntario de sus integrantes y no cuenta con ningún tipo de apoyo económico externo, institucional o personal / Las opiniones vertidas en las distintas notas que integran este boletín no reflejan necesariamente la posición que podría tener Comcosur sobre los temas en cuestión / Comcosur integra la Asociación Mundial de Radios Comunitarias (AMARC)/
Blog: nuevo.comcosur.org
Contacto: comcosur@comcosur.com.uy
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