1) Afganistán: el epílogo de la “guerra contra el terrorismo” /Claudia Cinatti
2) Uruguay: La sentencia que mandó a la cárcel al torturador Enrique Uyterhoeven /Georgina Mayo
3) Uruguay: Ruido y nueces del TLC de la seda /José Antonio Rocca
4) Uruguay. MIEM: acuerdo con Multicanal “es el camino justo”, porque licitación de frecuencias en 2019 fue “apresurada”
5) Triunfo internacional de centrales sindicales y redes sociales /Sergio Ferrari
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VEO VEO – Propuestas y comentarios de Henry Flores – Hoy:
I. Día internacional de la música en Sala Zitarroza
II. Cine nacional en la Sala Lazaroff
III. Festival en el Mercado Modelo
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COMCOSUR INFORMA AÑO 27 – No. 2020 – 01.10.21
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1) AFGANISTÁN: EL EPÍLOGO DE LA “GUERRA CONTRA EL TERRORISMO”
Claudia Cinatti /La Izquierda Diario, 22.08.2021
Debacle. Catástrofe. Colapso. “Momento Saigón” de Joe Biden. Los términos utilizados para definir la humillante retirada de Estados Unidos de Afganistán hablan por sí mismos de la dimensión del acontecimiento. La derrota no es solo norteamericana sino del conjunto de la OTAN, que acompañó con recursos humanos y financieros la aventura militar. Los efectos estratégicos de la segunda derrota militar de Estados Unidos a manos de un enemigo infinitamente más débil se verán en el próximo período.
La “guerra contra el terrorismo”
El retiro caótico de Afganistán es la primera crisis de magnitud de la presidencia de Joe Biden, que venía gozando de una luna de miel relativamente más prolongada gracias a haber capitalizado el “antitrumpismo” y sobre todo a sus medidas “populistas” para sostener la recuperación económica y el consumo.
Biden había asegurado, hace poco más de un mes en una conferencia de prensa, que nunca iban a repetirse imágenes similares a las del retiro de Saigón. Y que el triunfo de los talibán era literalmente imposible. Según las fuentes de inteligencia citadas por el presidente, Estados Unidos tenía una ventana de un año y medio de plazo entre el retiro de los 2.500 soldados que aún permanecían en Afganistán y la caída de Kabul. El error de cálculo no podría haber sido más grosero.
Los talibán tomaron el control del país con un “blitz” de solo diez días, más por defección del ejército y el gobierno afgano que por su capacidad de combate. Desde entonces el presidente Biden está en modo control de daños. Sin la coerción militar, está echando mano de las sanciones económicas, como el bloqueo del acceso a las cuentas del gobierno afgano en la Reserva Federal o la retención de fondos del FMI para negociar con los talibán. Quedan aún miles de norteamericanos y personal de otros países de la OTAN para evacuar, sin hablar de la masa de afganos que han colaborado con la ocupación militar desesperados por huir de los talibán sabiendo que serán muy pocos los que lo logren.
Es verdad que Biden no es el único padre de la derrota, pero es quien deberá asumirla. La “guerra contra el terrorismo” fue una creación de George W. Bush y el ala neoconservadora de su administración, que se propuso superar con una estrategia militarista y unilateral la declinación hegemónica norteamericana, justificada con los atentados terroristas contra las Torres Gemelas del 11 de septiembre de 2001.
El experimento neoconservador del “cambio de régimen” se puso en marcha primero en la guerra en Afganistán, y luego con la invasión y ocupación de Irak y el derrocamiento de Saddam Hussein, una “guerra de elección” basada en la mentira de las armas de destrucción masiva. Pronto demostró que era una trampa estratégica que ponía a Estados Unidos frente al dilema de escalar su presencia militar para sostener a los regímenes títeres de la ocupación, o retirarse dejando vía libre a la reorganización de fuerzas hostiles a los intereses norteamericanos.
En sentido histórico, el final ya estaba escrito. En el manual de estrategia militar, guerras y ocupaciones neocoloniales como la de Afganistán e Irak pertenecen a la especie de “guerras inganables”.
Barack Obama asumió prometiendo poner fin a estas guerras, pero terminó aumentando la presencia militar en Afganistán (bajo su mandato llegaron a haber 100.000 soldados norteamericanos), a la que consideraba la “guerra buena”. Escenificó la cacería de Bin Laden que murió acribillado por fuerzas de elite en un modesto complejo en las afueras de Abbottabad (Paquistán) en 2011. Y se hizo famoso por la extensión del uso de drones y por haber ampliado la intervención militar disfrazada de “intervención humanitaria” a otros países del Medio Oriente como Libia. También bajo su presidencia se vio obligado a combatir al Estado Islámico en Irak y Siria, un producto directo de la intervención norteamericana en Irak. Fue el iniciador del “pivote” hacia el Asia Pacífico para contener a China.
Bajo la consigna de “America First” Donald Trump inició las negociaciones con los talibán en Doha, Qatar, a las que ni siquiera fue invitado el gobierno afgano. Contra la política “internacionalista” de los neocon, Trump volvió a la doctrina de la intervención solo en caso de que esté en juego estrictamente el interés nacional imperialista, que en los hechos significaba acelerar la retirada de Estados Unidos de Afganistán y privilegiar las alianzas con Israel y Arabia Saudita en Medio Oriente, para concentrarse en la preparación para el conflicto entre grandes potencias, en particular con China y Rusia, que pasó a ser la prioridad de la estrategia de seguridad nacional. Con ese mismo objetivo, el presidente Biden puso fecha límite de la presencia norteamericana en Afganistán el 20 aniversario del 11S.
El balance en cifras es catastrófico. En total, sostener la guerra y los 20 años de ocupación militar de Afganistán le costó a Estados Unidos unos 2 billones de dólares. Según el Pentágono, en ese lapso combatieron unos 775.000 soldados norteamericanos de los cuales murieron 2.448 y otros 20.600 resultaron heridos. A las bajas se suman unos 4.000 contratistas privados y 1.144 soldados de otros países de la OTAN. La peor parte se la llevaron los afganos, con unos 60.000 muertos entre fuerzas armadas y de seguridad y unos 47.245 civiles según estimaciones conservadoras, que son los “daños colaterales” de los bombardeos imperialistas.
Realineamientos geopolíticos
El retiro de Afganistán reavivó la crisis dentro de la OTAN, lo que quedó en evidencia en la reunión de emergencia de la Alianza Atlántica para hacer un primer balance del fracaso de la misión en el país asiático. Los aliados europeos esperaban que con la llegada de Joe Biden a la Casa Blanca se superara la hostilidad de los cuatro años de la presidencia de Trump. Pero se encontraron con un hecho consumado, a pesar de haber comprometido tropas y recursos en la ocupación de Afganistán. Países como Francia y Gran Bretaña enviaron sus propios equipos para rescatar a sus ciudadanos atrapados en Kabul. No sería extraño que el desenlace afgano profundizara las tendencias divergentes entre las potencias europeas y Estados Unidos.
En el plano regional, el resultado de la guerra en Afganistán está reconfigurando el rompecabezas geopolítico, con la intervención activa de China, Rusia, Irán y Paquistán buscando sacar ventaja del vacío dejado por Estados Unidos para hacer avanzar sus intereses. Irán y Rusia, históricamente hostiles a los talibán –ambos con aliados en los bandos de la Alianza del Norte que combatieron– celebraron la derrota norteamericana y se mostraron dispuestos al diálogo.
Paquistán ha vivido el triunfo de los talibán como una victoria propia, aunque según el curso que puedan tomar los acontecimientos en Afganistán podría transformarse en una victoria pírrica si se vieran fortalecidos los grupos islamistas extremos que han perpetrado atentados terroristas brutales en territorio paquistaní.
Durante las últimas décadas, Paquistán ha sostenido un equilibrio inestable entre la relación con Estados Unidos y el apoyo semiclandestino de sus servicios de inteligencia (ISI) y del aparato militar a los talibán, que surgieron en las madrasas paquistaníes (escuelas islámicas) como una fracción islamista radical de los mujaidines que combatían contra la Unión Soviética. Paquistán sirvió de refugio para Bin Laden cuando tuvo que huir de Afganistán. Y también recibió a la dirección de los talibán que se instaló en Quetta, en la provincia de Balochistan. Las buenas relaciones con China le dieron más margen de maniobra. El interés de Paquistán es tener un régimen amigo en Afganistán que le permita “profundidad estratégica” ante una eventual escalada del conflicto con la India que ve con preocupación el repliegue norteamericano.
Después de Paquistán, lo más importante para los talibán es la relación con China, que como era de esperar saludó desde los editoriales de Global Times la derrota norteamericana, no tanto por el significado de Afganistán, sino porque lo tomó como un anticipo de la falta de voluntad de Estados Unidos de involucrarse en un eventual conflicto en Taiwán. El 28 de julio, anticipándose a lo que ya parecía un hecho, China recibió a una delegación de los talibán encabezada por el principal dirigente del movimiento, Abdul Ghani Baradar. Para China, que comparte una estrecha frontera con Afganistán, podría ser la puerta de acceso a las repúblicas del Asia Central, a través de su incorporación a la Iniciativa Cinturón y Ruta. Además de proveer recursos naturales, en particular las llamadas tierras raras, esenciales para la industria de las telecomunicaciones y tecnológicas. A cambio de los beneficios económicos y las inversiones, China les exige a los talibán que no intervengan en el conflicto interno que el régimen del Partido Comunista sostiene con los uigures, la mayoría musulmana de la provincia de Xinjiang. La apuesta es arriesgada e incierta, porque depende en gran medida de la estabilización de Afganistán, que hoy parece una perspectiva lejana.
Las contradicciones de los talibán
A los talibán les tomó apenas diez días desmontar el régimen títere instalado por Estados Unidos en Kabul. El ejército afgano, una fuerza de unos 300.000 hombres en la que el Estado norteamericano invirtió nada menos que unos 88.000 millones de dólares, no ofreció ninguna resistencia. Según los “Afghanistan Papers”, una investigación realizada por el periodista Craig Whitlock, el ejército afgano tenía alrededor de 45.000 soldados fantasmas, que solo existían como nombres en las nóminas para cobrar sus salarios y repartir el botín entre jefes y funcionarios. Los talibán avanzaron ciudad por ciudad, negociando la rendición con líderes tribales y jefes locales, y en menos de lo que canta un gallo el régimen de ocupación simplemente implosionó. Las razones son múltiples. Como explica el historiador y asesor del mando militar en Afganistán, Carter Malkasian, en su libro The American War in Afghanistan. A History, la ocupación extranjera iba en contra de la identidad nacional. A pesar de que su historia está escrita desde el punto de vista imperialista, admite que en última instancia Estados Unidos causó un daño prolongado a los afganos no por cuestiones “humanitarias” sino solo para defenderse de otro ataque terrorista.
La situación en Afganistán está más que fluida. Pasado el shock inicial, algunos de los rivales internos de los talibán parecen estar reagrupándose. Hubo algunas movilizaciones en su contra en Kabul y otras ciudades como Jalalabad. Y aunque es difícil comprobar su autenticidad, se han registrado incidentes no conectados que involucran a fuerzas antitalibán, entre ellos la reorganización del Frente de Resistencia Nacional, uno de los rivales históricos de los talibán, en el valle Panjshir. Mientras, otros han optado por una política negociadora, entre ellos el ex presidente Hamid Karzai y otros funcionarios de los gobiernos de la ocupación militar que han mantenido reuniones con los talibán con la expectativa de formar un gobierno de transición.
El hecho de que a una semana de haber ingresado en el palacio presidencial los talibán no hayan proclamado aún el “segundo emirato” (el primero rigió entre 1996 y 2001) es un indicador de que no tienen ni la unidad interna ni el suficiente control militar como para disciplinar a las múltiples fracciones armadas, señores de la guerra y caudillos de etnias minoritarias, con los que disputan porciones del poder local y también el control de importantes negocios como la producción de opio. Estas mismas líneas de fragmentación son las que determinaron los múltiples bandos de la guerra civil de inicios de la década de 1990.
Hasta ahora los talibán han tratado de dar una imagen de “moderación” con respecto a las atrocidades del primer emirato de 1996-2001. El objetivo es ante todo tratar de evitar transformarse en parias incluso antes de consolidarse en el gobierno y lograr estabilizarse. Pero según el periodista Ahmed Rashid (autor de varios libros sobre el movimiento talibán), hay una división entre la vieja generación de los fundadores, que se exilió en Paquistán y ejerce el liderazgo político, y una nueva generación de mandos militares locales, muchos de los cuales estuvieron presos en Guantánamo y otras cárceles clandestinas, que tienen una visión más radicalizada.
En este marco, una de las hipótesis de conflicto de donde podrían surgir las fuerzas para una salida progresiva para el pueblo afgano es la resistencia de las mujeres. Algo es claro: la emancipación de las mujeres afganas no vendrá de la mano del imperialismo sino de su lucha independiente junto a la clase trabajadora. Como plantea en una nota reciente Tariq Ali, citando a una reconocida feminista, “las mujeres afganas tenían tres enemigos: la ocupación occidental, los talibanes y la Alianza del Norte. Con la salida de Estados Unidos, dijo, tendrán dos”.
¿Efecto Vietnam?
En la analogía entre la derrota norteamericana en Vietnam y la debacle de Afganistán priman las diferencias. Hay dos que resultan fundamentales y que en gran medida explican la recuperación relativamente rápida de Estados Unidos, que 15 años después de la huida de Saigón, con su triunfo en la Guerra Fría, iba a conquistar una década de hegemonía unipolar. El primero es la decadencia de la Unión Soviética. Y el segundo el acuerdo con China de 1972, que fue lo que en última instancia permitió el relanzamiento neoliberal del imperialismo norteamericano.
Hoy esos elementos no existen. La convergencia entre la declinación norteamericana y el ascenso de China es el principal problema estratégico para Estados Unidos. La gran discusión del establishment imperialista, que volvió a mostrar sus grietas con la crisis del retiro de Afganistán, es si la imagen de huida terminará alentando no solo aventuras de grupos terroristas sino también dando confianza a potencias rivales.
La postal del aeropuerto internacional de Kabul, con centenares de afganos desesperados colgándose de los trenes de aterrizaje de los aviones norteamericanos, ya es una marca registrada de la presidencia de Biden, así como el intento fallido de recuperar la embajada norteamericana en Teherán fue la de Jimmy Carter y la evacuación de Vietnam la de Gerald Ford.
A nivel internacional, los efectos de la derrota imperialista en Afganistán son dobles. El primero, que ha dejado expuesta la enorme hipocresía de la “intervenciones humanitarias” como cobertura de las guerras imperialistas. Esto señala con claridad la organización feminista afgana RAWA (Revolutionary Association of the Women of Afghanistan), que llama a enfrentar a los talibán y los “señores de la guerra” desde una posición claramente antiimperialista. El segundo, es que ha reactualizado la conclusión de Vietnam: que Estados Unidos no es invencible a pesar de su enorme superioridad militar. Y esto es algo que tiene una importancia estratégica para las luchas de todos los trabajadores y los pueblos oprimidos del mundo.
Claudia Cinatti /La Izquierda Diario
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2) URUGUAY: LA SENTENCIA QUE MANDÓ A LA CÁRCEL AL TORTURADOR ENRIQUE UYTERHOEVEN
Las mentiras de «Ulises»
Por Georgina Mayo /28 septiembre 2021
Las declaraciones del exrepresor, Enrique Uyterhoeven, fueron contradictorias sobre si fue responsable o no de la tortura que diez denunciantes señalaron les aplicó, junto a otros oficiales que revistaban en La Tablada, entre 1981 y 1982. Además, el testimonio de su expareja fue clave para terminar con su libertad por lesiones graves, abuso de autoridad contra los detenidos y privación de libertad.
Los denunciantes del exrepresor, María Ivonne Klinger, Néstor Ricardo Nieves, Omar Juan Pérez, Alba Garrido, Antonia Yañez, Sergio Rodríguez Protti, Adela Vaz, José Bruzzone, Luis Aramendi y Ariel Casco (ya fallecido), relataron ante la justicia que fueron detenidos y secuestrados en Montevideo entre junio de 1981 y junio de 1982 por agentes de inteligencia policial/militar y conducidos al centro clandestino de reclusión La Tablada. Indicaron que fueron sometidos a diversas torturas: encapuchamientos mediante el que provocaban la pérdida de la noción del tiempo y espacio, plantones, solo interrumpidos por espacios dedicados a otras torturas. Además describieron que los guardias les ataban los brazos con alambres tras la nuca y les hacían colocar perros entre las piernas para impedir que las cerraran. Se les aplicó el submarino en tachos con agua, orina y sangre de los compañeros torturados. También se les aplicó la picana, con choques eléctricos aplicados en una cama de tejido metálico por donde se conducía la corriente.
El fallo señala que también se aplicaba picana cuando se hallaban con las manos esposadas en la espalda. El teléfono -otra tortura- consistía en fuertes golpes propinados en los oídos que provocaban la rotura de tímpanos. La jueza Ana de Salterain indicó que también fueron sometidos al caballete, que consistía en sentar sobre un hierro horizontal a la persona, con las piernas abiertas. Conforme a datos que se han podido recabar, en virtud que los aprehensores se hacían llamar frente a los detenidos por un alias, quienes les habrían aplicado los tormentos referidos son: capitán Jorge Gundelzoff (alias el Cartela), capitán Enrique Uyterhoeven (alias Ulises), Tte. Jorge Grau Olaizola (alias Gonzalo), teniente Wellington Sarli (alias Simón), teniente coronel Gustavo Taramasco (alias Alfredo), Robert Tera Do Canto (alias Tomás) y el capitán José Alonza Bazer (alias Ariel). Además, añade el fallo, también perpetró torturas otra persona de apellido Islas, cuyo alias era Isidoro.
La jueza Ana de Salterain sostiene que varios de los denunciantes detallan las torturas a las que fueron sometidos a modo de ejemplo, y diversas lesiones y trastornos psicológicos a raíz de dichos tormentos.
Luego que el fiscal Ricardo Perciballe solicitara el enjuiciamiento y prisión de Enrique Uyterhoeven por la comisión de un delito continuado de privación de libertad, en reiteración real con un delito continuado de abuso de autoridad contra los detenidos y un delito de lesiones graves, la defensa de Uyterhoeven subrayó que “no comparte el pedido de procesamiento formulado». Dijo que en principio «son totalmente falaces las declaraciones realizadas por la expareja de Uyterhoeven, Hilda Diez, que recién luego de la separación de la relación que duró quince años y la vuelta de la mencionada a la militancia política, decide reivindicarse y declarar contra su defendido en diversas causas”. La defensa del exrepresor dijo que esa testigo debe ser calificada “como altamente sospechosa en cuanto le competen las generales de ley actuando por despecho contra Uyterhoeven”. También dijo que los delitos prescribieron. La jueza Ana de Salterain concluyó en su fallo que la defensa “también volvió a aludir a la inconstitucionalidad, cuestión que ya fue planteada y resuelta por la Suprema Corte de Justicia. En último punto la defensa del exrepresor solicitó que si se procesara a su cliente no se le incluya la prisión.
Sin embargo, en su fallo la magistrada indicó que “según las probanzas allegadas permiten concluir que el Servicio de Información y Defensa (SID) y el Organismo Coordinador de Operaciones Antisubversivas (OCOA), detuvieron a los denunciantes, a quienes trasladaron en principio al centro clandestino de detención denominado “La Tablada”. Allí fueron sometidos a torturas y aberrantes tratos. Además, actuaron la Dirección Nacional de Información e Inteligencia (DNII), la Compañía Contra Información y el Cuerpo de Fusileros Navales (FUSNA), entre otros.
La jueza señaló en su resolución que los denunciantes “eran interrogados sobre su participación en determinada organización política, gremial o sindical, como también por sus vínculos con otros integrantes. Luego de ello, fueron derivados a otros centros penitenciarios. El fallo agrega que Uyterhoeven intervino en detenciones ilícitas y en la práctica de torturas bajo el seudónimo de “Ulises”, como él mismo lo reconoce en su declaración. También el indagado refiere haberse desempeñado en La Tablada en el período denunciado por las víctimas de autos. Sin embargo, ante la pregunta de si participó en las torturas infligidas a los detenidos contesta que no. Luego, contrariamente a ello, y preguntado si “el episodio de la capucha mojada” que relató, concretamente lo presenció: y contesta: “sí”. También en su declaración refiere que tenía conocimiento que se ejercían malos tratos y torturas a los detenidos mientras él desempeñaba funciones en La Tablada.
Georgina Mayo /Publicado en Blog El muerto
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3) URUGUAY: RUIDO Y NUECES DEL TLC DE LA SEDA
Entre bombos y platillos el gobierno uruguayo informó la realización de estudios de pre factibilidad para intentar avanzar en un tratado de libre comercio con China.
José Antonio Rocca / 21.09.2021
La información se inscribe en la propuesta del presidente Lacalle de “flexibilizar” el Mercosur, de tal manera que se admitan acuerdos bilaterales sin la anuencia de otros miembros del bloque.
Por el momento hay más ruido que nueces sobre su potencial contenido, alcances, trayectoria futura, repercusiones concretas en el Mercosur y Uruguay.
Sobran interrogantes que quizás el futuro vaya develando. Alguna de las que me parecen más trascendentes se refieren a ¿cuáles serían los efectos inmediatos y futuros sobre la región y vigencia del Mercosur? Diversas declaraciones reflejaron la multiplicidad de posiciones en el bloque. Miembros de la cancillería argentina señalaron que el potencial Tratado bilateral implicaba la exclusión uruguaya del Mercosur, Brasil no se ha expresado oficialmente y Paraguay que mantiene relaciones con Taiwán ha optado por el silencio.
El panorama de la región abre un amplio abanico de posibilidades de reacción de nuestros vecinos de muy difícil pronóstico en caso de avanzar las negociaciones.
¿Cuál es el interés real del gobierno Chino en un país de 1400 millones de habitantes por realizar un acuerdo con un país de 3.5 millones? La respuesta no parece sencilla, especialmente si consideramos que los pasos dados en torno a posibles acuerdos de libre comercio con Uruguay entre 2016 y 2018 no fructificaron debido al desinterés del país asiático.
Más allá del peso de factores geopolíticos en el marco de competencia global con Estados Unidos no son fáciles de discernir los posibles objetivos económicos del coloso asiático, ni hasta donde estaría dispuesto a entorpecer sus relaciones con Argentina y Brasil por realizar acuerdo bilateral con Uruguay.
En un marco de evaluar posibilidades quizás la idea sería utilizar a Uruguay como plataforma de ventas de productos industriales a los países vecinos eludiendo medidas proteccionistas de Argentina o Brasil. En esta perspectiva no parece viable que estos países acepten pasivamente competencia proveniente desde Uruguay.
¿Cuáles serían las consecuencias sobre Uruguay?
El comercio con China representa actualmente aproximadamente el 30% de las ventas externas y 20% de las importaciones, con valores variables en función de los precios internacionales. Las exportaciones se concentran esencialmente en un pequeño grupo de cadenas primarias entre las que se destacan carnes, soja, pasta de celulosa que representan más del 85% del total. Las importaciones abarcan diferentes productos industriales, insumos, fertilizantes, entre una amplia gama.
Los efectos dependerán de las características que asuman los potenciales tratados. Negociaciones sin una estrategia nacional, ni amparo regional difícilmente conduzcan a buenos resultados para el país.
La experiencia demuestra que si los “mercados” guían la evolución del comercio el resultado generalmente reproduce de manera ampliada los rasgos previos. En este caso se consolidaría una estructura que reproduce formas típicas de dependencia comercial en que Uruguay vende productos primos e importa artículos industriales.
Uno de los objetivos explícitos del gobierno uruguayo consiste en evitar algunos tributos que pagan exportaciones desde Uruguay para ingresar al mercado asiático. En el caso que el potencial acuerdo se concrete sobre la base de una rebaja mutua de aranceles (1) los beneficiarios locales serían grandes frigoríficos propiedad de capitales brasileros, intermediarios de la soja, grandes importadores desde China. Los mayores riesgos serían para industrias orientadas al mercado local.
Los defensores más optimistas del TLC suponen que la rebaja de aranceles a la carne vendida a China, elevaría en grado similar los ingresos (2) de la cadena exportadora desde Uruguay. Curiosamente su razonamiento es inverso respecto a las importaciones desde China. En este caso suponen que la exoneración iría totalmente a los usuarios en Uruguay. Milagros teóricos de economistas neoliberales en su versión criolla.
En términos teóricos y con estrategias y políticas muy diferentes a las vigentes podrían suponerse búsquedas de acuerdos con otros escenarios orientados a alcanzar más variedad de productos exportados, mayor valor agregado en rubros como lácteos, lanas, cueros, mayor presencia de pequeñas empresas.
De todas maneras hoy por hoy, los hechos se limitan a un show mediático sobre un posible Tratado bilateral que aún no tiene forma ni contenido (3) pero que se ofrece como fuente de mayores ganancias a cadenas exportadoras controladas por grandes capitales.
GOTITAS DE ECONOMÍA
El índice de volumen físico de la industria localizada en Uruguay creció 11.6% en el período enero- julio 2021 en relación al 2020 impulsado por el rubro alimentos y en particular frigoríficos. El personal ocupado aumentó 5.3%. Mayor productividad de los trabajadores en marcos de menor salario real. La crisis no es igual para todos.
Cámaras empresariales proponen salarios por debajo de los laudos mínimos. Mientras gozan de zonas francas, declaraciones de interés nacional, exoneraciones, renuncias fiscales, devoluciones de impuestos, subsidios. Insaciables.
Desde el 2 de setiembre del presente año, Uruguay fue admitido como miembro del Banco de Desarrollo fundado por el grupo de países denominado BRICS (4).
Rusia completó la construcción del gasoducto Nord Stream 2 que le permitirá duplicar el suministro de gas al resto de Europa. Esencialmente a Alemania a través del Báltico.
En España el precio de la luz bate sucesivos records, al alza. Naturgy, Endesa, Iberdrola, EDP, son las cuatro grandes que controlan el mercado de energía en el país ibérico.
Será la eficiencia privada de la que hablan liberales y neoliberales de toda laya.
El comercio exterior de China creció 23.7% los 8 primeros meses del 2021 en relación al año previo.
Notas:
(1) Promediando 12% para carne y subproductos, 3% soja. Alrededor de 10% leche en polvo. La celulosa ingresa actualmente sin pagar aranceles.
(2) Ni siquiera es seguro que en ese caso las exoneraciones se trasladen automáticamente al valor de las exportaciones desde Uruguay. Y que no queden en manos de intermediarios ubicados en el país asiático.
(3) Nos recuerda un viejo texto de la murga Falta y Resto, sobre un conjunto que no tenía presentación, letra, ni despedida.
(4) Los BRCS están conformados por Brasil, Rusa, China, India, Sud África.
José Antonio Rocca /La economía de a pie
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4) URUGUAY. MIEM: ACUERDO CON MULTICANAL “ES EL CAMINO JUSTO”, PORQUE LICITACIÓN DE FRECUENCIAS EN 2019 FUE “APRESURADA”
La Diaria /27 de septiembre de 2021
El ministro Omar Paganini también informó los costos de la portabilidad numérica y Guzmán Acosta y Lara, de la Dinatel, defendió la expertise de la empresa elegida para administrar el nuevo sistema.
Durante la comparecencia del Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM) ante la Comisión de Hacienda y Presupuesto los senadores del Frente Amplio (FA) consultaron a las autoridades sobre varios temas relativos a la cartera. Entre otros, se habló sobre el acuerdo extrajudicial con Multicanal para pagar 2,5 millones de dólares, así como del proceso de implementación de la portabilidad numérica.
El ministro Omar Paganini defendió lo pactado con Multicanal y criticó la subasta de frecuencias que hizo el gobierno anterior, al tiempo que otros integrantes de la delegación subrayaron la expertise del consorcio elegido para administrar la base de datos de la portabilidad numérica.
Acuerdo con Multicanal: “No hay otra solución mejor”
A principios de mes la diaria informó sobre el acuerdo extrajudicial que realizó el gobierno, enviado al Tribunal de Cuentas, para el pago de 2,5 millones de dólares a Multicanal, empresa propiedad de los tres canales de televisión privados, para evitar un juicio derivado del uso de las bandas de 2,6 megahercios. La firma de televisión para abonados –Multiseñal– transmite por antena a través de esa banda y el Estado le había dado plazo hasta 2013 para cambiar de frecuencia; en 2019 se licitó la banda, que quedó para Movistar y Antel.
El gobierno anterior se basó en dos informes –de la Unidad Reguladora de Servicios de Comunicaciones y la Dirección Nacional de Telecomunicaciones (Dinatel) para desestimar los reclamos judiciales de Multicanal, pero las nuevas autoridades entienden que hay derechos adquiridos y el mejor camino es acordar con la empresa.
“Tenemos un problema bastante serio con la banda 2,6, cuyo principal destino inicial sería urgentemente LTE”, dijo Paganini. Aclaró que volvería al Parlamento para “explicar sobre la transacción de Multicanal”, porque “todavía no se pagó, pero probablemente a la brevedad sí se firme; hacerlo es voluntad del [Poder] Ejecutivo”. Agregó: “Estamos convencidos de que ese es el camino justo. Entendemos que no hay otra solución mejor”.
El ministro explicó que la subasta realizada a finales de 2019, con el FA saliendo del gobierno, “fue hecha de manera apresurada y ha generado debilidades jurídicas muy fuertes que entendemos que tienen que ser subsanadas”. También indicó que “hay derechos preexistentes en esa banda que entendemos que deben ser, de alguna manera, resarcidos mediante una negociación”. Paganini sostuvo que la cifra de 2,5 millones de dólares fue “acordada y es la que fue al Tribunal de Cuentas”, pero tras el dictamen del organismo “iremos al proceso de perfeccionar el acuerdo y generar las obligaciones de pago” con Multicanal.
La senadora del FA Silvia Nane sostuvo: “La preocupación es que, a pesar de haber pagado 2,5 millones de dólares a Multicanal, quedan entre 15 y 20 cableoperadores haciendo uso de la frecuencia que estaríamos necesitando”. El jerarca respondió que “en el interior puede haber algún otro planteo de muchísimo menor porte que también tenga que ser contemplado, pero esto lo entendemos estratégico” en busca de “despejar la banda de 2,6, que la necesitamos ya y tenemos un montón de torres prontas para ser encendidas”.
Acerca de la forma de resolución del asunto, complementó: “Entendemos que lesionamos derechos y exponemos al Estado si lo hacemos de manera arbitraria, sin tomar en cuenta una cantidad de consideraciones” sobre quienes ya utilizaban esa banda.
Portabilidad numérica: costos y prórroga a consorcio
Con la ley de urgente consideración (LUC) votada a mitad de 2020 se disparó el proceso de portabilidad numérica, que prevé que los usuarios de telefonía celular puedan cambiar de empresa sin perder el número que poseen. Un comité con representantes del gobierno y las tres compañías –Antel, Movistar y Claro– está liderando la implementación y convocó un llamado para la administración de la base de datos del nuevo sistema. Días atrás al consorcio elegido, formado por la brasileña Cleartech y la uruguaya Cietel, se le otorgó una prórroga de 45 días para realizar los registros en Uruguay y suscribir el contrato.
Al respecto, el director de la Dinatel, Guzmán Acosta y Lara, expresó: “La empresa que ganó es extranjera y el registro [del consorcio formado] ha tenido dificultades, ha habido grandes atrasos; pero les confirmo que ya fue ingresado y su aprobación no va a tener ningún tipo de dificultades. Es un formalismo que está subsanado”.
Según informó el semanario Brecha, la española Inetum, que se presentó al llamado, cuestionó la adjudicación porque su competidora no tenía la experiencia exigida en materia de portabilidad numérica. Acosta y Lara defendió la solvencia del consorcio: “La mejor oferta fue la de una empresa internacional que tiene experiencia en varios continentes. Se pusieron requisitos muy altos”.
Ante las consultas del FA sobre los costos de la implementación del sistema de portabilidad numérica, las autoridades señalaron que cada empresa debe invertir unos 365.000 dólares para “la puesta en funcionamiento” y luego hay un mecanismo de pago dependiendo del nivel de utilización del sistema: “La ganancia de la empresa [que administra la base de datos] es por cada transacción; hay una tabla en la que se establece cuánto cobra la empresa por cada transacción que se va realizando. Esto es progresivo, y es más barato cuanta más gente haya”, detalló Acosta y Lara.
El ministro consideró que “si con la portabilidad numérica se está en el centro de un negocio del orden de más de 1.000 millones de dólares [las telecomunicaciones], la inversión para darles este derecho a los ciudadanos nos parece sumamente razonable”.
La Diaria
COMCOSUR INFORMA AÑO 27 – No. 2020 – 01.10.21
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5) TRIUNFO INTERNACIONAL DE CENTRALES SINDICALES Y REDES SOCIALES
Victoria social desde los escombros de la trágica Rana Plaza
Sergio Ferrari /16.09.2021
Organizaciones sindicales mundiales y un centenar de empresas del vestido y marcas de moda firmaron un acuerdo histórico que entró en vigor el 1 de septiembre. Detrás de la letra aparece la fatídica sombra del desastre de Rana Plaza, en Bangladesh, y el sufrimiento cotidiano de millones de trabajadora-es textiles del mundo entero.
El acuerdo vela por la seguridad en los centros de trabajo en Bangladesh y, lo que es novedoso, anticipa la ampliación de medidas de protección en el sector textil en otros países.
A partir del 24 de abril del 2013, una parte sensible de la sociedad planetaria empezó a observar con ojos más críticos las condiciones de producción de la ropa de “marca” que vestimos, muchas veces adquirida a precios irrisorios en las tiendas europeas, estadounidenses e incluso latinoamericanas.
Esa toma de conciencia nació de las cenizas de una tragedia laboral sin parangón ocurrida ese día: el derrumbe de Rana Plaza, una fábrica textil de Bangladesh, en la que perecieron 1.134 personas y hubo más de 2.500 heridos, muchos de ellos inválidos para siempre. Era un edificio absolutamente inestable e inseguro, de ocho plantas, en Savar, a las afueras de la capital Dacca, en el que 5.000 trabajadora-es, especialmente mujeres, cosían para cinco contratistas locales que abastecían a una treintena de marcas internacionales. La estructura edilicia, que se encontraba en pésimas condiciones y había sido motivo de repetidas denuncias por parte de los propios empleados, se derrumbó en cuestión de segundos.
Bangladesh posee la tercera mayor industria de la confección del mundo, solo por detrás de China y Vietnam. En 2019, contabilizaba unas 4.000 fábricas en ese sector que ocupaban, al menos, 4 millones de trabajadora-es. El sector textil genera el 16% del PIB nacional y sus exportaciones de un valor de 34.000 millones de dólares representan el 80% del total de las ventas de ese país hacia el exterior.
Acuerdo sangriento
Las grandes empresas internacionales de moda y los sindicatos acaban de firmar el Acuerdo Internacional para la Salud y la Seguridad en la Industria Textil y de la Confección, que preserva y amplía el Acuerdo de Bangladesh. Este había sido suscrito por primera vez en 2014, tuvo una validez de 5 años, fue renovado por 24 meses adicionales y perimió en mayo pasado. (bangladesh.wpengine.com/wp-content/uploads/2021/08/Agreement-on-International-Accord-press-release-FINAL.pdf).
Fue decisivo en el proceso de discusión, firma y renovación del acuerdo nacido de las lágrimas de Rana Plaza, la activa participación de varias redes internacionales – conocidas como testigos signatarios–, entre las que se encuentran Worker Rights Consortium, Maquila Solidarity Network, la International Labor Rights Forum y la Campaña Ropa Limpia (Clean Clothes), una de las más activas en esta temática, que colabora con 200 organizaciones y está presente en 17 países europeos (ropalimpia.org/quienes-somos/).
A finales de agosto, esos actores de primer nivel de la sociedad civil, expresaron públicamente su satisfacción por este nuevo Acuerdo Internacional de Seguridad, que mantiene los elementos vitales del precedente Acuerdo de Bangladesh. Entre ellos, la aplicabilidad legal de los compromisos por parte de las marcas; la supervisión independiente del cumplimiento de los compromisos de dichas empresas; la obligación de pagar a los proveedores precios suficientes como para garantizar lugares de trabajo seguros y la obligación de dejar de hacer negocios con cualquier fabricante local que se niegue a operar con mínimas exigencias de seguridad.
Esas redes internacionales solidarias, promotoras de un intenso trabajo de cabildeo y presión, consideran que este modelo de consenso logrado con el acuerdo, que ha salvado miles de vidas en ese país asiático, se extenderá ahora a otros países en los que la-os trabajadore-as corren peligros diarios. Exigen, además, que esta internacionalización se lleve a cabo con rapidez y sin reservas, en beneficio del sector obrero textil y de la confección, el cual desde décadas reclama mejores medidas de seguridad.
En virtud del nuevo acuerdo la perennidad de los avances logrados en Bangladesh en los últimos ocho años en materia de seguridad de edificios y contra incendios, así como la extensión futura del mismo a otros países, se garantizarán a través de una Secretaría del Acuerdo. Este deberá ser un organismo de supervisión totalmente independiente con autoridad para verificar y hacer cumplir los compromisos asumidos a las empresas signatarias. Algunas de las más conocidas entre las nuevas signatarias son: Aldi, Benetton, El Corte Inglés, Carrefour, Esprit, HyM, Hugo Boss AG, Puma, Tchibo GmbH y Zalando SE, Mango, Joh Lewis (internationalaccord.org/signatories).
Desde la firma del primer acuerdo, hace ya ocho años, se han llevado a cabo más de 38.000 inspecciones en las fábricas de Bangladesh, y casi 200 de ellas han perdido sus contratos debido a normas de seguridad insuficientes. Los sindicatos constatan que en las fábricas que han sido sujeto de inspección no se lamentaron nuevas víctimas a causa de incendios.
Victoria sindical
A fines de agosto, un comunicado dado a conocer en paralelo en Ginebra y Ámsterdam, consensuado entre un centenar de empresas y los sindicatos internacionales IndustriALL, Global Union y UNI Global, asegura que el nuevo acuerdo vigente desde inicios del mes mantiene los compromisos jurídicamente vinculantes sobre seguridad en el lugar de trabajo en ese país del subcontinente indio y promete ampliar el programa a otros países ( caongd.org/campana-ropa-limpia-las-ong-firmantes-del-acuerdo-de-bangladesh-dan-la-bienvenida-a-un-nuevo-acuerdo-vinculante-sobre-la-seguridad/).
Recuerda que al igual que su predecesor, se trata de un instrumento jurídicamente vinculante, es decir de aplicación obligatoria, entre las empresas y los sindicatos con el fin de reforzar la seguridad de las fábricas textiles y de confección.
El mismo ratifica los elementos fundamentales que aseguraron el éxito alcanzado en la etapa previa: el respeto a la libertad de asociación, administración y aplicación independientes; un alto nivel de transparencia; disposiciones que garanticen la viabilidad financiera de las medidas correctivas; el establecimiento del Comité de Seguridad, así como la implementación del programa de seguridad y de un mecanismo de reclamo creíble e independiente.
En Bangladesh, el acuerdo es aplicado por el Consejo de Sostenibilidad, un organismo nacional tripartito e independiente. Algunas de las novedades que refuerzan el nuevo documento que acaba de entrar en vigor son: el compromiso de centrarse en el programa de salud y seguridad en Bangladesh; la creación de un mecanismo creíble de cumplimiento y responsabilidad en todo el sector textil; el compromiso de ampliar la labor del Acuerdo Internacional sobre la base de estudios de viabilidad, así como la opción para ampliar su alcance para abordar la diligencia debida en materia de derechos humanos.
Cuando sindicatos y redes internacionales proponen extender la aplicación del acuerdo a otros países, argumentan condiciones dolorosas en muchas fábricas en Pakistán; recuerdan la muerte de 28 trabajadores en febrero pasado en un taller textil en Marruecos; así como los 20 decesos en marzo de este año en una fábrica textil de Egipto; y los 17 trabajadores que perecieron el pasado 27 de agosto en Mehran, Pakistán, a raíz del incendio en una fábrica que producía bolsas y que tenía bloqueadas las salidas y ventanas.
Se cierra una etapa formal marcada por la rúbrica del nuevo convenio. Pero no se acaba el proceso en marcha que intenta ampliar el número inicial de las empresas signatarias. Sindicatos internacionales y redes solidarias no bajan la guardia. En cada país europeo siguen interpelando a las marcas de moda y les exigen mayor responsabilidad social. Disputa abierta, paradigma de una nueva globalización, la de la solidaridad sindical.
Sergio Ferrari (Suiza)
COMCOSUR INFORMA AÑO 27 – No. 2020 – 01.10.21
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“Siempre he partido de una idea elemental: la de que la verdad no necesita ser justificada por la adecuación a un objetivo superior. La verdad es la verdad y nada más. Debe ser servida, no servir.”
Eugenia Ginzburg / “El vértigo”.
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VEO VEO – Propuestas y comentarios de Henry Flores
I. DÍA INTERNACIONAL DE LA MÚSICA EN SALA ZITARROSA
Viernes 1 de octubre – Sala Zitarrosa
En el Día internacional de la música El Club de Tobi y Juan Pablo Chapital se reúnen en el escenario de la Sala Zitarrosa para hacer lo mejor de sus respectivos repertorios.
El Club de Tobi se caracteriza por un repertorio musical popular que va desde el Rock hasta el folclore y la experimentación sonoro musical. En sus presentaciones ejecutan versiones de Patricio Rey y sus Redonditos de ricota, pero también incluyen a músicos como Jimi Hendrix, The Beatles, Bob Marley, entre otros. Tienen editados cinco discos, “Anselmo”, “Aldorio”,” Marimbondo”, “Tobismo” – ganador del Premio Graffiti como mejor disco de música instrumental – y “Aquel”, editados también en Argentina donde se han presentado muchas veces, destacándose su presencia en Cosquín Rock, compartiendo escenario con Charly García y Sky Beilinson.
Juan Pablo Chapital es uno de los más notorios guitarristas de nuestro país. Ha acompañado a destacados músicos de la región y grandes artistas de EEUU. Tiene cuatro discos editados, “Fotografía silenciosa” (nominado a los Premios Graffiti de la música uruguaya a mejor álbum de música instrumental y jazz), “En construcción”, también nominado en la categoría instrumental, “Amanecer en Tandil”, disco en formato dúo junto a Nicolás Ibarburu, que contó con Hugo Fattoruso como invitado y fue premiado como mejor álbum de música instrumental, y su más reciente obra “Cerca”, compartido con el gran guitarrista Argentino Jorge Armani.
salazitarrosa.montevideo.gub.uy/espectaculo/dia-de-la-musica/
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II. CINE NACIONAL EN LA SALA LAZAROFF
Sábado 02 de octubre a las 19.30 horas
Se proyectará el documental “El país sin Indios” de 2019 con la dirección de Nicolás Soto y Leonardo Rodríguez.
Siempre se ha dicho que Uruguay es un país sin indios. Roberto y Mónica, dos descendientes de charrúas, conservan sus raíces y nos hacen volver la mirada hacia la historia para cuestionar el presente. En una sociedad que niega parte de su origen, la búsqueda de la identidad se convierte en un desafío.
Esta película se enmarca en al Día del Patrimonio con motivo de reflejar la identidad nacional de nuestro país desde otra mirada.
Este sábado 2 de octubre a las 19.30 horas, entrada gratuita con reserva previa. La Sala Lazaroff se ubica en el Intercambiador Belloni en 1er. Piso de Avenida 8 de Octubre 4849 esquina Jose Belloni.
salalazaroff.montevideo.gub.uy/evento/el-pais-sin-indios
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III. FESTIVAL EN EL MERCADO MODELO
Sábado 2 y domingo 3 de octubre
El primer fin de semana de octubre tendrá lugar un festival con espectáculos musicales, feria gastronómica y actividades recreativas para todo público en el predio del viejo Mercado Modelo.
Como parte del plan El modelo está cambiando, el sábado 2 y domingo 3 de octubre la Intendencia de Montevideo junto con la Usina de Innovación Colectiva de la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño (Fadu), de la Universidad de la República, organizan un festival abierto a todo público en el Mercado Modelo.
En esta instancia será inaugurado un nuevo espacio público junto al edificio histórico del mercado, denominado Campo. Este lugar integra las antiguas estructuras metálicas a un nuevo ámbito horizontal y lúdico. Cuenta además con una fotogalería del Centro de Fotografía (CdF) de la comuna. Espacio Campo permanecerá abierto al público todos los días y contará con una agenda de actividades culturales, deportivas y educativas.
Habrá espectáculos musicales durante ambos días, desde la hora 15.30:
Sábado 2 Hora 15.30: Órbita Freestyle
Hora 17.45: proyecto Musimóvil
Hora 18.30: comparsa La Roma Hora 20: Nomusa. Hora 20.45: Américo Young
Hora 21.45: grupo de electrocandombe F5
Domingo 3 Hora 15: programa Esquinas de la Cultura
Hora 17: Gula. Hora 18: Kumbiaracha
montevideo.gub.uy/noticias/cultura/festival-en-el-mercado-modelo
Henry Flores – El Eternauta
VEO VEO / COMCOSUR INFORMA AÑO 27 – No. 2020 – 01.10.2021
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COMUNICACIÓN PARTICIPATIVA DESDE EL CONO SUR / COMCOSUR – 1994 – 19 de junio – 2021 – 27 años – Selección y producción: Henry Flores y Carlos Casares Apoyo técnico: Carlos Dárdano
Colaboran:
ALEMANIA: Alix Arnold (Colonia), Ute Löhning, Antje Vieth y Carlos Ramos (Berlín)
ECUADOR: Kintto Lucas (Quito)
HOLANDA: Ramón Haniotis (Amsterdam)
SUIZA: Sergio Ferrari (Berna)
URUGUAY: Silvio Amodei, Jorge Marrero, Jorge Zabalza.
Carlos Iaquinandi Castro /Redacción de SERPAL
José Antonio Rocca /La economía de a pie (Uruguay)
Luis E. Sabini Fernández /Revista Futuros
Sudestada, periodismo y transparencia (Uruguay)
COMCOSUR INFORMA ES UNA PRODUCCIÓN DE COMCOSUR / COMUNICACIÓN PARTICIPATIVA DESDE EL CONO SUR / Coordinación: Carlos Casares – DIRECCIÓN POSTAL: Melchora Cuenca 5192 E (Parque Rivera) 11400 MONTEVIDEO/URUGUAY / Comcosur se mantiene con el trabajo voluntario de sus integrantes y no cuenta con ningún tipo de apoyo económico externo, institucional o personal / Las opiniones vertidas en las distintas notas que integran este boletín no reflejan necesariamente la posición que podría tener Comcosur sobre los temas en cuestión / Comcosur integra la Asociación Mundial de Radios Comunitarias (AMARC)/
Blog: nuevo.comcosur.org/
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