1) Enseñar exige comprender que la educación es una forma de intervención en el mundo /Paulo Freire
2) Europa con toque de queda y emergencia extrema /Sergio Ferrari
3) Uruguay: Un proyecto de ley fija un máximo a las plantaciones forestales /Víctor L. Bacchetta
4) Uruguay: A puertas abiertas y con distancia social, Medicina concretó examen presencial
5) La construcción del enemigo mapuche /Claudia Rafael y Silvana Melo
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“Siempre he partido de una idea elemental: la de que la verdad no necesita ser justificada por la adecuación a un objetivo superior. La verdad es la verdad y nada más. Debe ser servida, no servir.”
Eugenia Ginzburg / “El vértigo”.
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Aviso: Los días viernes 25 de diciembre de 2020 y 1º de enero de 2021 no enviaremos el boletín “COMCOSUR INFORMA”.
Feliz Navidad y Año Nuevo para todas y todos! Fuerza y Esperanza!
COMCOSUR AL DÍA / AÑO 26 / Nº 2280 / miércoles 23.12.2020
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1) ENSEÑAR EXIGE COMPRENDER QUE LA EDUCACIÓN ES UNA FORMA DE INTERVENCIÓN EN EL MUNDO
Paulo Freire /Comunicación y Cultura, Formación en Radio /Radio SUR
..»No puedo ser profesor si no percibo cada vez mejor que mi práctica, al no poder ser neutra, exige de mí una definición. Una toma de posición. Decisión. Ruptura. Exige de mí, escoger entre esto y aquello. No puedo ser profesor en favor de quienquiera y en favor de no importa qué. No puedo ser profesor en favor simplemente del Hombre o de la Humanidad, frase de una vaguedad demasiado contrastante con lo concreto de mi práctica educativa. Soy profesor en favor de la decencia contra la falta de pudor, en favor de la libertad, contra el autoritarismo, de la autoridad, del libertinaje, de la democracia, como la dictadura de la derecha o la izquierda. Soy profesor en favor de la lucha constante contra cualquier tipo de discriminación, contra la dominación económica de las clases sociales. Soy profesor contra el orden capitalista vigente que inventó esa aberración: la miseria en la abundancia. Soy profesor en favor de la esperanza que me anima pese a todo. Soy profesor contra el desengaño que me consume y me inmoviliza. Soy profesor en favor de la belleza de mi propia práctica, belleza que se pierde si no cuido del saber que debo enseñar, si no peleo por este saber, si no lucho por las condiciones materiales necesarias sin las cuales mi cuerpo, descuidado, corre el riesgo de debilitarse y de ya no ser el testimonio que debe ser de un luchador pertinaz, que se cansa pero no desiste.
De la misma manera en que no puedo ser profesor sin sentirme capacitado de enseñar correctamente y bien los contenidos de mi disciplina tampoco puedo, por otro lado, reducir mi práctica docente a la mera enseñanza de esos contenidos. Ése es solo un momento de mi actividad pedagógica. Tan importante como la enseñanza de los contenidos es mi testimonio ético al enseñarlos»…
Freire, P. (1997). «Pedagogía de la Autonomía. Saberes necesarios de la práctica educativa». Siglo XXI. Buenos Aires /Radio SUR COMCOSUR AL DÍA / AÑO 26 / Nº 2280 / miércoles 23.12.2020
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2) EUROPA CON TOQUE DE QUEDA Y EMERGENCIA EXTREMA
Mucho peor que medio año atrás
Sergio Ferrari, desde Suiza /22.12.2020
Todas las precauciones a media tinta fracasaron. A partir de mediados de diciembre Europa comenzó a dar pasos hacia atrás similares al del primer confinamiento decretado en el primer trimestre del 2020. La tensión entre salud y economía se manifiesta hoy con más virulencia que durante la primera oleada. Y la explosión de la nueva cepa complica aún más la situación de un continente sobresaltado y cansado.
Alemania amaneció confinada el miércoles 16 de diciembre. Luego de una negociación nada simple de la canciller Angela Merkel con los 16 Estados regionales (Länder) el país vivirá como las marmotas hasta el 10 de enero.
Todos los comercios permanecen cerrados a excepción de los de alimentos, farmacias, droguerías. Las vacaciones escolares de fin de año se anticiparon y se prolongarán una semana adicional. De nuevo, quedarse en casa, repica como principal consigna estatal en medio de un aumento explosivo de infectados y muertos. Los más de 32 mil casos el 18 de diciembre ponía los pelos de punta en el país del continente que mejor había saldado la primera ola.
La “pandemia esta fuera de control”, reconoció públicamente al inicio de la semana pasada Markus Söder, dirigente de Baviera. Y por eso las fiestas serán atípicamente celebradas. Del 24 al 26 de diciembre se autorizan los encuentros de máximo cinco adultos de dos grupos habitacionales diferentes. Privilegiándolos entre familiares próximos pero que hayan reducido sus contactos sociales al menos siete días previos. Es decir, el Estado recomienda una auto- cuarentena preventiva de al menos una semana para asegurar ese modelo de Navidad íntima y con mascarillas.
Los hospitales, en particular los servicios de cuidados extensivos -como en muchos de los países europeos- están ya al límite de sus capacidades. Y para contrarrestar el parate económico en puerta, el ministro alemán de Finanzas prometió desbloquear mensualmente 11 mil millones de euros (casi 13,4 mil millones de dólares estadounidenses). Objetivo: sostener a los sectores golpeados por las medidas, mientras se mantenga este nuevo confinamiento. El home office o teletrabajo es altamente recomendado, exceptuándose del mismo, únicamente, aquellos actores productivos y de servicios que no pueden ser reemplazados en sus actividades laborales presenciales.
La banalización de la tragedia
En la mayoría de los países de Europa occidental la segunda ola es ya mucho peor que la primera a nivel de efectos directos. Un ejemplo muy de terreno: si entre marzo y agosto el Cantón de Berna – uno de los principales de toda Suiza- había registrado un total de 99 decesos, desde agosto a la actualidad cuadriplicó esa cifra en una espiral casi indetenible. A pesar de las restricciones parciales impuestas por las autoridades cantonales hace tres semanas, como el cierre temprano de bares y restaurantes.
Berna registra al 20 de diciembre factor R -el que mide el potencial de reproducción- de 1.11. Es decir, cada infectado podría contagiar a más de una persona. Lo que casi coincide con la media nacional helvética en igual fecha (1.06). Mucho más alta que un mes atrás que era de 0.74, a nivel nacional, el 8 de noviembre.
Con tasas de ocupación en los cuidados agudos e intensivos hospitalarios de más del 80%, las autoridades sanitarias del país vienen pegando gritos en el cielo desde hace días. Muchos de los cuales parecen ser apenas susurros en oídos sordos. En particular, los de los sectores concentrados de la economía, las fuerzas políticas de extrema derecha, algunos movimientos antivacunas, y un sector minoritario, pero para nada despreciable, de la sociedad, que exige “normalización ya”.
A diferencia de la primera ola de marzo, abril y mayo de este año, en la actualidad, el discurso de la economía prevalece al de la salud, ante una cierta desesperación del mundo científico-intelectual, que alta su voz pero no siempre es suficientemente tenido en cuenta en los ritmos y la contundencia de las medidas a tomar.
En los últimos días, hecho inaudito en la historia reciente de la Confederación, los directores de los cinco más prestigiosos hospitales universitarios del país, así como los expertos de la Task Force que asesora al gobierno, lanzaron mensajes dramáticos en relación a la sobrecarga hospitalaria. Anticipando que el sistema sanitario suizo -uno de los más desarrollados del continente-, no podría sobrevivir a una nueva duplicación de casos. Buena parte de las operaciones “normales” se postergan desde semanas a causa de la prioridad COVID-19.
Otros elementos “subjetivos” condicionan la percepción de esta segunda ola prácticamente en toda Europa. La sociedad parece hoy haber banalizado el sufrimiento y la muerte pandémica a pesar que los casos ya se viven prácticamente en cada grupo familiar.
El personal sanitario, reconocido por su labor en la primera ola con los aplausos ciudadanos cotidianos, hoy pasa casi desapercibido para la sociedad. En tanto los Estados no han implementado una coherente política de reconocimiento salarial y social ni a ellos ni a la-os trabajadora-es de servicios, transporte público, logística, de la venta etc.
Los hospitales, aunque mejor equipados y con mayor experiencia ante esta enfermedad, padecen las consecuencias del desgaste físico-psicológico acumulado del personal y los efectos de los propios contagios resultado de estar en la primera línea de fuego. Un reciente informe de la Organización Mundial de la Salud constata que si el personal de salud constituye solo el 3% de la población mundial representa el 14% de los casos de infecciones (www.who.int/es/director-general/speeches/detail/who-director-general-s-opening-remarks-at-the-media-briefing-on-covid-19—14-december-2020)
Adicionalmente, importantes sectores de la sociedad pagan el precio del cansancio de un año tan complejo como irregular, tan inaudito como inimaginable, tan desafiante como exigente. Donde pandemia y la crisis económico-social van de la mano y condicionan todo el universo cotidiano. Una serie de reportajes de la TV pública suizo-francesa sobre el impacto de la situación en los sectores juveniles, denominó ya a los nacidos en el 2000 como “generación COVID”. Portadora de una cantidad de vivencias particulares en general complejas a nivel de estudio, trabajo, vida social, de comportamientos y de relacionamientos sexual y social. Marcada por la imposibilidad de desplazarse, ni siquiera en Europa misma, lo que ya representa una “necesidad básica” para un amplio sector de la juventud en estas latitudes.
Emergencia continental
Con distintas modalidades el toque de queda se han convertido en regla corriente en la mayor parte de Europa Occidental.
Francia, que flexibilizó a mediados de diciembre circulación interna entre regiones, impuso sin embargo el toque de queda a partir de las 20 horas hasta las 6 del día siguiente. Medida de restricción también establecida en la mayor parte de Suiza a partir de las 19 horas (hora máxima de cierre de bares, restaurantes y todo tipo de negocios) aunque es permitida la circulación en las calles sin límite horario.
Bélgica incorporó también el toque de queda entre 22 y 6 horas. Se autoriza durante las fiestas que cada habitante pueda ver a 1 persona exterior de su grupo familiar. Para la gente que vive sola, el número es de dos. En los Países Bajos el confinamiento estricto decretado el 15 de diciembre durará cinco semanas. En tanto la tan particular Suecia -en cuanto a su concepción para confrontar la pandemia- desde hace dos semanas mantiene cerrado los liceos y limita los encuentros en épocas de las fiestas a 8 personas.
Noruega, con una de las tasas de contagios menos elevadas del continente, prolongó las medidas de confinamiento hasta mediados de enero. Casi en paralelo, Dinamarca, que había establecido fórmulas de control para la capital Copenhague, Aarhus y Odense el pasado 7 de diciembre, decidió ampliarlas a 31 municipios. Implica cierre de bares y restaurantes, colegios, centros deportivos y culturales.
Italia, que continúa teniendo el récord continental de muertos -69.214 desde el inicio de la pandemia al 21 de diciembre- dividió el país en zonas verde, naranja y roja. La mínima, implica restricción horaria para restaurantes y bares, así como cierre de museos, salas de espectáculos y deportivas. En zona roja, todo está cerrado, a excepción de los comercios de primera necesidad.
El toque de queda existe también en España, con diferencias de horario según las regiones. Varía, el inicio del mismo, de entre las 18 y las 22 horas. Los festejos del 24-25 y 31 de diciembre se podrán realizar con un máximo de 10 personas. Diez regiones continúan a aplicar restricciones significativas de circulación a la entrada y salida de sus territorios.
“Miles de muertos en silencio”, titulaba la edición del 15 de diciembre del cotidiano suizo Le Courrier presentando la situación helvética, pero que describe la cotidianeidad de un continente sumergido en una inmensa segunda ola pandémica. Y que ya comienza a calcular el potencial efecto de lo que podría ser la tercera, luego de las fiestas, si no se imponen medidas más rígidas en estos días.
El continente, que se *relajó* en el verano, subestimó el hecho que el virus no toma vacaciones. Pensó haber recuperado la “normalidad” y bajó la guardia en el trazado y en el autocontrol individual y colectivo.
Todo apunta a el peor invierno europeo desde después del fin de la Segunda Guerra mundial. Diciembre, enero y febrero serán meses tan largos como riesgosos. Y lleno de interrogantes, como por ejemplo en relación al potencial impacto de la nueva cepa más contagiosa aún que golpea principalmente a Gran Bretaña. De la cual se sabe poco y se especula mucho.
En este invierno el único horizonte medianamente optimista podría ser el dibujado por la vacuna, a punto de comenzarse generalizar en todo el continente.
Sin embargo, la vacuna no será a corto plazo la panacea para salir del empantanamiento sanitario continental actual. Se exigen dos dosis, con un mes de intermedio, para que comience a surtir efecto. Y el proceso de vacunación impone tiempos objetivos y tiempos subjetivos -procesos de convencimiento y aceptación – para que una parte importante de los 500 millones de europeos lleguen a inmunizarse.
La crisis pandémica, lejos de estar resuelta, transita en Europa el peor pico de la segunda ola. En medio de múltiples debates que develan las contradicciones más de fondo de su sociedad. Una principal, el de la primacía rectora de la salud o la prioridad de los intereses económicos.
Otra, no menos esencial, los plazos recortados de una vacuna cuyo impacto y efectos secundarios no pudieron ser analizados suficientemente. Hecho que confronta a la población, al mismo tiempo, al doble rol de “beneficiaria” y de “caballito de india”.
Y la tercera contradicción, tal vez la más vital, la que surge del nuevo mapa de prioridades que una sociedad dibuja en épocas de crisis. Y que se extiende a nivel mundial, con países enriquecidos que acaparan las dosis y naciones empobrecidas que podrían esperar meses, sino años, para recibirlas.
Y por el momento todo indica que el equipo del egoísta sálvese quien pueda – en este caso referido a la Europa auto centrada y con recursos- parece ganarle por goleada al equipo del planeta solidario, justo, y viable para todos.
Sergio Ferrari (Suiza)
COMCOSUR AL DÍA / AÑO 26 / Nº 2280 / miércoles 23.12.2020
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3) URUGUAY: UN PROYECTO DE LEY FIJA UN MÁXIMO A LAS PLANTACIONES FORESTALES
Se propone limitar las plantaciones de árboles a las zonas de prioridad forestal y que en total no superen el 10% del territorio nacional dedicado a las actividades agropecuarias
Víctor L. Bacchetta /Sudestada, 14/12/2020
Desde la sanción en 1987 de la Ley Forestal, la N°15.939, no se había realizado hasta el presente en el Parlamento una discusión sobre los impactos y los alcances de la política en este sector. Aquella ley dio lugar a una expansión extraordinaria de las plantaciones de árboles, sobre todo de eucaliptos y pinos, que sería el preámbulo de las dos plantas de celulosa instaladas luego y de la tercera en construcción.
La superficie de «bosques artificiales» pasó de 186.000 hectáreas en 1990 a 1:034.000 ha en 2019, gracias a subsidios y exenciones tributarias en las áreas de prioridad forestal, que luego se eliminaron. Pero desde 2007, las exenciones se trasladaron a las plantas de celulosa en zonas francas y las convirtieron en el rubro dominante del sector: 64% de la madera extraída en 2019 estuvo destinada a la celulosa.
La altísima rentabilidad dada por los subsidios de las zonas francas permite a UPM y Montes del Plata pagar márgenes de ganancia superiores a los de la ganadería y la agricultura. Por esta razón, las empresas y productores asociados se extendieron también fuera de las áreas de prioridad forestal, donde no es prohibido plantar. Un 29% de la forestación se encuentra en tierras aptas para otros cultivos.
La expansión forestal lleva a una mayor concentración y extranjerización simultánea de la tierra. Desde el año 2000 se vendió un 42% de la superficie productiva del país, en su mayoría a sociedades anónimas y fondos de inversión del exterior. En 2018 seis grupos extranjeros poseían más de 920 mil hectáreas dedicadas a la forestación, de las cuales 255 mil pertenecían a UPM y 246 mil a Montes del Plata.
La forestación y las fábricas de celulosa asociadas generan impactos ambientales y sociales de gran magnitud. Junto al vaciamiento del campo, los monocultivos en gran escala con especies exóticas (pino y eucalipto) reducen la disponibilidad de agua, destruyen la biodiversidad, acidifican y eliminan nutrientes del suelo. Asimismo, las plantas industriales contaminan aire y aguas superficiales y subterráneas.
Este sistema productivo fue promovido por las agencias financieras internacionales (JICA de Japón, Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo) y aceptado por los gobiernos nacionales sin distinción. Aunque nunca lo sometieron al voto popular, los tres mayores partidos representados en el Parlamento lo definieron «política de Estado» y aceptaron sus reglas hasta el último contrato por la nueva planta de celulosa de UPM.
Las fuentes oficiales brindan a menudo cifras sobre el aporte de este sector a la economía nacional. A 30 años de la Ley Forestal, el ex ministro de Ganadería, Tabaré Aguerre, dijo que representaba 3,6% del producto interno bruto y generaba 25.000 empleos. Por los registros del Banco de Previsión Social eran 16.799 trabajadores en 2019 y en la década anterior solo creció en 1.300 pese a haber iniciado su actividad Montes del Plata.
Por estas circunstancias, desde el comienzo, la aplicación de la Ley 15.939 generó polémica sobre los impactos de la forestación, ampliados con la instalación de las plantas de celulosa. Recientemente, sobre todo por las condiciones excepcionales otorgadas a UPM en el último contrato, recrudeció el debate sobre los reales aportes del sector y la iniciativa de ponerle límites se inscribe en este contexto.
Duro debate parlamentario en vista
La Comisión de Ganadería, Agricultura y Pesca de la Cámara de Diputados aprobó, el pasado 10 de diciembre, un proyecto de ley que por primera vez establece límites a la expansión de las plantaciones forestales con fines industriales en el país. La propuesta que ahora deberá tratarse en el plenario de la Cámara, fue apoyada por la mayoría de la comisión constituida por legisladores de Cabildo Abierto y el Frente Amplio.
“Desde muy diversos actores de la sociedad, son crecientes en los últimos años las fundamentadas preocupaciones ambientales, económicas y sociales – entre otras – acerca de los efectos que el actual modelo forestal produce en el país”, expresa la presentación del proyecto cuyo fin sería, según los autores, mejorar el desarrollo armónico de la actividad forestal a partir de los desafíos actuales y futuros.
El artículo 1º del proyecto establece que “la plantación de bosques Generales y de Rendimiento, tipificados en la Ley 15.939 y decretos reglamentarios queda limitada a los suelos de Prioridad Forestal”. La ley designa bosques “protectores” a los dedicados a conservar el suelo, el agua y otros recursos naturales, de “rendimiento” a los que producen madera con fines de transformación y «generales» a los restantes.
La fundamentación destaca los departamentos de Colonia, Durazno, Soriano y San José, donde 82, 81, 46 y 78 por ciento, respectivamente, de la forestación está fuera de suelos de prioridad forestal. Además, como los proyectos inferiores a 100 hectáreas no pasan por la Dirección Nacional de Medio Ambiente, decenas de miles de hectáreas han sido forestadas sin el estudio de impacto ambiental correspondiente.
El artículo 2 amplía la limitación al establecer que “la superficie total de bosques de Rendimiento y Generales en todo el país, no podrá superar el 10% de la superficie nacional bajo explotación agropecuaria”. De las 4:400.000 hectáreas que abarcarían hoy los suelos de prioridad forestal, ese porcentaje los reduce a 1:635.700 hectáreas, unas 600 mil ha adicionales a las efectivamente plantadas en la actualidad.
Los dos artículos modifican significativamente las condiciones bajo las cuales se venía desarrollando el sector. Desde el comienzo del tratamiento del tema en la comisión, las empresas reunidas en la Sociedad de Productores Forestales (SPF) y funcionarios de la Dirección General Forestal, cuyo director Carlos Faroppa era presidente de la SPF antes de asumir el cargo, se opusieron duramente a la propuesta.
Para la SPF, la cadena forestal es la primera del país y la que le permite el mejor aprovechamiento del recurso tierra. Al 3,6% del PIB en 2016, le agregan un 2 % en 2023 con la nueva planta de celulosa (UPM2). Insisten en que la forestación genera 25.500 empleos y sumará 10 mil más con la nueva planta de UPM. Las exportaciones del sector por 2.160 millones de dólares tendrán 1.200 millones adicionales con UPM 2.
El proyecto regulador fue apoyado en comisión por su presidente Alfredo Fratti, Nelson Larzábal y María Muñiz, del Frente Amplio, y Rafael Menéndez, de Cabildo Abierto. No votaron Francisco Ortiz y Rubén Bacigalupe, del Partido Nacional, ni Ricardo Molinelli, del Partido Colorado. Al modificar una política seguida hasta ahora en bloque por los partidos mayoritarios, los próximos debates prometen ser agitados.
Víctor L. Bacchetta /Sudestada, periodismo y transparencia COMCOSUR AL DÍA / AÑO 26 / Nº 2280 /miércoles 23.12.2020
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4) URUGUAY: A PUERTAS ABIERTAS Y CON DISTANCIA SOCIAL, MEDICINA CONCRETÓ EXAMEN PRESENCIAL
A pesar del pedido de estudiantes de segundo año, se concretó la evaluación de fin de curso, un día después de la suspensión anunciada por el rectorado de la Udelar el lunes 14.
Sudestada, 16/12/2020
En los pasillos de la Facultad de Medicina se sentía solo un leve soplido de viento, y alguna hoja de papel que daba vuelta un estudiante, mientras completaba las preguntas de su examen. El sonido, aunque imperceptible en otros momentos, aquí se oía claramente ante las puertas abiertas de los anfiteatros que dejaban ver a los alumnos sentados, con distancia social, pero con la vista enfocada en el examen de fin de año.
Así transcurrió uno de los últimos exámenes presenciales que realizó la Universidad de la República en este 2020, tras resolver a partir del 16 de diciembre la suspensión de todas las evaluaciones de este tipo, debido al aumento de casos de Covid-19 en Uruguay.
El protocolo para el ingreso a la facultad no se pudo cumplir en su totalidad, ya que no hubo controles en la entrada de los edificios. Y en algunos casos no se respetaron los horarios para entrar al salón y evitar las aglomeraciones entre los 972 alumnos que estaban citados a rendir el examen de segundo año de Medicina, perteneciente a la Unidad Curricular 11 (Cardiovascular y Respiratorio). Días antes alrededor de 200 personas habían desistido de rendir la prueba.
Tal fue el caso de María (nombre ficticio), quien, si bien tenía que llegar 15 minutos antes por la numeración de su salón, admite que ingresó cinco minutos antes porque se le hizo tarde. En diálogo con Sudestada, también relató que los docentes repartieron las hojas a todos los alumnos sin usar guantes u otra medida de prevención. Y tampoco había alcohol en gel a la vista. A su vez, tal como estaba previsto, no se tomó la temperatura en la puerta.
Tras una recorrida realizada por Sudestada, se constató que a pesar de la falta de ventilación de algunas áreas del antiguo edificio que aloja a la Facultad de Medicina, se mantuvieron las puertas de ingreso abiertas para permitir la circulación del aire. Suerte similar corrían los edificios de la ex fábrica de Alpargatas, que en su mayoría cuentan con ventanas.
Estudiantes involucrados en esta instancia de examen, emitieron el 11 de diciembre una nota a las autoridades de la Facultad solicitando no hacer la prueba presencial, debido al aumento de casos de Covid-19. Esto finalmente no tuvo una respuesta previa, sino que la orden de Udelar llegó para implementarse al día siguiente.
Consultados por Sudestada, representantes de varias gremiales estudiantiles de facultades como la de Derecho, manifestaron días atrás su preocupación por la realización de exámenes en los centros de estudio, teniendo en cuenta que muchos edificios son antiguos y/o no cuentan con la ventilación adecuada y necesaria para mantener las medidas sanitarias requeridas.
Eugenia Villar, integrante de la Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay en representación de la Facultad de Derecho, dijo a Sudestada que hubo instancias de votación para resolver frenar antes la realización de pruebas presenciales que comenzaron en agosto, pero todas terminaron con el resultado opuesto.
Finalmente, el lunes 14 a última hora, el rectorado de Udelar informó que cada facultad resolverá si toma los exámenes finales de forma virtual, a través de evaluaciones orales no presenciales o si se genera un nuevo calendario para concretarlas. De todas formas, se aclara que “en todos los casos deberá tenerse presente no generar mecanismos de bloqueo por previaturas, que dificulten la continuidad de los estudios en el primer semestre de 2021”. Este era un punto de preocupación para los estudiantes que dudaban a la hora de resolver si presentarse o no a dar un examen.
Réplica en ámbito privado
El ministro de Educación y Cultura Pablo Da Silveira, informó que el gobierno solicitará a las universidades privadas tomar una resolución similar en sus centros de estudio. Esta es una de las medidas que analiza el gobierno como forma de reducir la circulación de personas principalmente en Montevideo, departamento más afectado por la pandemia.
Tras analizar la situación junto al Ministerio de Salud Pública y el Grupo Asesor Científico Honorario (GACH), Da Silveira dijo en rueda de prensa que trasladarán el pedido de realizar las evaluaciones de forma virtual o postergarlas para el próximo año.
La Universidad Católica fue una de las primeras en tomar la medida. En un comunicado, la institución informó que desde el jueves 17 de diciembre los exámenes “se harán de forma virtual hasta terminar los exámenes de diciembre”.
En la misma línea fue la ORT, que empezó a aplicar este mecanismo a inicios de diciembre. Mientras que en la Universidad de Montevideo, aún no hay una directiva general y se realizan algunos exámenes virtuales tal como estaba previsto antes de esta resolución de Presidencia.
Sudestada, periodismo y transparencia
COMCOSUR AL DÍA / AÑO 26 / Nº 2280 / miércoles 23.12.2020
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5) LA CONSTRUCCIÓN DEL ENEMIGO MAPUCHE
Por Claudia Rafael y Silvana Melo /Agencia Pelota de trapo /28.05.2020
(APe).- Fue la naturaleza la que dijo aquí. Y la machi señaló el lugar que las raíces, las hojas y la savia le indicaron. Entonces la comunidad Lafken Winkul Mapu inició la toma de un territorio no ocupado.
Entre el bosque de cohiues y el lago Mascardi, en la bella y desigual Bariloche. Ni el Estado ni los operadores inmobiliarios ni sus secuaces mediáticos comprendieron la importancia de la recuperación de una machi después del exterminio planificado de siglos.
La decisión es el desalojo con represiones brutales y las campañas de fabricación de enemigos públicos internos y temibles con el nombre de la comunidad. Ataques, violencia, incendios, provocados por encapuchados a quienes se los etiqueta arbitrariamente y sin pruebas como parte de Lafken Winkul Mapu. En noviembre de 2017 Rafael Nahuel fue fusilado por la espalda en medio de la represión que protagonizó el grupo Albatros. Rafa intentaba huir por la sierra. No tenía con qué defenderse. La pata mediática de la represión llegó a decir que lo mató su propia familia.
Acorralada en esa tierra codiciada por emprendedores inmobiliarios que, en complicidad con el poder político, están dispuestos a recuperar con cualquier herramienta, la comunidad Lafken Winkul Mapu abraza a su machi. Porque siente que acecha el mundo que se yergue alrededor, con armas, medios de comunicación adjuntos y justicia injusta.
Desde mediados de mayo comenzaron a verse vehículos sacando fotos de la comunidad, patrulleros que se instalaban en las cercanías y efectivos que se adentraban en los bosques, disparaban y se iban. En una clara sociedad, empezaron a aparecer en los medios las noticias acusadoras hacia la comunidad. Los hechos eran generados y atribuidos, en una clara construcción del enemigo.
Marcela Cano, integrante de la Multisectorial contra la represión policial en Bariloche y colaboradora de la Gremial de Abogados (que está siguiendo la causa a través de los abogados Laura Taffetani y Eduardo Soares) relata a APe hora tras hora los dos días terribles de la semana pasada. Cuando la policía fue mano de obra de la construcción del enemigo público mapuche ante los escasos ojos azorados que la vieron.
-Miércoles 20 por la mañana. Un hombre en un auto particular toma fotografías y con señas y gritos provoca a los integrantes de la comunidad para que salgan. El mismo día a la tarde, cuatro efectivos, dos con escudos, dos con escopetas, se instalan alrededor, disparan y se van.
-Jueves 21 por la mañana. Llega el canal porteño TN. Toma imágenes desde la entrada y con drones. A las 12 pasa una camioneta con la caja llena de policías. Iba desde Bariloche con destino a Villa Mascardi. A las 14 la camioneta regresa vacía. A las 16,30 policías disparan con armas 9 mm y gritan los nombres de los hombres acompañados de insultos. Una familia de policías se instala en una cabaña dentro del predio, como si fueran turistas, muy cerca de la ruta. En una vivienda que figura en catastro como perteneciente al antiguo Gas del Estado (hoy Camuzzi). A las 18 dos camionetas y cuatro patrulleros, algunos de Bariloche, otros de Mascardi, cortan la ruta 40. Disparan hacia la comunidad. A las 19 pasan María Nahuel, tía de Rafael y su compañero. Ven un auto rojo y policías caminando con un bidón de nafta. Siguen hacia Mascardi y cuando vuelven ven la cabaña en llamas. Desde la comunidad ven el fuego y en la desesperación de que el incendio sea en el bosque, llaman a los bomberos.
-Miércoles 27 de mayo. Se hicieron las pericias ordenadas por la justicia federal de Bariloche. En una causa donde se investiga a la policía provincial de Río Negro. De esa pericia fueron parte como veedoras Marcela Cano y Carolina Alac, integrantes de las mismas organizaciones.
En esa pericia se aceptó el pedido de Lafken Winkul Mapu de que los policías de seguridad aeroportuaria que participaron no llevaran armas ni amenazaran con entrar al territorio en el que vive la comunidad.
Mientras la fiscal de la justicia provincial recorría la cabaña incendiada, sobre la ruta, el representante de Codeci (Consejo de Desarrollo de Comunidades Indigenas) participaba de una reunión junto a Luis Pilquimán, vicepresidente del INAI (Instituto de Asuntos Indígenas) y escucharon los balazos hacia las casas de la comunidad. “Fueron muy claritos”, aseguraron.
Para la machi, Betiana Colhuan, se pudo “frenar a los policías antes de entrar a la comunidad; pudimos resistir. La idea es siempre la misma: un posible allanamiento a la comunidad, con la intención de, ilegalmente, destruir todo lo que hay acá. La comunidad va a resistir hasta las últimas consecuencias. Mujeres, niñas y ancianos están resguardados en el bosque” (La Tinta).
La machi, la autoridad sanadora mapuche, inescindible del territorio. Donde están las plantas, las cortezas y el agua. En 2017 la búsqueda de ese territorio para la sanación del cuerpo y el alma terminó con niños presos en una comisaría. Con mujeres precintadas y una nena mapuche de diez años con las manos atadas atrás. Hoy es presa de una campaña de demonización mediática que los culpa de toda infamia que ocurra en la extensa y árida Patagonia. El infierno y el diablo son mapuche.
La comunidad está asentada en un territorio que cualquiera confunde con un paisaje paradisíaco. Hace demasiado frío allí. El sol sube recién al mediodía. En ese universo, la Lafken Winkul Mapu construye con sus propios tiempos su proyecto de vida. Un toro, una vaca, algunas gallinas, conejos, una huerta. Intentando vivir como mapuche su vida cotidiana.
Ya no tienen herramientas, motosierras y elementos de trabajo diario que les confiscaron, junto a los juguetes de sus niñas y niños, en los allanamientos de tres años atrás.
Será por eso que, relata Gustavo Figueroa, cada vez que la policía anda cerca y dispara, los niños de la comunidad toman los cartuchos de las balas y construyen pifilkas. Un instrumento ceremonial de viento.
Los niños pueden hacer música de aquello que sólo implica violencia. Pueden hacer vida de aquello que es muerte.
Claudia Rafael y Silvana Melo /Agencia Pelota de trapo
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“La izquierda no puede pensar sólo en ganar elecciones. Necesita tener como meta fundamental organizar al pueblo, y recuperar la hegemonía de las ideas de la clase obrera en la sociedad. Recuperar los valores humanistas y socialistas, y practicarlos, como la solidaridad, la defensa de la justicia social y la igualdad entre todos los seres humanos.”
Joao Pedro Stedile – MST (Brasil)
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Colaboran:
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José Antonio Rocca /La economía de a pie
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