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ARGENTINA: FEMINICIDIOS. CÓMO TEJER REDES FEMINISTAS A PESAR DEL ENCIERRO OBLIGATORIO – comcosur mujer 637 – 20.04.2020

COMCOSUR MUJER / AÑO 17 /No. 637 /lunes 20.04.2020 – Hoy:

1) Argentina: Feminicidios. Cómo tejer redes feministas a pesar del encierro obligatorio
2) Argentina: Efectos que surgen de la pandemia en las cuestiones de géneros.
3) Brasil: Sin subsidios, mujeres desempleadas luchan contra el hambre
4) Chile: En lugar de garantizar el examen gratuito del COVID-19, se optó por militarizar el país
5) México: Alertan que hay más feminicidios que mujeres muertas por coronavirus
6) Polonia busca limitar el acceso al aborto en plena pandemia
7) Uruguay: Violencia doméstica en Canelones: aumentan consultas pero no denuncias
8) Uruguay: Conversatorio “Las Mujeres En Tiempos De Pandemia”
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COMCOSUR MUJER / Fundado por Yessie Macchi / AÑO 17 /No. 637 – Lunes 20 de abril de 2020 / Producción: Beatriz Alonso y Belén Itza / Apoyo técnico: Carlos Dárdano
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“Por un mundo donde seamos socialmente iguales, humanamente diferentes y totalmente libres” Rosa Luxemburgo
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1) ARGENTINA: FEMINICIDIOS. CÓMO TEJER REDES FEMINISTAS A PESAR DEL ENCIERRO OBLIGATORIO

La violencia machista es uno de los grandes problemas que se agravaron durante esta etapa de aislamiento social, consecuencia de la pandemia del coronavirus, en todos los países del mundo. Desde Reactiva, el pasado fin de semana, conversamos con Mariana, militante feminista y de Venceremos, Partido de Trabajadores, quien nos comentó cómo se vive esta problemática del otro lado de la orilla.

“Lamentablemente las estadísticas dan un numero super elevados de mujeres y disidencias asesinadas por sus parejas, hablamos de 82 feminicidios en lo que va del año, es un número muy alto”, comenzó contando. “No solo es terrible el número, sino que en esta situación del encierro obligatorio, se reproducen los modos de cómo se vive la violencia machista en el hogar”.

Al respecto, Mariana comentaba cómo la obligatoriedad del aislamiento expone a las mujeres constantemente a situaciones violentas: “Nos vemos obligadas por las condiciones económicas a convivir con los violentos y los abusadores de niño y niñas (porque generalmente eso se da intrafamiliarmente), y realmente no hay políticas de Estado que puedan dar soluciones concretas”.

La militante argentina señaló que las respuestas que se vienen dando están lejos de ser integrales: “las respuestas del Estado son medio manotazos de ahogado, por el hecho de tener que salir a decir algo, hoy en día tenemos el Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad, que antes no existía, pero no viene teniendo medidas realmente acordes, que puedan dar resultados concretos, tienen que ser medidas integrales”.

A modo de ejemplo, se refirió a la línea telefónica en la cual se denuncian los casos de violencia machista: “Acá tenemos la línea 144, pero lamentablemente les compañeras que trabajan ahí, primero, son precarizadas totalmente, con horarios extensos, sin condiciones adecuadas, y otra serie de denuncias que tenían desde antes, que ahora se agravan, porque el número de llamados ha aumentado notoriamente”.

En Argentina ocurre un feminicio cada 29 horas, aproximadamente. “El encierro nos devuelve a lugares por los que tanto hemos luchado para salir”, afirmó. En ese sentido, la militante remarcó la necesidad de fortalecer las redes de contención y acompañamiento, pese a la obligatoriedad del encierro.

“Hay que pensar, en términos concretos, las herramientas para protegernos y seguir tejiendo redes entre nosotras, para poder acompañar, asesorar y escuchar”. Para eso, mencionó la importancia de las redes sociales, así como las distintas instancias presenciales que se dan en las provincias, como ollas populares o merenderos, “esos lugares aseguran que sigan existiendo espacios de encuentro, no multitudinario, pero sí para poder acompañar y escuchar”.

Esta construcción de redes debe hacerse, no solo a pesar del estado represivo total que se ha desplegado, sino también pese al miedo social: “Una de las cosas que trae el coronavirus es que te genera terror la cercanía del otro y otre, y en términos de sostén o acompañamiento eso es fundamental, cómo poder sostener las redes en colectivo”.

Mariana concluyó que, para eso, es necesario romper la barrera del miedo y del silencio: “Una cosa es la cuestión sanitaria y otra cosa es que quieran volver a encerrar lo que pensamos y nuestras militancias, hay que seguir organizando y fortaleciendo nuestras redes feministas, en la calle y en donde sea, tenemos que poder romper el silencio, contra la desinformación de los medios hegemónicos”.

Reactiva/ COMCOSUR MUJER Nº 637 – 20/04/2020
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2) ARGENTINA: EFECTOS QUE SURGEN DE LA PANDEMIA EN LAS CUESTIONES DE GÉNEROS

Agencia Paco Urondo entrevistó a Florencia Alcaraz, periodista y directora del portal de periodismo feminista LatFem, sobre los efectos que surgen de la pandemia en las cuestiones de géneros en Argentina.

Agencia Paco Urondo: Teniendo en cuenta el Aislamiento Social Obligatorio que está atravesando el país, ¿qué rol le parece que cumple el Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad? ¿Qué tan importante es la comunicación de las políticas públicas?

Florencia Alcaraz: Creo que estamos frente a una crisis sanitaria que es una crisis de los cuidados, tiene un triple impacto de género al menos. Primero porque afecta la salud de las mujeres, que somos mayoría en el sistema de salud. Porque sabemos que el acceso a derechos sexuales y reproductivos, a la anticoncepción y al aborto legal se ve afectado.

En segundo lugar, la crisis recrudece la doble jornada laboral y pone sobre las espaldas de las mujeres, adolescentes, niñas, lesbianas, travestis y trans, los trabajos de cuidado no reconocidos, y a la vez coloca a muchísimas en una zona de riesgo enorme, como aquellas que están encerradas en sus casas con abusadores y agresores. Además, se complica el hecho de pedir ayuda a los distintos canales de contención. Esto sin contar el impacto económico que como toda crisis va a tomar más fuerzas sobre ellas. Hay que pensar esta crisis con una perspectiva feminista, interseccional, que pueda cruzar clase, género, raza y edad.

APU: ¿Aumentaron los casos de femicidios?

FA: Quizás es muy pronto para elaborar conclusiones, pero hay algunos datos que preocupan: como por ejemplo que en este contexto se haya sostenido la cifra de los femicidios, si bien no aumentaron tenemos el mismo número que el año pasado para marzo. En 2019 hubo 33 asesinatos por razones de género, ahora fueron 34. Esto no sorprende. La Organización Mundial de la Salud ya había declarado hace años a la violencia de género como un problema de salud global de proporciones epidémicas. Es un problema realmente grave que los femicidios no hayan disminuido (otros delitos sí lo hicieron), y que a la vez hayan aumentado los pedidos de ayuda, hay que hacer un análisis a futuro. Hubo un aumento del 39% de los pedidos de ayuda a la línea 144, pero a la vez bajaron los pedidos de ayuda en la justicia, donde el pedido es de manera presencial, generalmente en estos dispositivos es donde se reacciona más rápidamente y se elabora una medida de protección inmediata.

Todos estos datos hay que mirarlos más adelante, pero con la preocupación de que se sostuvieron los femicidios durante el aislamiento y con la preocupación de quienes están encerradas con sus abusadores y agresores. Más allá de este panorama bastante hostil tenemos un Ministerio de Salud de la Nación, que hasta hace unos meses no teníamos, y con un novedoso Ministerio de Mujeres, Género y Diversidad, y su réplica en la Provincia de Buenos Aires. Se están tomando medidas desde la perspectiva feminista, es fundamental que se fomente se potencie la comunicación de las medidas, todas las mañanas hay una conferencia de prensa, donde se actualizan los números de positivos, los repatriados, la cantidad de fallecidos y también estaría bueno ver especialistas en género que comuniquen lo que se está haciendo. Esta crisis expone y evidencia las desigualdades, muestra cómo funcionan las sociedades. Hay una mesa interministerial, un comité de crisis, y ahí el Ministerio de las Mujeres no está, más allá de que se están tomando varias medidas. Las mujeres estamos al frente, en el sistema de salud, pero no estamos en los lugares donde se toman decisiones.

APU: ¿Cómo analiza las medidas tomadas por el Ministerio para la realización de denuncias, como por ejemplo la línea 144 (llamado o whatsapp) o el barbijo rojo?

FA: Más allá de los refuerzos de asistencia que entiendo se están haciendo, más allá de la campaña para difundir la línea 144, y de lo que tiene que ver con la atención del hambre, porque también desde el Ministerio se está asistiendo a la necesidad de comida. Algo tan básico para la comunidad travesti y trans en estos momentos, con viandas, con asistencia alimentaria, y con la incorporación de programas de trabajo a la población travesti y trans, y a las mujeres en situación de violencia, estas son algunas de las medidas que se están tomando. Pero es urgente que se piense, en esta crisis, políticas de cuidado específicas, políticas que empiecen a pensar en la deuda doméstica que el Estado tiene con las niñas, las adolescentes, las mujeres, las lesbianas, las travestis y las trans, y a su vez que se piense en la autonomía económica. Hay algunas medidas pero es fundamental el eje de la autonomía económica, en este contexto de crisis tan tremendo. Esos son para mí los dos ejes fundamentales, la agenda de los cuidados y la autonomía económica. También estamos a la espera de iniciativas novedosas, creativas. Vi en Córdoba que el Centro Integral de varones está trabajando. En Catamarca se habilitó la línea Varones, que también me parece interesante, nuevas propuestas que puedan abordar esta problemática desde distintos ejes.

APU: En este contexto, la discusión por la legalización del aborto ha quedado postergada, ¿Cómo analiza el mapa de discusión sobre le proyecto?

FA: Queremos que se garanticen los derechos sexuales y reproductivos, hay provincias donde obstaculizan estos derechos y en este contexto se aprovechan usando el coronavirus como excusa están obstaculizando el acceso al aborto legal y el acceso a la anticoncepción. Ahí está trabajando fuertemente el Ministerio de Salud, sobre todo el área que dirige Valeria Isla. Si bien la lucha por el aborto está en pausa y en el Congreso no se puede sesionar creo que quienes militan por esta causa tienen que llegar a aquellas mujeres que están en sus casas atravesando un embarazo no deseado, para que sepan que tienen derecho al aborto, y para que el estado no les dé la espalda. Tienen derecho al aborto en caso de violación, o que peligre su vida, nuestros esfuerzos militantes tienen que estar puestos en difundir, en comunicar, en dar información útil, y hacerles llegar a esas mujeres que no están solas.

APU: ¿Cómo le parece que sigue la agenda militante feminista en Argentina en este contexto?

FA: La agenda militante feminista hoy tiene que estar puesta en articular cada vez más luchas y poder seguir profundizando la transnacionalización, por un lado, y por otro, tener una perspectiva interseccional que pueda tener una mirada que piense en temas de migración, que piense en el acceso a la vivienda, que ponga en eje en la precariedad de las vidas que tenemos muches sujetes y que pueda articular esas luchas. Si bien Ni Una Menos puso en evidencia el problema de los femicidios y pudo sensibilizar y bajar la vara de la tolerancia hacia la violencia machista, después los paros pusieron en evidencia el aporte económico de las mujeres, travestis, lesbianas y trans al sistema productivo, ahora el desafío es articular aún más luchas. Además de la migración, el derecho a la vivienda, tenemos que artícular más con las juventudes y con la agenda que marca la lucha ambiental. Todas estas luchas coinciden en poner en el centro la vida digna.

APU: ¿Cómo considera que tendría que ser esa articulación?

FA: La crisis que arrastramos del macrismo, sumada a la crisis sanitaria y de los cuiddos que hoy atravesamos expone el panorama de la enorme precarización laboral. Ahí el feminismo tiene que articular con aquelles que son sujetes de esta precarización, mayoritariamente son migrantes muchas veces. Estoy hablando de trabajadores de plataformas, por ejemplo. Y hace un rato mencionaba la problemática de la vivienda que tiene que estar articulada a la demanda feminista hoy en día, porque ya lo sabemos: hoy es un privilegio cumplir con la consigna “quedate en casa”, no para todes es posible quedarnos en casa. Por otra parte, otro de los desafíos que tenemos como militantes feministas es no dejar de demandarle al Estado, hoy tenemos algo novedoso, impensado en otros momentos que es un Ministerio de Mujeres, Género y Diversidad. Tenemos feministas en distintos espacios del Estado pero no tenemos que ceder en esa demanda, en esa disputa, más allá de que hoy en día haya compañeras en esos espacios, el activismo en las calles siempre tiene que estar por delante del Estado.

APU / COMCOSUR MUJER Nº 637 – 20/04/2020
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3) BRASIL: SIN SUBSIDIO POR LA EMERGENCIA, MUJERES DESEMPLEADAS LUCHAN CONTRA EL HAMBRE

“Con lo que teníamos, pagamos las cuentas de marzo. El próximo mes no sabemos como vamos a comer”, lamenta la vendedora Beatriz Mendonça, de 48 años, sobre la vida en tiempos de coronavirus.

Ella vive en el distrito Grajaú, al sur de la capital paulista, donde reside con su marido, albañil autónomo, uno de sus hijos, de 13 años, y su nieta de 4 en una vivienda alquilada. Trabajadora informal en el sector de venta de eventos, desde 19 de marzo su contrato laboral y su sueldo fueron suspendidos como consecuencia de la cuarentena contra la pandemia del nuevo coronavirus, con el cierre de centros comerciales.

“Los muertos no pagan las cuentas, así que primero hay que pensar en la salud, proteger a los hijos, después se piensa en las cuentas. Pero está complicado, porque nos tomó por sorpresa, no teníamos una reserva en casa para pasar uno, tres, cuatro meses”, cuenta Mendonça, aprensiva. Ella relata que su marido, autónomo, también tiene dificultad de trabajar en este momento, pues en los condominios donde trabajaba hay restricción de circulación de personas.

La realidad de la familia de Beatriz Mendonça, según los datos del Instituto Data Favela divulgados la semana pasada, es la misma de una de cada tres habitantes de las favelas brasileñas que tendrán dificultad de comprar alimentos en medio de la pandemia.
Todavía según el informe, la pandemia ya alteró la rutina de casi 100% de las personas que viven en esas comunidades. La mayoría de los trabajadores es autónoma (un 47%) o informal (un 8%) y, debido a eso, no cuenta con la garantía de las leyes laborales o un subsidio financiero destinado a quienes cuentan con todos los beneficios de ley.

Pará

Al otro lado del país, en Pará, la limpiadora Zuila Amaral, de 48 años, vive en el barrio Pratinha 1, en la periferia de Belém, capital del estado, enfrenta esta realidad.

“Estoy aprensiva por estar sin trabajo. La peor cosa es quedarse en casa sin dinero. Ahora, con eso, si antes tenía tres diarias, ahora no tengo ninguna. Enfrentamos dificultades porque solo mi marido está trabajando, pobre, y gana poco. Yo me quedo en casa con los niños”.

Zuila tiene cinco hijos, pero solo dos viven con ella y su marido. Ella recibe un subsidio para familias pobres por el programa Bolsa Familia, pero el pago está pendiente hace tres meses. Su segundo hijo, que vive con ella, está sin trabajo. Su marido trabaja como cargador en una red de alimentos de venta al por mayor y recibe un salario mínimo, que actualmente es todo el ingreso del hogar. Con este valor, la familia aun ayuda a la madre de Zuila, que tiene problemas de salud.

La limpiadora cuenta que se siente más tranquila por haber sido beneficiada con las medidas del gobierno del estado, que eximió las tarifas de agua y energía de las viviendas que consumen hasta un 100 kilowatt (kW). Tales medidas no fueron implantadas por el gobierno paulista.

Pero en Pará a la crisis del coronavirus se suma a algo que acomete la ciudad todos los años: la subida de la marea. Debido a la ausencia de saneamiento básico y del alto volumen de lluvias, el agua invade las casas a diario.

Renta Básica de Emergencia

Beatriz y Zulia se adecuan al perfil que recibirá el subsidio de emergencia del gobierno, propuesto por el Congreso Nacional. Cerca de 38,1 millones de trabajadores informales del país y gran parte de los 13,6 millones de habitantes de favelas — según los datos del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE) y del instituto Data Favela, respectivamente.

El subsidio fue liberado por el gobierno a partir del último martes (7) para trabajadores informales, pero aun quedan dudan sobre cómo acceder al subsidio y el tiempo de espera que el valor sea liberado.

“No sé ni cuando van a pagar. Dicen que las limpiadoras también tienen derecho [al subsidio], porque estoy sin trabajo”, dice Zulia.

Beatriz Mendonça, teme que el gobierno tarde en liberar el recurso financiero y que la situación de las comunidades empeore. En sus palabras, la renta básica de emergencia es una necesidad urgente, “para ayer”.

Realidad precaria

El escenario que describen las trabajadoras puede ser aún peor si las favelas empiezan a tener una aceleración descontrolada de la pandemia, según Nani Cruz, coordinadora del centro social Rescate a la ciudadanía Grajaú Paulo VI que desde hace 20 años actúa con niños y adolescentes en situación de vulnerabilidad en Grajaú, e integrante de la Central de Movimientos Populares (CMP).

Ella señala que incluso seguir las recomendaciones del Ministerio de Salud es más complicado en las periferias ya que, la realidad precaria de las familias en las comunidades, dificultan la higiene y el distanciamiento.

“En un espacio solo con una habitación y cocina viven seis personas. A veces, algunas familias viven hasta ocho personas o más. ¿Qué pueden hacer para seguir las orientaciones? ¿Cómo será la dinámica en esa realidad? Porque es otra dinámica de prevención y cuidados”, cuestiona la líder comunitaria.

Hay algunos casos del nuevo coronavirus en Grajaú, lo que preocupa a la líder, que afirma que los hospitales públicos de la región no tienen estructura para atender a todas las personas y la situación de ls habitantes del distrito solo profundizan la posibilidad de propagación de la epidemia.

Solidaridad

La unión en estos momentos de crisis es fundamental para la supervivencia de las personas y debido a eso se crearon redes de solidaridad para apoyar a las familias y demandar acciones concretas del poder público.

La Central de Movimientos Populares (CMP), la Unión Nacional por Viviendas Populares (UNMP por sus siglas en portugués) y otras 30 organizaciones sociales lanzaron la plataforma online Movimientos contra la covid-19 para exigir que el Estado “se responsabilice por la solución de la crisis”, con acciones más concretas como la distribución de productos de higiene y canastas de alimentos.

La vendedora Beatriz Mendonça recibió donativos de las campañas de solidaridad esta semana, lo que según ella fue un “alivio”. “Porque casi no había nada en casa, no había café, azúcar. “Recibir la canasta ayudó mucho, pero faltarán otras cosas, como la leche para los niños, frutas. Por lo menos vamos a utilizar el dinero para comprar otras cosas, porque los niños no se alimentan solo de arroz y frijoles. Ayudó mucho, enhorabuena”, cuenta.

Alternativas

La unidad de los movimientos populares animan la organización de diversas redes de solidaridad en todo el país. Las organizaciones también se articularon para exigir medidas al gobierno de Jair Bolsonaro, gobiernos estaduales y municipales, al poder legislativo y judicial.

El Frente Brasil Popular y el Frente Pueblo Sin Miedo lanzaron juntos, el 31 de marzo, la Plataforma de Emergencia para Enfrentar la Pandemia del Coronavirus y la Crisis Brasileña, que cuenta con más de 60 propuestas para la crisis económica y sanitaria en el país.

Entre las medidas reivindicadas para la población más pobre están la implantación inmediata de la renta básica de emergencia, la exención de las tarifas de servicios básicos de energía eléctrica, gas y de los alquileres.

Según los movimientos y organizaciones que componen los dos frentes, hay que crear “condiciones básicas para salvar a nuestro pueblo, con promoción y fortalecimiento de la salud pública, garantía de empleo e ingresos para los trabajadores; protección social, derecho a la alimentación y vivienda para todos; reorientación de la economía y destino de los recursos públicos”.

Los movimientos brasileños también lanzaron, el pasado martes (07), la plataforma online todomundo.org para visibilizar las iniciativas de solidaridad en Brasil en medio de la crisis generada por el nuevo coronavirus. Las donaciones pueden ser realizadas a través del sitioweb todomundo.org/.

Brasil de Fato / COMCOSUR MUJER Nº 637 – 20/04/2020

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4) CHILE: EN LUGAR DE GARANTIZAR EL EXAMEN GRATUITO DEL COVID-19, SE OPTÓ POR MILITARIZAR EL PAÍS

Entrevista a Javiera Olivares, periodista y activista social

En apenas seis meses, Chile saltó de un “estado de emergencia” por las masivas protestas sociales, a un “estado de catástrofe” por la llegada del COVID-19 al país suramericano.

Desde octubre de 2019, los chilenos exigen revertir un modelo político y económico que, según denuncian, ha provocado una profunda desigualdad social. Una realidad que el coronavirus ha dejado más en evidencia.

Javiera Olivares, periodista, activista social y quien fue la primer mujer en presidir el Colegio de Periodistas de Chile, se encontraba en Andalucía cuando estalló la emergencia sanitaria del COVID-19 en España y en Chile. Desde este lugar del mundo le ha tocado seguir las noticias de su país y desde su confinamiento conversa con Sputnik sobre la situación que se vive en Chile, uno de los países de América Latina más afectados por la pandemia y cuyo pico se prevé para finales de abril o inicios de mayo.

—Brasil, Ecuador y Chile son los países de América Latina más afectados por el COVID-19. ¿Cuál es la receta que está aplicando el Gobierno chileno para enfrentar esta pandemia?

—Desde mi punto de vista, el Gobierno chileno ha tenido una muy mala gestión para confrontar esta pandemia, porque lejos de seguir las recetas que se han ido afianzando en el mundo, como son las medidas de confinamiento, ha decidido no decretar medidas rigurosas de cuarentena. Lo que tenemos hoy día en Chile es un país prácticamente funcionando de manera casi normal con cuarentena solo en algunas regiones muy específicas. Los trabajadores tienen que seguir asistiendo a sus trabajos, las pequeñas empresas y comercios siguen funcionando con relativa normalidad y el transporte público sigue igual. Digamos que lo único que se ha paralizado es el sector educativo, que en su mayoría están con sus clases virtuales.

—¿Cuáles regiones están paralizadas y cuáles no?

—Las regiones que están paralizadas de manera más importante son aquellas que tienen mayores ingresos, donde viven las personas más acomodadas económicamente, como por ejemplo en el sector oriente de Santiago de Chile, la capital.

En el resto de Chile no existen las garantías mínimas para que las clases trabajadoras, las personas que sobreviven de un sueldo, las que tienen que trabajar para vivir, puedan hacer una cuarentena efectiva. Es una medida excluyente y clasista que redunda en este Chile que hemos tenido, donde hay mucha estratificación de clases, donde hay diferencia de trato para los que tienen más y menor protección para los que son más pobres.

—¿Y por qué no se estarían tomando medidas de confinamiento para todos por igual?

—La explicación técnica que se dio inicialmente tenía que ver con que el contagio venía de manera importada de personas que habían viajado a Europa, que fundamentalmente eran de esas comunas más adineradas.

Sin embargo, con el paso del tiempo, observamos que hay altos niveles de contagio en comunas menos favorecidas, como San Miguel, La Florida, Macul, que no están en cuarentena. El presidente también dijo recientemente que él no está de acuerdo con decretar una cuarentena total porque, a su juicio, Chile no tiene la necesidad ni las condiciones para generar una cuarentena rigurosa y efectiva para todos. Eso ha provocado que los más pobres estén experimentando la peor parte.

—¿Cuáles son los sectores poblacionales de mayor riesgo en este momento?

Una de las regiones que ha manifestado mayor curva de contagio y que sí está en cuarentena, porque ya es alarmante, ha sido la IX Región, en la zona de Temuco, en el centro del país, donde viven muchos de los mapuches. Allí hay un alto nivel de contagio, es un sector bastante deprimido, con mucha pobreza y alta tasa de desocupación. Nuestro pueblo mapuche está expuesto a un nivel de contagio altísimo justamente por no haberse tomado las medidas rigurosas iniciales.

Un segundo sector son nuestros ancianos porque las condiciones de vida de nuestros adultos mayores es realmente dramática. Por ejemplo, un 70% de los jubilados, mayores de 65 años, recibe una pensión menor de los 270.000 pesos chilenos, que vienen a ser como 300 euros. Eso no alcanza para vivir en Chile, que es uno de los países más caros de América Latina. Sumado a eso, si una persona quisiera tomarse un examen de COVID-19 en Chile tendría que pagar por él y nuestro sistema público de salud no da abasto, está atiborrado. Pero además, muchas veces son personas que están endeudadas. En Chile, alrededor de 12.000.000 de personas están endeudadas con la banca y 5.000.000 morosas. Todas ellas viven en condiciones muy difíciles.

—Pero Piñera dijo que iba a ayudar a los sectores más vulnerables y que para eso destinaría 2.000 millones de dólares.

—Sí, él ha anunciado dos normativas referentes al empleo y para la protección de la población en general, como la Ley del Teletrabajo, que no incluye a todos los trabajadores, y la Ley de protección del empleo. Pero es bien curioso porque después de anunciarlas hemos visto una ola de despidos. Recientemente, la multinacional H&M despidió a unos 1.500 trabajadores en Chile acogiéndose a esta ley.

Esta normativa lo que hace es inyectar recursos, pero para sostener el modelo de funcionamiento de las empresas, que igualmente están despidiendo a los trabajadores. Entonces, estos trabajadores deben acudir a los fondos de cesantía, que aunque tienen un aporte mínimo del estado, son fondos que ellos mismos han ido poniendo en esas cuentas porque de sus sueldos mensuales se les descuenta una parte para esos seguros. Entonces, finalmente, es dinero de ellos mismos lo que se les entrega cuando son despedidos. Luego, están dando fondos solidarios a las PYMES, empresas y una parte para los sectores más vulnerables, pero es una porción mínima de la población la que accede a esta ayuda. A las poblaciones más vulnerables se les da un único bono de unos 50.000 pesos, menos de 100 dólares, por carga familiar. Si bien puede ser una ayuda para personas que estén en una situación muy alicaída no resuelve el trasfondo del problema.

—¿Es cierto que en las empresas privadas no están aceptando las bajas médicas por COVID-19?

—Sí. Se ha denunciado mucho que en el sector privado a las personas vulnerables de contagio, o que presentan síntomas, se les rechazan las licencias por este tipo de circunstancias. Entonces son personas que en estas condiciones deben ir a trabajar. Es muy complicado.

—Se prevé que en Chile el pico del COVID-19 sería para finales de abril. ¿En qué condiciones enfrentará el sistema de salud chileno esta pandemia?

—El sistema de salud en Chile, junto al de educación, fue uno de los sistemas públicos más vapuleados de la región desde la dictadura de Pinochet en adelante y por todos los gobiernos que han experimentado en Chile el modelo neoliberal. Hoy en día tenemos un sistema donde el Estado subsidia al privado, existiendo grandes espacios privatizados en el ámbito de la salud, y donde el sector público tiene grandes carencias de recursos, de médicos de cabeceras, de nuevas tecnologías. Ya nuestro sistema de salud ha colapsado en tiempos de influenza, ahora, con este nuevo virus, que es menos conocido y que se espera su pico para pleno invierno, es muy probable que colapse. Por lo tanto es muy difícil para las personas cuya única alternativa que tienen es acudir al sistema público.

Además de esto, el Gobierno ha decidido desplegar una especie de hospital de campaña, como lo han hecho otros países del mundo, pero en un lugar muy conocido en Chile llamado el Espacio Riesco, que es un lugar que se utiliza para hacer conciertos, conferencias y que es un lugar privado que cobra altas sumas de dólares por su arriendo. Muchos se preguntan ¿por qué Piñera no utilizó un gimnasio, un liceo público, una universidad pública para habilitar ese hospital de campaña sin que implique un gasto tan alto? ¿quiénes van a utilizar estas camas? ¿quiénes la van a poder pagar? ¿quiénes tendrán acceso a ese hospital que obviamente tendrá una mejor atención que uno público?Una vez más vemos que el modelo neoliberal se repite: el Estado subsidiario le aporta al privado para seguir privatizando derechos.

—Se ha impuesto un toque de queda todos los días a partir de las 10 de la noche. ¿Cómo ha asumido la sociedad chilena esta medida?

—Uno entiende que la situación pandémica obliga a tener medidas rigurosas, pero también cuestiono si era necesario haber expuesto a la ciudadanía a un toque de queda, a volver a este tipo de imágenes habiendo tantas denuncias recientes de violaciones de DDHH por parte de estos cuerpos y que aún no están resueltas. Me parece que hay otras medidas rigurosas que se pudieron haber tomado, como por ejemplo, haber declarado gratuito el examen del COVID-19 en todas partes, una medida sencilla y fácil de tomar, sin embargo se optó por militarizar el país como primera y principal medida, incluso antes que la cuarentena.

—Desde octubre de 2019 hasta marzo de este año se vivieron inmensas manifestaciones en Chile, un estallido social pidiendo reivindicaciones, mejor calidad de vida para los chilenos. Pero el COVID-19 logró paralizarlo todo, hasta esta revuelta que parecía indetenible. ¿Se perdió todo lo alcanzado?

—No creo que se haya perdido todo.

Si veo que hay un repliegue porque hoy día la preocupación principal es cuidar las vidas y muchos de los que se movilizaban eran los sectores pobres, los que hoy día tienen que cuidarse más y no tienen las condiciones para afrontar esto. Tienen que trasladarse en transporte público sin tener acceso ni siquiera a mascarillas y guantes. Pero también esos compañeros que estaban en la primera línea de la movilización popular, ahora los ves desinfectando las manillas del metro, del transporte público. Han tomado un compromiso con la situación. Por otro lado, es innegable, que Piñera lo que está tratando de hacer es recuperar la agenda. Tanto es así, que junto a la militarización del país, han intentado dejar en libertad a torturadores, violadores de derechos humanos, criminales que desaparecieron y asesinaron a miles de personas durante la dictadura de Pinochet.

—Siempre se ha puesto a Chile como el ejemplo a seguir en América Latina y a Venezuela como el mal ejemplo. Incluso, los medios decían que si el COVID-19 llegaba a Venezuela sería una desgracia, pero ha pasado todo lo contrario. Hoy Venezuela es el país que más ha evitado la propagación y Chile uno de los que más lo sufre. ¿Cómo se entiende?

—Para mí es muy ilustrativo todo lo que está pasando. Creo que hoy día la disyuntiva es cómo salvar la vida. Hemos visto que en el modelo neoliberal no tenemos las garantías para poder tener garantizada la salud y la vida de las personas.

Aquellos actores íconos de la defensa del neoliberalismo como Sebastián Piñera, Jair Bolsonaro y Donald Trump arrojan las peores cifras de toda América vs los países a los que siempre llamaron “dictadores”, “violadores de DDHH”. Ahora resulta que Cuba es el país que está ayudando a Europa con sus brigadas médicas, como lo ha hecho siempre, y Venezuela es el país que tiene menos cifras de contagio. Parece que algo no les salió bien en el cálculo. Esto permite discutir sobre cuál es el modelo de desarrollo que sirve para garantizar la vida y cuál no.

Sputniknews/ COMCOSUR MUJER Nº 637 – 20/04/2020
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5) MÉXICO: ALERTAN QUE HAY MÁS FEMINICIDIOS QUE MUJERES MUERTAS POR CORONAVIRUS

El presidente de la Comisión Nacional de Tribunales Superiores de Justicia, Rafael Guerra Álvarez, reconoció que es alarmante la cifra de feminicidios y hay más mujeres muertas por ellos, que por la pandemia de coronavirus

El presidente de la Comisión Nacional de Tribunales Superiores de Justicia, Rafael Guerra Álvarez, reconoció que es alarmante la cifra de feminicidios y hay más mujeres muertas por ellos, que por la pandemia de coronavirus.

Con los datos informados este martes, dijo, “hay más feminicidios que la muerte de mujeres por coronavirus, es alarmante realmente. En conclusión: la mujer no está muriendo por el contagio sino por lo que estamos viviendo todas las familias (la cuarentena en casa) en esta contingencia”, agregó.

El Comunicado Técnico Diario sobre la pandemia de Covid-19 en México, emitido por la Secretaría de Salud, reflejó al corte del martes, que desde que se detectó el primer caso de coronavirus en el país, el 27 de febrero pasado, han fallecido 406 personas; el 30% de ellas mujeres (122).

En cambio, “cada día 10 mujeres mueren, cada 2 horas y media una mujer es asesinada”, recordó la titular del Instituto Nacional de las Mujeres, Nadine Gasman, quien expuso que la tendencia se mantiene y por la cuarentena obligada por la pandemia de coronavirus se ha incrementado además la violencia de género.

Con esas cifras, hasta hoy, a 49 días de que iniciara la presencia de coronavirus en el país, las mujeres víctimas de feminicidio serian ya alrededor de 490.

Ambos funcionarios participaron hoy en el Foro nacional virtual “Combate al feminicidio, a 8 años de su incorporación en el sistema de justicia: experiencias y desafíos”, que se difunde en las redes sociales de la Cámara de Diputados, y en el que legisladores y autoridades judiciales dialogan sobre la homologación del tipo penal de feminicidio.

En febrero pasado, el titular de la Fiscalía General de la República, Alejandro Gertz Manero, acordó con la Cámara trabajar en modificaciones en el Código Penal Federal, para “perfeccionar” el tipo penal de feminicidio y homologar la redacción en todos los códigos penales de las entidades, pues de lo contrario se obstaculiza llevar los casos de feminicidio ante los jueces y que concluyan con sentencias condenatorias.

Hoy, en el foro, Gertz expuso la voluntad de esa institución en el combate a ese tipo de delitos que, recordó, generalmente son del fuero común, es decir, la responsabilidad de judicializar, investigar y sancionar esos casos es del ámbito de las entidades.

Por eso “donde tenemos el problema es en tratar de homologar un tipo penal de orden común que pueda ser aplicado y recibido por las legislaturas locales, para que hagamos un esfuerzo de homologación a nivel de todo el país, tomando en cuenta ¿cuáles son los requerimientos que tiene ese delito y las capacidades que tienen quienes lo combaten y quienes lo previenen?”

La presidenta de la Comisión de Justicia, Pilar Ortega (PAN), una de las organizadoras del foro, expuso que el legislativo buscará ver cuáles son las áreas de oportunidad para poder garantizar una mejor investigación, persecución y sanción de ese tipo de delito, y esbozar los mecanismos institucionales necesarios para mitigar sus efectos.

El Universal / COMCOSUR MUJER Nº 637 – 20/04/2020
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6) POLONIA BUSCA LIMITAR EL ACCESO AL ABORTO EN PLENA PANDEMIA

En plena cuarentena por el COVID-19, que mantiene a las personas confinadas en sus hogares y por lo tanto, impide las protestas en espacios públicos, el parlamento polaco intenta penalizar la interrupción del embarazo cuando existe malformación fetal grave o letal, algo que pone en riesgo la propia salud de las mujeres.

Además de colocar restricciones al acceso al aborto, el parlamento de Polonia tiene previsto discutir del 15 al 16 abril una ley que elimine la promoción educativa sobre sexualidad a menores de edad.

En Polonia, la interrupción del aborto, ya es ilegal, excepto en casos de violación, incesto, cuando representa un riesgo para la salud de la mujer o cuando el feto tiene malformaciones graves. Esta legislación está vigente desde 1993.

Las propuestas de ley contempla la prohibición de la última causal, malformación del feto, y castigar con hasta 5 años de cárcel a quienes promuevan en escuelas la educación sexual entre los menores de 18 años.

La presidenta del parlamento polaco, Elzbieta Witek, en rueda de prensa apuntó que las propuestas de ley son iniciativas ciudadanas y señaló que al examinarlas, la legislatura nacional cumple su mandato democrático. “Los proyectos de los ciudadanos deben ser sometidos a los procedimientos del parlamento polaco, porque ésa es la ley”, pues el parlamento tiene el deber legal de considerar cualquier nuevo proyecto de ley antes de mayo, 6 meses después de haberse formado en las elecciones de octubre 2019.

Organizaciones civiles y diputadas de toda Europa advirtieron que el partido Ley y Justicia (PiS), el que está en el poder y apoyó la iniciativa, se aprovecha de la emergencia sanitaria para limitar los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres.

La directora de Amnistía Internacional Polonia, Draginja Nadazdin, a través del portal oficial de la organización dijo que “intentar aprobar estas leyes absolutamente retrógradas sería vergonzoso en cualquier momento, pero apresurarse a hacerlo ahora, aprovechando la crisis de COVID-19, es intolerable”.

Las nuevas leyes, señaló, “fomentarán el miedo y la ignorancia y restringirán aún más el acceso de las mujeres al aborto en un país cuya legislación sobre él es una de las más restrictivas de Europa”.

El martes pasado, siguiendo las medidas de seguridad para evitar contagios por COVID-19, decenas de mujeres protestaron en automóviles y bicicletas, tocando bocinas, exhibiendo carteles contra la ley y recorrieron las calles de la ciudad para llamar la atención sobre el problema.

De acuerdo con los datos del Ministerio de Salud de aquel país, en 2018, de los casi mil 100 abortos que se produjeron en los hospitales del país, mil 50 se llevaron a cabo bajo el supuesto de malformaciones del feto. “El 98 por ciento de los abortos legales en Polonia se realiza por anomalías fetales graves”, afirmó la Federación Internacional de Planificación Familiar en Europa en un comunicado hecho público el pasado martes.

En caso de que saliera adelante esta legislación, Polonia estaría violando la obligación de garantizar la protección de los Derechos Humanos, y supondría además, una negación casi total del acceso al aborto en el país.

Cabe recordar que Polonia tiene una de las leyes más estrictas de Europa sobre el aborto. En octubre de 2016 miles de mujeres, todas vestidas de negro, se movilizaron en Polonia en contra de un proyecto de ley que pretendía prohibir la interrupción del embarazo en cualquier caso y establecer penas de hasta 5 años de cárcel, incluso para las víctimas de violación. Por el paro, las mujeres no acudieron a las escuelas ni trabajos.

Cimacnoticias / COMCOSUR MUJER Nº 637 – 20/04/2020
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7) URUGUAY: VIOLENCIA DOMÉSTICA EN CANELONES: AUMENTAN CONSULTAS PERO NO DENUNCIAS

El Área de Género y Equidad de la Intendencia instrumenta protocolos para acercase a posibles víctimas

El Área de Género y Equidad de la Intendencia de Canelones ha constatado un incremento de consultas por casos de violencia doméstica en este último mes.

“No hay más denuncias pero sí ha habido más consultas”, dijo a Informe nacional la responsable de esta área, Rosina Lema.

Según expresó, esto se puede deber a que la situación de aislamiento social que conlleva la emergencia sanitaria dificulta la concreción de algunas denuncias.

Atendiendo a esto, explicó que se están instrumentando protocolos para poder acercarse a las posibles víctimas. Para esto, se trabaja de forma conjunta con los colectivos de mujeres que tratan este problema.
Escuchar audio: radiouruguay.uy/violencia-domestica-en-canelones-aumentan-consultas-pero-no-denuncias/

COMCOSUR MUJER Nº 637 – 20/04/2020
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8) URUGUAY: CONVERSATORIO “LAS MUJERES EN TIEMPOS DE PANDEMIA”

La Agrupación Pan y Rosas realizó un Conversatorio virtual con mujeres de Montevideo, Colonia y Canelones. Pese a la pandemia, al confinamiento y a la crisis económica y sanitaria, las mujeres nos seguimos organizando, y apostando a la lucha por nuestros derechos.

Trabajos precarios, cuarentena, violencia de género, tareas reproductivas y una olla difícil de llenar sin dinero. Las mujeres tenemos mucho para decir, para contar, para compartir.

Fueron 22 las mujeres conectadas el pasado jueves al Conversatorio de Pan y Rosas, y provenían de los departamentos de Montevideo, Canelones y Colonia. Se convocaron para conversar sobre “Las Mujeres en tiempos de Pandemia”.

En el Conversatorio se tomaron las siguientes resoluciones:

1-Fortalecer las ollas populares y las iniciativas de solidaridad que ya existen:

Montevideo: Olla popular de Comisión de Mujeres de ADES Montevideo // Olla popular de Comisión de Mujeres y Disidencias de AFUTU // Olla popular del SITVIP (sindicato de Trabajador@s de la Vía Pública)

Colonia del Sacramento: Olla popular Club Real de San Carlos (puntualmente se necesita leche en polvo y cocoa)

Melo: colecta de ropa y alimentos no perecederos para Colectivo de Mujeres Trans Campesinas Rebeldes de Cerro Largo

2-Realizar una campaña de difusión por las redes que incluya los siguientes puntos:

Apoyo incondicional a las trabajadoras y trabajadores de la salud, que están hoy en la primera línea del combate al Coronavirus, exponiendo su salud y la de su familia.
A la vez que exigimos mayor presupuesto para la salud ya que, tal como este mismo sector ha denunciado, faltan insumos (tapabocas, túnicas), faltan camas y profesionales para atender a los sistemas de salud que ya están colapsados.

Queremos cuidar nuestra salud, pero la cuarentena no puede cumplirse si no hay ingresos mínimos que garanticen nuestras necesidades básicas. No podemos elegir entre nuestra salud y nuestra alimentación.
Le exigimos al gobierno un salario digno para que todos los hogares puedan cubrir sus necesidades.

Rechazamos por indigno los $ 1.200 que el gobierno pretende entregar a más de 300 mil hogares que no tienen ningún beneficio ni prestación.

Es mentira que todos aportamos para superar esta crisis. Mientras que trabajadoras y trabajadores vieron sensiblemente afectado su sustento, los empresarios no aportan nada, o lo dejan librado a una “donación voluntaria”.

Es necesario poner todos los recursos a disposición. Por eso exigimos gravar con impuestos a la exportación de soja, de arroz y de carnes. O bien a la banca privada, que en 2019 tuvo U$S 340 millones de utilidades.

Rechazamos los intentos de querer debatir y votar la Ley de Urgente Consideración, en medio de la pandemia, ya que solo tiene el objetivo de habilitar aún más a las fuerzas represivas a amedrentarnos y violar los derechos humanos, y porque habilita a políticas neoliberales tanto en empresas como en entes públicos.

Los feminicidios no son daños colaterales. En este contexto de aislamiento, recae en nosotras el conjunto de las tareas de cuidado, domésticas, favorece el aislamiento y nos obliga a pasar largas horas con nuestros agresores.
Queremos financiamiento ya para la Ley Integral contra la violencia de género, y más presupuesto para refugios y para fortalecer los centros de asistencia a mujeres en situación de violencia.

Creemos que no están dadas las condiciones para la vuelta de clases: porque no se pueden garantizar las medidas mínimas de higiene como contar con jabón o papel higiénico en los baños, o una limpieza mínima en escuelas, liceos y UTUs.
A su vez, como denuncian los gremios de la educación, solo 1 de cada 3 estudiantes cuenta con internet en su hogar, o con algún dispositivo electrónico.

3-Pensar iniciativas artísticas que muestren la situación de las mujeres en esta pandemia:

Se propone la posibilidad de hacer un video para difundir en las redes, o bien una performance, o acción artística (como pintar un muro, por ejemplo). Se propone intervenir el puente de los accesos a Montevideo colgando algún cartel que podamos hacer previamente.

Si te interesa participar del próximo Conversatorio, o querés pensar con nosotras alguna de estas actividades, comunicáte a:
Fb: Pan y Rosas Uruguay
Tw: Pan y Rosas Uruguay Ig: panyrosasuy

Pan y Rosas / La Izquierda Diario / COMCOSUR MUJER Nº 637 – 20/04/2020
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“Siempre he partido de una idea elemental: la de que la verdad no necesita ser justificada por la adecuación a un objetivo superior. La verdad es la verdad y nada más. Debe ser servida, no servir.”
Eugenia Ginzburg / “El vértigo”.
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