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BRASIL: COMISARIOS ACUSAN A BOLSONARO DE INTIMIDAR AL JEFE DEL CASO «MARIELLE FRANCO» – comcosur mujer 621 – 04.11.2019

COMCOSUR MUJER / AÑO 16 /No. 621 /lunes 04.11.2019 – Hoy:

1) No se protege a la democracia cuando se la suspende de hecho
2) Brasil: Acusan a Bolsonaro de intimidar al jefe del caso “Marielle Franco”
3) Chile: Investigadora AI: «Lo que estamos viendo en Chile es realmente grave»
4) México: Obtilia Eugenio Manuel recibirá Premio Nacional de DDHH 2019
5) Rita Segato: “Hay que demostrar a los hombres que expresar la potencia a través de la violencia es una señal de debilidad”
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COMCOSUR MUJER / Fundado por Yessie Macchi / AÑO 16 /No. 621 – Lunes 04 de noviembre de 2019 / Producción: Beatriz Alonso y Belén Itza / Apoyo técnico: Carlos Dárdano
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“Por un mundo donde seamos socialmente iguales, humanamente diferentes y totalmente libres” Rosa Luxemburgo
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1) COMUNICADO CONJUNTO: NO SE PROTEGE A LA DEMOCRACIA CUANDO SE LA SUSPENDE DE HECHO

140 organizaciones de América latina se unen para denunciar las violaciones de los derechos humanos en Chile y Ecuador.

Los estados de excepción, toques de queda y militarización son respuestas autoritarias que disponen la suspensión de derechos y ocasionan graves violaciones. No resuelven los conflictos sociales y ponen en riesgo décadas de construcción democrática, que buscaron desterrar justamente aquellas prácticas.

América Latina es la región más desigual del mundo, en la que las mayorías sufren de forma desproporcionada los costos de políticas que restringen el acceso a derechos y benefician a los mercados a corto, mediano o largo plazo. En estos momentos, en algunos países de la región aumenta la desconfianza hacia los partidos políticos y las instituciones del Estado. Además de la gravísima declaración de estados de emergencia en Ecuador y Chile, la figura sobrevuela también en otros países ante situaciones diversas.

En Ecuador, las protestas escalaron luego de que el gobierno negociara con el FMI medidas que no tuvieron ningún mecanismo de participación o consulta ciudadana, como la quita del subsidio a los combustibles, que implicaron la suba del costo de vida y el consecuente descontento social. El 4 de octubre, el presidente Lenín Moreno trasladó el gobierno de Quito a Guayaquil y anunció un estado de excepción en todo el territorio por sesenta días. Con el decreto movilizó a las Fuerzas Armadas, suspendió los derechos de libertad de asociación y reunión y limitó la libertad de tránsito las 24 horas. Las protestas siguieron durante otros diez días y la represión policial y militar dejó al menos ocho muertos, 1340 heridos y 1152 detenidos, según cifras de la Defensoría del Pueblo de Ecuador. El nivel de conflicto cedió –por la facilitación de Naciones Unidas y de la conferencia episcopal– cuando el presidente Moreno dejó sin efecto la quita de los subsidios el pasado 13 de octubre. El 14 de octubre se levantó el estado de excepción y toque de queda, pero en los días siguientes avanzó la criminalización de dirigentes políticos y sociales con acusaciones judiciales de rebelión e insurrección, y órdenes de detención.

El 18 de octubre, el conflicto social hizo eclosión en Chile. Este país cuenta con una de las tasas más elevadas de desigualdad de la región, marcos constitucionales heredados de la dictadura militar y un índice de alrededor del 60% de abstención electoral, el más alto de América Latina. Las protestas se iniciaron contra el aumento de las tarifas del metro, lo que resonó en la acumulación de demandas sociales de amplios sectores, con masivas manifestaciones, quemas y saqueos en todo el país. Tal como en Ecuador, la respuesta del presidente Sebastián Piñera fue decretar el estado de emergencia y el toque de queda en numerosas regiones y localidades, incluida la capital. Como consecuencia, circulan tanques por la ciudad, las fuerzas armadas salieron a las calles con la atribución de realizar detenciones, en un marco de restricción de los derechos fundamentales. En este contexto de militarización se registran denuncias graves de tortura y violencia sexual en las detenciones. Al 27 de octubre, está confirmada la muerte de 19 personas y el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) asume que al menos 5 fueron causadas por carabineros y militares. Las cifras del INDH, en constante actualización, indican que hubo 3193 detenciones –343 son niñas, niños y adolescentes– y que, entre los más de 1000 heridos registrados, al menos 570 recibieron disparos de diferentes tipos de arma.

Los estándares internacionales de derechos humanos determinan que hechos de violencia en el marco de una protesta jamás pueden invocarse para caracterizarla como violenta en su totalidad. Los contextos de protestas extendidas en general suponen situaciones de conflictividad y tensión. Se etiquetan ampliamente estas situaciones como “no pacíficas” para negar los derechos que protegen a la protesta social y a los manifestantes. La mirada totalizante sobre la protesta como violenta no debe desdibujar sus reclamos de fondo: las inequidades y carencias sociales crecientes en una región que hace décadas se esfuerza por consolidar sus democracias.

Al contrario, la fortaleza de las democracias se despliega en su posibilidad de articular y canalizar políticamente el conflicto. Asumir respuestas de excepción y suspensión de derechos para responder a la conflictividad social amenaza al Estado de derecho.

Como organizaciones de derechos humanos, políticas y sociales de América Latina:

Solicitamos el cese inmediato de los estados de excepción y emergencia y los toques de queda en Ecuador y Chile y el retiro de las fuerzas armadas de las tareas de seguridad.

Reiteramos la obligación de los Estados de investigar las muertes y otras violaciones de derechos humanos de manera pronta, efectiva e imparcial, y de no criminalizar la protesta social.

Llamamos a la OEA y a la ONU y a sus mecanismos de protección de derechos humanos a tomar una clara posición sobre la habilitación de medidas de excepción y suspensión de derechos.

Manifestamos nuestra preocupación por las declaraciones de otros líderes de la región respecto del posible uso de este tipo de medidas como respuesta a conflictos políticos y sociales, que terminan erosionando la legitimidad de los procesos democráticos y de los proyectos populares.

Siguen firmas de las organizaciones: www.mujeresdelsur-afm.org/comunicado-conjunto-no-se-protege-a-la-democracia-cuando-se-la-suspende-de-hecho/

COMCOSUR MUJER Nº 621 – 04/11/2019
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2) BRASIL: COMISARIOS ACUSAN A BOLSONARO DE INTIMIDAR AL JEFE DEL CASO MARIELLE FRANCO

Comisarios de la Policía de Brasil acusaron al presidente Jair Bolsonaro de «intentar intimidar» al encargado de investigar el asesinato de la concejala de Río de Janeiro y activista de DD. HH. Marielle Franco.

Asociaciones y sindicatos de comisarios de la Policía de Brasil acusaron este domingo 3 de noviembre al presidente Jair Bolsonaro de «intentar intimidar» al encargado de la investigación del asesinato de la concejala de Río de Janeiro y activista de derechos humanos, Marielle Franco, ocurrido hace unos 20 meses.

«Valiéndose del cargo de presidente de la República y de instituciones del Estado, (Bolsonaro) claramente ataca e intenta intimidar al comisario de la Policía de Río de Janeiro, con la intención de inhibir la imparcial investigación de la verdad», señala el comunicado firmado por cinco entidades.
Las asociaciones y sindicatos policiales salieron así en defensa del comisario Daniel Rosa, que lidera las investigaciones del crimen contra la concejala ocurrido el 14 de marzo de 2018.

El nombre de Bolsonaro apareció en la investigación del caso a partir de una declaración de un testigo, filtrado por TV Globo, que afirmó que los supuestos asesinos de la concejala estuvieron poco antes del crimen en el condominio de Río de Janeiro en donde el mandatario tiene su residencia particular.

El asunto generó una enorme polémica, pero en menos de 24 horas se zanjó cuando la Fiscalía de Río aseguró que ese testigo mintió al citar el nombre del líder ultraderechista.

El testigo en cuestión es el portero de la urbanización y explicó que el expolicía Élcio Queiroz, uno de los acusados del asesinato, le dijo que iba a la casa de Bolsonaro, en la época diputado federal, y que alguien de allí le autorizó la entrada.

Pero Queiroz se dirigió finalmente a la residencia de Ronnie Lessa, el otro acusado de efectuar los disparos contra la activista de Río y vecino de Bolsonaro.

La declaración es contradictoria, pues el hoy presidente se encontraba ese 14 de marzo de 2018 en Brasilia, a más de mil kilómetros de Río, como muestran los registros oficiales del Congreso.

Antes de la aclaración de la Fiscalía, uno de los hijos del presidente, Carlos Bolsonaro, hizo públicas las conversaciones de ese día de la portería de la urbanización, en las que se constata que la entrada de Élcio Queiroz fue autorizada por el propio Ronnie Lessa y no por nadie de la casa del gobernante.

En la víspera, Jair Bolsonaro afirmó que se hicieron con los audios de las llamadas entre la portería y las residencias del condominio antes de que, según él, los archivos fueran adulterados.

«Los tomamos antes de que fueran adulterados o intentaran adulterarlos. Tomamos toda la memoria de la secretaría electrónica que es guardada desde hace más de un año. La voz no es mía», reveló el presidente, en declaraciones recogidas por el diario O Globo.
También acusó al gobernador de Río de Janeiro, Wilson Witzel, de «manipular» las investigaciones del crimen y del comisario responsable del caso dijo que es «muy amiguito del gobernador», según destacó el periódico.

En este sentido, las cinco asociaciones y sindicatos policiales que emitieron el comunicado este domingo «repudiaron» las declaraciones de Bolsonaro sobre el tema.

«En los videos de sus redes sociales y en materia publicada por el diario O Globo, el sábado, el presidente insinúa el direccionamiento de las investigaciones, incluso con la alteración de pruebas y coacción de testigo, y se refiere al comisario encargado del caso como ‘amiguito’ del gobernador» de Río, afirman en la nota.

Y agregan: «El cargo de jefe del Poder Ejecutivo no le permite cometer atentados a la honra de personas, muchos menos de aquellas que, en el ejercicio de la función pública, desempeñan sus funciones en interés de la sociedad y, no de cualquier gobierno».

Las investigaciones del asesinato de Franco continúan abiertas casi 20 meses después. Hasta el momento han sido detenidos los dos supuestos autores materiales (los expolicías Élcio Queiroz y Ronnie Lessa), pero aún falta por determinar quién fue el autor intelectual.

Deutsche Welle / COMCOSUR MUJER Nº 621 – 04/11/2019
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3) CHILE: INVESTIGADORA AMNISTÍA INTERNACIONAL: «LO QUE ESTAMOS VIENDO EN CHILE ES REALMENTE GRAVE»

Pilar San Martín llegó junto a un equipo para investigar los casos de violaciones a los derechos humanos cometidos por las fuerzas de orden durante las manifestaciones en el país.

El pasado lunes 29 de octubre llegó un equipo de Amnistía Internacional para investigar y evaluar los casos de violaciones a los derechos humanos ocurridas durante los últimos días en Chile tras las masivas manifestaciones.

Pilar San Martín, una de las investigadoras del equipo reveló que tras el primer día y las evaluaciones preliminares se han encontrado con una realidad preocupante.

«Vemos indicios de graves violaciones a los derechos humanos y tortura. Lo vemos a un nivel masivo y lo vemos durante un tiempo sostenido», expresó San Martín.

La investigadora lamentó tener que ver estas situaciones en Chile, ya que no es común ver estas situaciones en países en democracia.

«No esperábamos ver esto en Chile. Solemos desplegarnos en países como Venezuela, en Nicaragua, Honduras, donde la situación es verdaderamente alarmante donde los gobiernos son acusado de crimines de lesa humanidad», explicó.

Ante los datos que han podido recabar, San Martín indicó que «lo que estamos viendo en Chile es realmente grave (…) esas cifras hablan de una situación que se está manteniendo donde el Gobierno y el Presidente debería poner todas las medidas para que esto no siga pasando. El hecho de que no esté (el gobierno) poniendo las medidas a esta represión es un mensaje pésimo porque es su obligación».

Finalmente aclaró que se reunirán tanto con víctimas como con el Gobierno, Carabineros y miembros de la sociedad para tener un panorama más amplio de lo que está ocurriendo.

«Las cifras son demasiado grandes, nos preocupan. Están ocurriendo día con día en una cantidad muy masiva y en ese sentido la autoridad tiene mucho que responder», concluyó.

24 horas / COMCOSUR MUJER Nº 621 – 04/11/2019
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4) MÉXICO: OBTILIA EUGENIO MANUEL RECIBIRÁ PREMIO NACIONAL DE DDHH 2019

La defensora de las comunidades indígenas y líder de la Organización del Pueblo Indígena Me’phaa (OPIM), Obtilia Eugenio Manuel fue elegida para recibir el Premio Nacional de Derechos Humanos 2019.

La habilidad de Obtilia para entrelazar las palabras del tlapaneco al español han servido para relatar y documentar las violaciones cometidas en el estado de Guerrero, desde la esterilización forzada de indígenas hasta la masacre del El Charco, donde fueron asesinados 11 mixtecos en 1998.

Desde la OPIM, una organización fundada en 2002 y ubicada en Ayutla de los Libres, en el estado de Guerrero, Obtilia ha acompañado a víctimas y sobrevivientes de la violencia, en particular de los abusos cometidos por el Ejército mexicano.

Uno de los casos emblemáticos que ha acompañado es la demanda de justicia de las indígenas Inés Fernández Ortega y Valentina Rosendo Catú, quienes, en 2002, en hechos diferentes, fueron violadas sexualmente por militares.

Obtilia fue traductora de ambas mujeres, quienes no hablaban español, pero que con la ayuda de la defensora consiguieron llevar su demanda hasta la Corte Interamericana de Derechos Humanos, quien en 2010 condenó al Estado mexicano por su responsabilidad en estos casos de violaciones a Derechos Humanos.

Su labor para llevar las palabras de las víctimas de secuestro o familiares de personas asesinadas también hizo integrante del Concejo Municipal de Autoridades Comunitarias de Ayutla.

Junto con su esposo, sus hijas e hijo y su hermana Andrea Eugenio Manuel ha trabajado para exigir el derecho a una vida digna y libre de violencia en la montaña de Guerrero, sin embargo su trabajo también la volvió blanco de amenazas.

Obtilia ha sido objeto de amenazas, vigilancia y hostigamientos a raíz de su labor de defensa de los derechos indígenas, en particular durante 2005 cuando acompañaba a Inés, su amiga, y a Valentina.

En meses recientes, el 12 de febrero, alrededor de las 7:40 de la mañana, Obtilia Eugenio Manuel y su compañero Hilario Cornelio Castro fueron desaparecidos después de abordar un taxi colectivo en el tramo carretero Tierra Colorada-Ocotito, cuando iban hacia Chilpancingo.

Ella y su acompañante no llegaron a su destino, y cuatro días después fueron localizadas con vida, sin que se dieran más detalles, por su seguridad. Tras el incidente, ella tuvo que ser desplazada de su hogar para protegerse.

El 29 de septiembre de 2018 ella rindió protesta como integrante del Concejo Municipal de Autoridades Comunitarias de Ayutla, primer municipio en Guerrero en regirse por usos y costumbres. Eugenio Manuel asumió la responsabilidad como enlace de la Comisión de Obras Públicas, y al aparecer encontró irregularidades en el otorgamiento de obras públicas.

De acuerdo con lo relatado por Eugenio Manuel al Diario “El sur”, desconoce quiénes fueron sus captores y los motivos por los que la privaron de la libertad a ella y a Hilario, y agradeció la solidaridad de personas de la comunidad.

Por su trayectoria, el Consejo de Premiación aprobó por unanimidad otorgarle el premio y la ceremonia de entrega se llevará a cabo el día que determine el Ejecutivo Federal, según informó la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).

Cimac / COMCOSUR MUJER Nº 621 – 04/11/2019
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5) RITA SEGATO: “HAY QUE DEMOSTRAR A LOS HOMBRES QUE EXPRESAR LA POTENCIA A TRAVÉS DE LA VIOLENCIA ES UNA SEÑAL DE DEBILIDAD”

La escritora, antropóloga y activista feminista argentina residente en Brasilia, habla sobre feminismos y machismos.

Me invita a un helado mientras visitamos Santander. Nos cuenta que una señal para distinguir un buen helado es que se derrita rápido: tendrá menos agua y conservantes, y será más cremoso.

Todo en ella es cercano. Su acento, su mirada y sus palabras. Mi colega Sergio le hace una ruta por la ciudad y cuenta sobre el incendio que la arrasó. También que, a partir de ahí, la especulación y los intereses de clase moldearon el espacio a su gusto. Ella es siempre curiosa, responde a todo con sorpresa y te escucha con atención.

Rita Segato (Buenos Aires, 1951) vino a la ciudad a dar un curso sobre Discriminación y Violencia en la Universidad Menéndez Pelayo. Yo asistí al curso con ganas. Sus clases siempre hierven de ideas, conceptos e imágenes que vuelan de un lado a otro. Como buena antropóloga, tiene ejemplos para todo. Cultos de posesión, rituales de iniciación, mitos clásicos, arte, política, guerra. Sus ideas son fuertes y golpean duro.

Afirmas que tu trabajo debe entenderse como un estudio sobre la masculinidad. En estos estudios, la violación siempre ha sido un tema central. ¿Qué relación existe entre la masculinidad y la violación?

Creo que la violación esconde un factor fundamental del orden patriarcal imperante. Hay que entender que la violación no es un crimen como cualquier otro. La violación se aleja, a la vez, de esa imagen del hombre como lobo hambriento que viola porque no puede controlarse, y también de la imagen del hombre como ladrón, que roba el sexo de la mujer. La violación no es un crimen sexual; es, más bien, un crimen expresivo, por un medio sexual. Con la violación se dicen dos cosas: una a la mujer y otra a los otros hombres.

A la mujer se le comunica una lección moral: la mujer es sospechosa de inmoral desde el comienzo de los tiempos, y la violación le castiga por desobediente. A los otros hombres, la violación les comunica la potencia. La masculinidad, para mantenerse, tiene que confirmarse por los interlocutores masculinos y, para ello, necesita exhibirse.

El caso de La Manada aparece acá como el paradigma de la interlocución masculina. Mediante el acto grupal aflora una estructura que es la del orden patriarcal, un orden que ordena sacrificar una víctima para la construcción de la masculinidad de sus agresores. Y aquí, en la violación, la masculinidad se revela frágil porque se estructura como la exhibición violenta de una potencia para los ojos de los otros hombres.

Es la búsqueda desesperada de afirmación. Es clarísimo en La Manada esto. Por esto se graban, por eso comparten el vídeo. Es un placer narcisista masculino en el que se revela una cofradía en la que los aspirantes a hombres necesitan recibir su título de los ojos de los otros hombres.

En España, desde el caso de La Manada se han dado 135 casos de violaciones grupales, 43 solo en 2019. ¿A qué se debe esta epidemia?

No me gusta el término epidemia para esto. La epidemia es automática y retira la deliberación. Prefiero usar el término de mímesis. La pregunta aquí es ¿por qué ese efecto mimético de la violación en grupo?

Como lo que se revela en la violación es una estructura, es muy fácil que esa estructura se replique. El caso de La Manada se replica porque, aunque se critiquen y se condenen, siguen apareciendo como un espectáculo de la potencia.

Y este espectáculo rige la masculinidad, sobre todo la de los jóvenes, que son los que no han conseguido probar aún su soberanía sobre la vida, su potencia. Ese espectáculo donde la confirmación de la potencia aparece como una fiesta masculina en la violación grupal hace que sea contagiosa. Es muy fácil que miméticamente se vaya replicando cuando los violadores aparecen en los medios de comunicación como hombres potentes. Y en eso tienen mucha responsabilidad los medios.

¿Y por qué aumenta ahora?

El aumento de las violaciones tiene que ver también con la precarización de la vida. Si hay cada vez más dificultades para exhibir una potencia económica, moral o intelectual, ya que los dueños del mundo son cada vez menos, el hombre vive como una emasculación esta precariedad: no tiene forma de afirmarse.

El mandato de masculinidad dice a los hombres que necesitan apropiarse de algo, ser dueños. La precarización de la posición masculina pone en cuestión su potencia. Y por lo tanto solo queda la violencia —sexual, física, bélica— para restaurarse en la posición masculina.

Crímenes como las violaciones en grupo muestran la existencia de una masculinidad progresivamente precarizada. Es una necesidad urgente que los hombres redefinan lo que es ser hombre, porque, si no, van a ser atrapados por una ola de violencia.

Al hablar sobre el hombre afirmas que a la masculinidad le acompaña siempre un factor de opacidad para sí mismo. El hombre no es reflexivo respecto a su masculinidad. ¿Cómo afecta esto a su lugar en el mundo?

En el trabajo que realicé durante más de diez años con violadores entendí que la violación muchas veces no es un acto inteligible para el propio violador. El violador, la mayoría de las veces, no entendía el propio acto. Ahí entendí que la masculinidad es opaca para sí misma, que no suele haber una reflexión ni una racionalidad descriptible detrás de muchos actos del hombre.

El hombre actúa de una forma automática para reponerse de esa posición inferiorizada. Hoy en día hay una inferiorización de todos y todas. Lo que pasa es que las mujeres esa inferiorización no la sentimos de la misma manera que los hombres. Los hombres tienen que reponer esa posición, y de ahí su búsqueda de demostrar la potencia. Hay que demostrar a los hombres que buscar expresar la potencia por medio de la violencia es una señal de debilidad. El hombre que usa el recurso de la violencia es un hombre frágil.

Lo que se quiere exhibir como potencia es precisamente impotencia. Ese mensaje, cuando lo comunico, lo reciben inmediatamente, entienden lo que estoy diciendo muy rápido. Y eso es porque existe un intenso sufrimiento masculino. Es deseable construir la masculinidad de otra forma.

Porque en esa búsqueda de la potencia por la violencia, el hombre se destruye, se deteriora. Mata, pero también muere. Les perjudica y no están nunca contentos.

¿Qué salida les queda entonces a los hombres?

Creo que la historia de la masculinidad ahora está marcada por los hombres que perciben y entienden su sufrimiento. Pero no creo que tengan que venir los hombres a salvar a las mujeres. Somos las mujeres las que estamos auxiliando a los hombres para percibir cuánto daño les hace el mandato de masculinidad y cuánto les puede interesar a ellos construir nuevos modelos de masculinidad.

Sin modelos de llegada, es decir, sin modelos fijos e ideales que tenemos que cumplir, porque esos modelos siempre pueden volverse autoritarios. Pero para eso hay que prestar mucha atención a los más jovencitos.

En las escuelas de Secundaria a las que he ido últimamente, hay muchos chicos que hacen un esfuerzo enorme por no ir en la dirección del machito. Hacen un esfuerzo enorme y creo que es por ahí por donde uno puede constituirse sin ese mandato de masculinidad.

La masculinidad está cambiando, pero si todo cambio abre un proceso de crisis, esta crisis también puede ser capitalizada por la reacción. ¿Qué piensas sobre el repliegue masculino hacia posiciones conservadoras?

Creo que la reacción responde a una agenda. Muchos hombres que se repliegan ahí están siendo captados por una agenda reaccionaria de todos aquellos que perciben que desmontando el mandato de la masculinidad y deshaciendo el orden patriarcal se está en riesgo de que todos los poderes caigan por tierra. Y aquí aparece el fascismo para capitalizar ese repliegue. Y eso es porque, por definición, el voto fascista es un voto característico de personas con resentimiento. Y hay varios tipos de resentimiento.

Hay personas que sienten que no han recibido el debido respeto, ni el debido aprecio. El fascismo es una estrategia. Mediante el señalamiento de un enemigo común, consigue construir un rebaño masivo de aliados. El fascismo es una política del enemigo.

Todas las políticas del resentimiento, que campan más cuando la insatisfacción se amplía, buscan un enemigo común. Los migrantes y las mujeres, en ese sentido, son un blanco fácil. El nuevo fundamentalismo vuelve a ver a la mujer como en la época de las brujas.

Y eso hace resurgir un patriarcado político, que es un orden que luego se va a revestir de discurso religioso, discurso moral, etc. Pero que el fondo es un orden político de dominación. El patriarcado es funcional al orden de los dueños. Ese patriarcado que dice que la mujer debe ser sometida y la demoniza.

¿Entonces el feminismo apunta al verdadero corazón de la estructura patriarcal que sostiene el orden de las cosas?

¡Por supuesto! ¡Y esto el poder lo sabe! El poder entiende que el feminismo que no tiende al poder puede desestabilizarlo todo. Por eso hay que tener cuidado con cierto feminismo que es patriarcal, es un feminismo que tiende al poder.

¿Te refieres al feminismo liberal?

Sí, pero no solo. También a algunos feminismos radicales. El feminismo tiende a disolver el poder porque lo distribuye. El feminismo busca un mundo vincular, donde la reciprocidad es uno de los valores centrales. Pero hay una voluntad por parte de algunos grupos de que exista una verdad feminista única y que las otras se supriman. El intento de vanguardizar lo veo muy feo. Porque una de las características de la practicidad feminista es que es pragmática, no verticalista y principista.

La politicidad femenina es un trabajo arduo, pero no va por ahí. Así vemos que hay grupos que se dicen feministas pero que se comportan de forma patriarcal, intentando tomar el poder en un sentido patriarcal. Por eso creo en el “Let it be” de los Beatles, deja que el tiempo actúe en nosotros. Abandonar esa visión utopista que define el camino que debemos recorrer porque tiene el objetivo claro. Esa visión tiende al autoritarismo.

En España este debate que enfrenta a varios feminismos se enfoca en el papel de las mujeres trans, en las trabajadoras sexuales y las mujeres racializadas. ¿Qué opinas sobre esto?

Al final es el debate sobre si las mujeres que tienen otros cuerpos pueden o no estar en la manifestación del movimiento. Eso en Argentina afectó mucho al movimiento Ni Una Menos. Casi hasta amenazarlo con romperlo. La presencia de que no puede haber otro cuerpo que no sea el de mujer. Me sale otra vez el “Let it be”. Hay que dejar ser, hay que dejar suceder. No podemos prevenir los males que pueden ocurrir si otros cuerpos aparecen junto al feminismo.

¿Para qué prevenirlo ahora? Vamos viendo lo que sucede, vamos viendo lo que pasa. No nos debemos olvidar de la diferencia entre el movimiento del Me Too y el movimiento del Ni una menos en Argentina. No tienen nada que ver el uno con el otro. El Me Too es mucho más pequeño, mucho más circunstancial y tiene otra estructura, y se refiere a otra historia de nación. El Me Too se dirige al Estado, el Ni una menos se dirige a la propia sociedad. No le pide nada al Estado, reflexiona sobre el periodo de cambio de la sociedad. Algo totalmente diferente. El Me Too viene del feminismo norteamericano.

Un feminismo que, salvo algunas raras excepciones, yo llamo feminismo ‘pilgrim’ (peregrino), el feminismo de los peregrinos puritanos fundadores. ¡Es un feminismo puritano! Por ejemplo, mis hijos fueron a un colegio en Estados Unidos y ese colegio tenía puesto en las paredes “No PDA”. “No Public Displays of Affection”, No muestras públicas de afecto…

No quiero eso en mi vida nunca. Y por eso hay que tener mucho cuidado con la pauta puritana. Hay un error muy grande que está ocurriendo en algunos feminismos: es necesario que nuestras muchachas y muchachos puedan negociar su deseo cara a cara, cuerpo a cuerpo.

Entregar al Estado o a los otros la negociación de nuestro deseo es un error muy grave… Yo puedo decirte “me gustas”, tú puedes decirme “me gustas”, vamos a negociarlo, sin ofensa. Esta habiendo una presión para entregar a una instancia ajena la negociación de nuestro deseo. Y eso no puede ser así.

El feminismo surge de prácticas muy prolongadas, tradiciones de colaboración y horizontalidad, y pluralidad absoluta. Y deberíamos mirar hacia ese momento donde no hay vanguardia, no hay una hegemonía de un sector que conduce al resto.

¿Cómo vamos a entender eso con la prohibición de la prostitución? Una cosa autoritaria en extremo. No creo que pueda haber esos autoritarismos en el movimiento feminista. La politicidad de la mujer es un soltar, no un prohibir. Claro que la prostitución y el prostíbulo es una de las grandes escuelas de la pedagogía de la crueldad masculina.

Los hombres van en grupo y no buscan tanto el acceso al cuerpo de la mujer, sino otra cosa: la celebración de la masculinidad, generar un pacto de complicidad entre hombres, etc. El hombre no va solo al burdel. Va en grupo. Y, por lo tanto, es un problema social de género. Pero no creo que la criminalización lo pueda solucionar. Porque la trata ya es ilegal, y eso no la ha abolido. La prohibición no es la eliminación del problema, es más bien la invitación a una clandestinización mayor todavía.

¿Qué futuro ves entonces para el feminismo en los próximos años?

Por mucho tiempo pensé que el feminismo no estaba consiguiendo llegar a destino. Los feminicidios no paraban, la violencia crecía cada vez más. Pero hoy pienso que las mujeres estamos tocando el núcleo de la reproducción del poder: el patrón patriarcal.

Por primera vez veo posible el acceso a una nueva politicidad y una nueva era social. Pero no viene por el Estado. Viene por las prácticas de las mujeres mismas, que son las guardianas del arraigo, del tejido de los vínculos. Y mi esfuerzo ahora es demostrar que esas prácticas de ese tejido del vínculo son políticas.

En ese tejido se esconde una política distinta. Las marchas de mujeres no son como las de los sindicatos, partidos políticos o movimientos masculinos. Tienen otras características: son festivas, son lúdicas, son amorosas. Allí se generan amistades inmediatas, son físicamente próximas.

Y todo eso genera vínculos, que son el soporte de la vida. Está habiendo un viraje para comprender que los soportes de la vida están ahí, y hay que cultivarlos y ver su contenido político. Además, lo que nos dice que estamos llegando a destino es la reacción de los que nos odian.

La reacción violenta de los de siempre es la medida de lo que estamos avanzando.

Rebelión / COMCOSUR MUJER Nº 621 – 04/11/2019

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“El perdón no se puede lanzar al aire, a ver si cae en la cabeza de quien corresponde” Luis Pérez Aguirre
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