1) Perspectivas post pandémicas para 2021 /Sergio Ferrari
2) EE.UU. – Democracia simulada: Llega Biden, pero el trumpismo se queda /Aram Aharonian
3) Uruguay: Advierten que más de 60% de los funcionarios de la Unidad Reguladora de Servicios de Comunicaciones (URSEC) puede jubilarse en este período
4) Cuando un amigo se va /Carlos Iaquinandi Castro
5) La construcción del enemigo mapuche /Claudia Rafael y Silvana Melo
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“Siempre he partido de una idea elemental: la de que la verdad no necesita ser justificada por la adecuación a un objetivo superior. La verdad es la verdad y nada más. Debe ser servida, no servir.”
Eugenia Ginzburg / “El vértigo”.
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Aviso: A partir del 1º al 31 de enero de 2021 no enviaremos boletines de “COMCOSUR” por descanso anual. Nos reencontramos en febrero! ¡
Feliz Año Nuevo para todas y todos! Fuerza y Esperanza!
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COMCOSUR AL DÍA / AÑO 26 / Nº 2281 / miércoles 30.12.2020
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1) PERSPECTIVAS POST PANDÉMICAS PARA 2021
No todo tiempo pasado fue mejor
Recuperación económica y vacunas animan el debate
Sergio Ferrari, de la ONU, Ginebra, Suiza
Cuando las buenas noticias escasean, las prognosis tibiamente positivas se vuelven relevantes. Aunque no alcanzará para recuperar los niveles de antes de la pandemia, América Latina y el Caribe podrían acariciar en 2021 un crecimiento económico positivo. Dejando atrás la mayor retracción de los últimos 120 años.
El mismo dependerá de numerosos factores todavía incontrolables, entre ellos, fundamentalmente, el desarrollo de la crisis sanitaria. Según estimaciones, dicho avance podría llegar al 3.7% el año próximo. Aunque tibio, sería altamente superior a la contracción promedio de -7.7% del 2020. De esta forma los tímidos indicadores de los próximos doce meses permitirían dejar atrás la profunda retracción del año a punto de concluir.
A nivel subregional, significaría para América del Sur un crecimiento en 2021 del 3.7% (en comparación con la caída del -7.3% este año); América Central se expandiría un 3.8% (caída de -6.5% en el 2020) mientras que El Caribe podría registrar un crecimiento del 4.2% el año que viene, contrastando con la regresión del -7.9% de los últimos 365 días.
Proyecciones que aparecen en el Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe 2020, elaborado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), que fue presentado la tercera semana de diciembre por el organismo de la ONU (www.cepal.org/es/comunicados/america-latina-caribe-tendra-crecimiento-positivo-2021-pero-alcanzara-recuperar-niveles).
La evaluación es categórica: el continente latinoamericano constituye la región más golpeada de todo el planeta “en desarrollo”. “En 2020 enfrenta una combinación de choques negativos de oferta y demanda sin precedentes”, que refuerza la tendencia de “bajo crecimiento” de la década pasada. La recuperación del nivel del Producto Interno Bruto (PBI) al nivel pre crisis recién se lograría dentro de 4 años, hacia el 2024.
Y recuerda que la contracción de la actividad económica implicó un aumento significativo del desempleo – en torno al 10.7% en 2020-, una profunda caída de la participación laboral y un aumento explosivo e indetenible de la pobreza y la desigualdad.
Antes de la pandemia, recuerda, se daba un bajo crecimiento económico: un 0.3% promedio en el sexenio 2014-2019, y en 2019, un pequeño 0.1%. Aunque mínimas, cifras positivas.
“Si bien los importantes esfuerzos fiscales y monetarios realizados por los países han permitido mitigar los efectos de la crisis, las consecuencias económicas y sociales de la pandemia han sido exacerbadas por los problemas estructurales que la región arrastra históricamente”, evalúa la CEPAL.
Futuro incierto
La potencial dinámica del crecimiento para el nuevo año está rodeada de una “alta incertidumbre”, estrechamente ligada a ciertas variables por el momento indescifrables, según la lectura coyuntural que hace el organismo continental.
Entre ellas, tres principales: los riesgos de rebrotes pandémicos; la agilidad para producir y distribuir las vacunas anti-Covid 19; y la capacidad para mantener los estímulos fiscales y monetarios para apoyar tanto la demanda como a los sectores productivos.
En perspectiva anticipa “que avanzar en un crecimiento sostenible e inclusivo” requiere de una transformación productiva hacia sectores ambientalmente sostenibles, que favorezcan la generación de empleo y la innovación tecnológica.
¿Cómo explicar el golpazo y la derivada convalecencia de la economía regional a partir de la crisis sanitaria? Pregunta del millón, que desencadena respuestas complementarias, acumuladas y condicionantes. Según la CEPAL, siete de las explicaciones principales son: las debilidades y brechas estructurales históricas de la región; su limitado espacio fiscal; la desigualdad; la escasa cobertura y acceso a la protección social; la elevada informalidad laboral; la heterogeneidad productiva; y la baja productividad.
Todos elementos centrales para entender el alcance de los efectos de la pandemia en las economías de la región, sus dificultades para implementar políticas que mitiguen estos efectos y los desafíos a la hora de emprender una reactivación económica sostenible e inclusiva, subraya.
Ideas o recetas
La CEPAL enfatiza que para evitar que la región continúe en su tendencia de bajo crecimiento son necesarias políticas fiscales y monetarias expansivas junto con proyectos/políticas ambientales e industriales, que permitan las transformaciones estructurales y promuevan un desarrollo sostenible.
Plantea la necesidad de priorizar el gasto para la reactivación y la transformación económica y social mediante el fomento de la inversión intensiva en empleo y ambientalmente sostenible en sectores estratégicos; extender el ingreso básico a personas en situación de pobreza; otorgar financiamiento a micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYMES); entregar incentivos al desarrollo productivo; promover la revolución digital para la sostenibilidad así como tecnologías limpias; y universalizar los sistemas de protección social.
Elemento complementario indispensable: la cooperación internacional. Con propuestas que van desde la reasignación de los Derechos Especiales de Giro del FMI, hasta la moratoria de la deuda, pasando por el canje de deuda por adaptación climática y la creación de un fondo de resiliencia, reforzando las entidades multilaterales, regionales y nacionales de crédito.
La vacuna: diva o diablo
Las hipótesis de recuperación apuestan a una salida ordenada del pico pandémico en 2021, sin padecer nuevas y brutales olas. Esta hipótesis presupone el eventual efecto aliviador de las vacunas para reducir el impacto de la crisis, encausándola lentamente en un “control” macro que facilite la reactivación.
La vacuna aparece así en el centro del escenario global planetario. Se la interpreta como diva o diablo; opción milagrosa o motivo de desconfianza; panacea máxima o simple mercancía de las grandes multinacionales farmacéuticas.
A horas de haberse comenzado a aplicar en varios países europeos en forma selectiva – priorizando a personal sanitario, personas de riesgo y de más de 75 años- las encuestas anteriores manifestaban niveles de aceptación todavía tibios. En Suiza apenas una de dos personas está hoy de acuerdo con inmunizarse. El periódico ABC de España informaba el 9 de diciembre pasado que un 47% de ibéricos no está convencido con vacunarse, advirtiendo sin embargo que esa tendencia disminuiría al comenzarse con la inmunización. El Journal de Dimanche del 1ero de diciembre retomaba una encuesta Ifop de fines de noviembre que indicaba que el 59% de franceses sería reacio a vacunarse. (www.lejdd.fr/Politique/sondage-covid-19-59-des-francais-nont-pas-lintention-de-se-faire-vacciner-4008724)
Tres temáticas – de un cúmulo de muchos otros aspectos- concentran en este momento el debate público en torno a la vacuna a nivel europeo. Una, es su propia calidad curativa y eventuales efectos secundarios. La otra, la libertad de elección de la ciudadanía para vacunarse o no. Y la tercera, la democratización universal de la distribución para que no sean penalizados los países con menos medios.
En la posición opositora aparecen voces muy variadas, desde los sectores más ultraderechistas y xenofóbicos hasta algunos grupos de la izquierda radical, pasando por simpatizantes verdes y agrupaciones como el Partido Pirata. Junto con asociaciones anti-5G (5ta generación de comunicación), naturistas, etc.
Los fundamentos son muy diversos. Desde los que niegan desde siempre la realidad pandémica argumentando que se trata de una construcción mediática, hasta los que denuncian detrás de las vacunas el gran negociado de un grupo concentrado de monopolios farmacéuticos, pasando por los que pregonan la libertad del ser humano de decidir sobre su cuerpo.
Otra-os sostienen que la rapidez de la puesta en mercado de este medicamento anti-Covid no ha permitido transitar las etapas habituales de experimentación y por lo tanto no pueden medirse los riesgos de los eventuales efectos secundarios todavía desconocidos.
Para comprender la amplitud de este movimiento en Internet, el Centro for Countering Digital Hate (CCDH), con sede en el Reino Unidos realizó una encuesta en las redes sociales, identificando 400 cuentas anti-vacuna en inglés, que aseguran contar con 58 millones de adeptos. Muchas de ellas, difunden informaciones erróneas y parciales.
Una parte mayoritaria del mundo científico, la Organización Mundial de la Salud, personalidades políticas y sociales, así como gobiernos, multiplican sus argumentos a favor, insisten en la necesidad de procesos pedagógicos masivos, -explicativos y no represivos hacia las posiciones discordantes-, reivindican la persuasión, ratifican la calidad del producto y enfatizan que la resolución de la crisis económico-social-humana resultante de la pandemia para el conjunto de la población mundial será inviable sin la inmunización.
Una parte de los medios favorables a la vacunación exigen (ONG, mundo asociativo, izquierda parlamentaria etc.), sin embargo, la democratización de la distribución de las dosis entre todos los seres humanos. Desde Latinoamérica, por ejemplo, el Movimiento de los Trabajadores rurales sin Tierras (MST) del Brasil, reivindica “una vacuna ya y para todos en todas partes del mundo” (reciente mensaje de su dirigente, João Pedro Stedile, a la solidaridad internacional en torno a la Campaña de recolección de bicicletas para Zambia).
Portavoces de la Organización Mundial de la Salud (OMS), anunciaron, apenas hace unos pocos días, que a través del mecanismo COVAX -que reúne más de 170 naciones- “las vacunas comenzarán a ser distribuidas en el primer semestre de 2021 a los países participantes, entre ellos varios de América Latina”.
Anticipa que ya están aseguradas 2.000 millones de dosis y que comenzarán a ser distribuidas en el primer trimestre del año entrante. En paralelo la UNICEF (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia), que será la responsable operativa de su distribución, confirmó estar ya en condiciones de transportar 850 toneladas mensuales del medicamento.
En América Latina, 27 países adquirirán una parte de sus vacunas vía la iniciativa COVAX y 10 las obtendrán como donación. Ellas son Bolivia, Dominica, El Salvador, Granada, Guyana, Haití, Honduras, Nicaragua, Santa Lucía y San Vicente y las Granadinas.
La recuperación económico-social para el 2021 aparece de facto en prácticamente todos los escenarios dibujados por los organismos internacionales especializados. Sin embargo, la misma dependerá del futuro de la pandemia y sus eventuales nuevas olas. Y en ese complejo escenario de pronósticos y proyecciones la vacuna anti-Covid divide aguas, excita pasiones e inflama un debate social todavía irresuelto.
Sergio Ferrari, de la ONU, Ginebra, Suiza
COMCOSUR AL DÍA / AÑO 26 / Nº 2281 / miércoles 30.12.2020
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2) EE.UU. – DEMOCRACIA SIMULADA: LLEGA BIDEN, PERO EL TRUMPISMO SE QUEDA
“Trump transformó el partido del que se apropió: hoy es suyo o de su clan, o de los herederos que invistió”.
Aram Aharonian / ALAI – Amérca Latina en movimiento, 22/12/2020
Joseph Biden asumirá en medio de un escenario inquietante y serio: el 77 por ciento de los republicanos considera que su elección no es legítima y el próximo 20 de enero deberá enfrentar esta desconfianza con un partido que no alcanzó la mayoría en el Senado, perdió una decena de escaños en la Cámara de Representantes y está estancado en las legislaturas estaduales.
No habrá luna de miel para este mandato demócrata, que empieza en peores condiciones que el de Barack Obama, doce años atrás. Obama hacía soñar y contaba con una amplia mayoría en ambas Cámaras. Por otra parte, tenía mucho más vigor y treinta años menos que «Joe el Dormilón» hoy.
Biden, exvicepresidente de Obama, un anciano incapaz de hablar coherentemente, será la cara del gobierno, pero no quien tome las decisiones, de lo que se encargará el lobby de la élite globalista, el gran capital trasnacional, la Red Atlas y su red de think tanks de la derecha, Wall Street, el Deep State y, obviamente, el aparato armamentista-militar. Seguramente no será Kamala Harris la que lleve los pantalones.
Pero es cierto que Biden ganó el mayor voto popular en la historia: 71.4 millones en comparación con los 69.4 millones obtenidos por Barack Obama, pero Trump obtuvo 68.3 millones de votos, casi cuatro millones más que en 2016, a pesar de una pandemia que ha dejado más de 285 mil muertos, con la peor crisis económica desde la Gran Depresión, y tras cuatro años de enfrentamientos, algunos masivos, como con el de Black Lives Matter.
Joe Biden puede parecer distante, distraído, apático, incluso tonto, pero es tan poderoso como el propio globalismo. Junto al anciano, Kamala Harris, la primera vicepresidenta electa de EE. UU., es 22 años menor. En el cuadro general, no hay que olvidar que cuando asuma el binomio, heredarán unos 350 mil estadounidenses muertos por el negacionismo de Trump a la pandemia del coronavirus.
Trump se va, pero el trumpismo permanece. El republicanismo al estilo Trump no está listo para abandonar la escena, de hacer mutis por el foro. El presidente saliente transformó el partido del que se apropió: hoy es suyo o de su clan, o de los herederos que invistió.
Hasta que se logre eliminar la globalización neoliberal, los Trump, los Bolsonaro, los Viktor Orban y demás ultraderechistas xenófobos, racistas, misóginos de este mundo, serán solo la parte visible del iceberg, señala el veterano analista argentino-italiano Roberto Savio.
Los demócratas pensaron que presentar a un candidato mayor y «civilizado» como Biden, traería de vuelta la empatía y el diálogo como factor de unidad. De hecho, lo que parece es que Trump ha perdido las elecciones y no que Biden las haya ganado. Los progresistas lo ven como una personificación del orden establecido y seguirán presionándolo para que se libere del sistema.
Si el Partido Republicano mantiene su poder en el Senado, Biden quizá logre deshacer muchas de las órdenes ejecutivas de Trump, pero, por ejemplo, no podrá cambiar la composición de la Corte Suprema, que durará por lo menos un par de décadas. Tampoco podrá aumentar la cobertura de salud, ni aumentar el salario mínimo y un impuesto a los muy ricos parece una quimera.
Los republicanos volverán a ser los guardianes de la austeridad fiscal, después de haber dejado que Trump aumentara el déficit nacional a un nivel sin precedentes. Y la cada vez más poderosa izquierda del Partido Demócrata tratará de condicionar y empujar a Biden, a quien eligieron solo para deshacerse de Trump, sacrificando a Bernie Sanders.
¿Viene un cambio de época?
¿Los mitos del excepcionalismo y del sueño americano se han evaporado? Trump fuel primer presidente de Estados Unidos que nunca habló en nombre del pueblo, sino que retrató a los que no lo votaron como antiestadounidenses. En su gestión, tuvo muy pocas reuniones del gabinete y gobernó a través de tweets, rara vez consultando a su personal.
Insufló los temores de la población blanca contra los inmigrantes y otras minorías; proclamó la ley y el orden contra cualquier movilización, demonizando a los participantes. Solo se ama a sí mismo, no se preocupa por nadie más y no confía en nadie. Es un ejemplo de misoginia, pagó sus impuestos en China, pero no en su país.
Y también inauguró la era de la posverdad, de las fake news, de las mentiras oficiales, desparramando numerosas afirmaciones falsas por día. Ha usado la administración pública como su equipo personal, cambiando continuamente a los funcionarios públicos y poniendo en sus puestos a personas que comparten sus puntos de vista o lo aplauden.
Con más de doscientos mil muertos por COVID-19, una economía estancada, una explosión del desempleo, un índice de popularidad presidencial que, al contrario del de sus predecesores, nunca superó el 50%, la derrota de Trump parecía asegurada. Incluso voceros demócratas daban por sentado que al desastre que se avecinaba para los republicanos seguiría la encarcelación de la familia Trump, de ser posible, fotografiada en uniforme naranja.
Que Trump haya mejorado su desempeño entre los afroamericanos después de mostrar su indiferencia ante la brutalidad policial y su hostilidad por el movimiento Black Lives Matter; que haya penetrado en el electorado hispano después de haber promovido un muro en la frontera con México y de haber tratado a los migrantes de violadores y asesinos parece estar más allá del entendimiento.
Hoy, incluso, algunos republicanos llegan a imaginar que su partido podría devenir conservador, popular y multiétnico, señala Serge Halimi. Por su parte, los demócratas se preocupan por la pérdida de seguidores que creían adquiridos, por no decir cautivos.
Trump siempre entendió la importancia de la visibilidad, la notoriedad, aun a costa de los escándalos, y la temporalidad (cada día es distinto y que la mayoría de la gente no lleva un registro de lo dicho ayer o la semana pasada). Trump es el hoy y el aquí. Y, en todo caso, él es también más “yo” que “nosotros”, señala Roberto Izurieta,director de Proyectos Latinoamericanos en la Universidad George Washington..
Más que la causa, Trump es la expresión de un problema mayor, a pesar de que sabe muy bien aprovecharse de ello. La pandemia y la crisis económica acrecientan la frustración y el dolor de la gente. Las redes sociales ofrecen una plataforma para viralizar y aprovechar ese dolor a través de las noticias falsas, y Trump, a su vez, saca ventaja de esos fenómenos y los utiliza a su favor. Estos fenómenos están aquí para quedarse, al menos hasta que vengan otros, añade.
¿Acaso los promotores y seguidores de las teorías de la conspiración no encontraron en Trump a su líder y representante?, Trump no creó las teorías de las conspiraciones, las noticias falsas o el populismo; todas esas fuerzas lo encontraron a Trump y ahora expresado en él o mañana en otro, esas fuerzas están aquí para quedarse. Hay que aprender a sobrevivir con ellas y superarlas, como lo logró Biden el 3 de noviembre.
En junio, EE. UU. alcanzó el mayor déficit presupuestario mensual en su historia, estimado en 864,000 millones de dólares, en parte debido a los enormes gastos que implica la industria militar, que obtiene a su vez fabulosas ganancias. El presupuesto de Defensa, que en 2019 alcanzó 716,000 millones, un 3.2% de su Producto Interior Bruto, no supone una mejora en la capacidad de las fuerzas armadas.
La razón es simple y se relaciona con una industria militar, que tiene un enorme poder y es, en gran medida, responsable del déficit presupuestario gigante; se dedica a embolsar miles de millones sin ser eficiente. Un reducido grupo de grandes empresas (Lockheed Martin, General Dynamics, Boeing, Raytheon, BAE Systems, Huntington Ingalls, Textron y L3Harris Technologies) presiona constantemente al Departamento de Defensa para obtener más recursos y, a la vez, financia a los políticos para asegurarse.
El gabinete de Joe Biden, señala Raúl Zibechi, estará rebosante de miembros del complejo industrial-militar. Por ejemplo: Michèle Flournoy, favorita para liderar el Pentágono, funge en la directiva del contratista de defensa Booz Allen Hamilton y fundó el think tank Centro para una Nueva Seguridad Estadounidense que recibe fondos de los gigantes de la industria militar como General Dynamics, Raytheon, Northrop Grumman y Lockheed Martin.
Una democracia simulada
La política de Estados Unidos está construida para tener un régimen de dos partidos de las clases dominantes turnándose en el poder. Los republicanos, generalmente más conservadores en temas fiscales (impuestos) y sociales, y los demócratas, que sostienen ciertos derechos y la intervención del Estado en algunos asuntos.
En lo demás, son casi iguales y, para su patio trasero, como llaman a América Latina, prácticamente son lo mismo. Demócratas y republicanos han sostenido el infame bloqueo a Cuba, atacan a pueblos como Venezuela, se han entrometido en la política de los gobiernos de la región, han organizado golpes de Estado militares con el fin de que sus empresas exploten al máximo nuestras riquezas naturales.
Y, aunque usted no lo crea, hay otros partidos y candidatos, solo que la «democracia» impide conocerlos. Según la BBC, este año se registraron 1,200 candidatos presidenciales que no son tomados en cuenta. La mayoría solo consta en la papeleta de uno o dos estados. En varios otros, los electores deben conocer de su candidatura y escribir el nombre de su preferencia para que el voto sea tomado en cuenta y, finalmente, hay otros Estados en los que no existe ninguna forma de darles el voto.
Obviamente, es muy difícil hacerse conocer dado que una campaña electoral requiere de mil millones de dólares y que estos deben venir solo de fuentes privadas. Es así como los grandes empresarios y financistas apuestan a los dos candidatos, uno demócrata y el republicano, entregando recursos para comprar a priori sus posteriores acciones gubernamentales.
Por décadas se presentó a Estados Unidos como ejemplo de democracia avanzada. Todos los medios propagandísticos y comunicacionales sirvieron para ello y se reforzaba por la idea de elecciones libres y la inexistencia de golpes de Estado liderados por fuerzas militares, lo que en América Latina servía para explicar que «allá no hay golpes porque no hay embajada norteamericana», recordaba el ecuatoriano Egard Isch.
Ese «espíritu democrático» de las élites hizo que EE. UU. apoyara siempre las peores dictaduras, los golpes más sangrientos, las guerras de dominación simuladas como guerras civiles, siempre que fueran útiles a sus intereses nacionales y los de sus empresas expoliadores.
Aquella promesa de igualdad, libertad y fraternidad quedó anegada en los cimientos de la estatua de la Libertad, ya que colocaron la libertad individual (a expresarse, a votar) como el único rasgo, desechando oficialmente la igualdad y la fraternidad. No se puede olvidar que se trata de un régimen teocrático en el que en actos públicos se jura ante la Biblia, en el que en siete estados se prohíbe a los ateos ser profesores o funcionarios públicos, y sufren discriminación en el ejército, si es que logran ingresar.
Todavía hoy, el servicio de inmigración establece en su guía de políticas que un miembro a un partido comunista no puede ser admitido en el país. Pero el mismo criterio se aplica a los ciudadanos en una serie de empleos si se los identifica como comunistas (o terroristas, calificación que puede alcanzar a cualquier que no sea blanco).
Con Trump se agudizaron las brutales diferencias entre el 1% de millonarios en el poder y el 99% de «clase media» y pobres. Como muchos de los millonarios, Trump ni siquiera paga impuestos, pagan por no ser reclutados, con dinero burlan los mecanismos de ingreso a las universidades o tienen un sistema de salud negado para las mayorías. De igualdad, mejor no hablar.
Siete años atrás, el expresidente Jimmy Carter y su fundación para la «democracia y los derechos humanos», expresaron abiertamente que: «En la actualidad Estados Unidos no tiene una democracia que funcione», y señaló como factores muy graves la excesiva influencia del dinero en las campañas electorales, donde los ricos compran los compromisos de los candidatos, las normas electorales confusas y la invasión a la privacidad de los organismos de seguridad.
Este año el Centro Carter decidió monitorear las elecciones en su país ante la profunda polarización, la falta de confianza en las elecciones, los obstáculos a la participación de grupos minoritarios y otras injusticias raciales, además de la pandemia de la COVID-19. En su informe indicó que: «Aunque hace tiempo que EE. UU. no ha estado a la altura de los estándares electorales internacionales en asuntos clave, hasta hace unos 10 años no habríamos concluido que la calidad de su democracia y las elecciones iba en retroceso».
Tradicionalmente, el voto no era para todos. El poder siempre quiso impedir la igualdad de voto y la participación ciudadana. Cuando se le dio el derecho al sufragio a los afroestadounidenses, se implementó un impuesto que impedía la participación de los pobres, controles de ser alfabetizados.
Desde 1965, aún con las reformas logradas por el movimiento de los derechos civiles, no terminaron las trabas: hay que inscribirse para constar en el padrón para unas elecciones que se realizan los martes, impidiendo a que los trabajadores puedan ir a sufragar.
En el 2000, cuando George Bush II ganó, pese a tener menos votos que Al Gore, el cineasta Michael Moore editó un libro, Estúpidos hombres blancos, que trata sobre la injusticia social en su país, donde resalta también mecanismos de fraude que son una constante. Decía en su libro: «He cursado una solicitud personal al secretario general de la ONU (en ese entonces), Kofi Annan, para que atienda nuestra petición. Ya no somos capaces de gobernarnos ni de celebrar elecciones libres y limpias. ¡Necesitamos observadores, tropas y resoluciones de la ONU!»
En muchos estados hay una ley que impide que exconvictos (incluso por robar un pan) jamás puedan votar. De esa manera, dice Moore, los Bush pagaron cuatro millones de dólares para impedir la presencia del 31% de negros y miles de latinos pobres de La Florida, como resultado del sistema racista de las Cortes y policía. Claro, no todos los pobres van a la cárcel ni son asesinados por las policías.
Pero, en las elecciones en las que supuestamente ganó Trump, Hillary Clinton obtuvo tres millones de votos más, y aun así perdió. El mecanismo electoral hace que, con excepción de dos estados, quien gana en un Estado, aunque sea por un voto, lleva todos los votos electorales, es decir los representantes que realmente nombran al presidente.
«Uno puede hablar español y ser conservador, del mismo modo en que se puede ser afroamericano y no querer recibir más inmigrantes mexicanos, o venir de un país asiático y preocuparse por los programas que buscan favorecer el acceso de las minorías a la universidad», señala Serge Halimi.
Mientras que los demócratas traman adiciones progresistas artificiales, los republicanos se aprovechan de divisiones muy reales. El riesgo, para ambos, es no ver el otro lado de la realidad: si los jóvenes hispanos votan más a los demócratas que sus padres, no necesariamente es porque sean más conscientes de su «identidad», sino porque hay más universitarios que en la generación que los precedió. Las certezas también se tambalean en el terreno de la diversidad, añade…
Ojalá que la crisis de confianza de Estados Unidos en su sistema político conlleve la ventaja de disuadirlos de imponerlo por la fuerza en todo el mundo.
La política exterior
El nuevo secretario de Estado, Antony Blinken, es políticamente cercano al multimillonario George Soros, de clara ideología anticomunista y de apoyo a las intervenciones para desestabilizar otros países. Como asesor adjunto de Seguridad Nacional (2013-2015), cuando Joe Biden era vicepresidente, Blinken desarrolló planes de agitación política y de inestabilidad en todo el Medio Oriente, con resultados mixtos en Egipto, Irak, Siria y Libia.
La diferencia fundamental con el secretario de Estado de Trump, Mike Pompeo, es que Blinken se orienta al multilateralismo a diferencia del unilateralismo, por lo que seguramente pondrá el énfasis de su gestión en ese aspecto.
Sin embargo, la especialidad de Blinken es lo que se denomina «diplomacia coercitiva» con respaldo en la fuerza tanto militar, como económica. Las medidas coercitivas son parte de los instrumentos más utilizados en el pasado por Blinken en sus recomendaciones a Obama para su política hacia Rusia y contra Venezuela, con el fin de labrar el terreno para recrudecer y presionar las acciones de su gobierno.
Con la administración Biden, los expertos señalan que cambiará la dinámica en la Organización de Estados Americanos (OEA) y Claver-Carone saldrá del Banco Interamericano de Desarrollo, donde fue impuesto por Trump hace poco tiempo. Significará, asimismo, el respeto a la soberanía nacional y no interferencia en los asuntos internos.
América Latina seguramente seguirá siendo considerada como el patio trasero. La ecuación regional será usar el handicap favorable en el terreno militar para negociar el control de los recursos estratégicos de la región: la biodiversidad amazónica, el litio de Bolivia, los mejores yacimientos de hidrocarburos de Venezuela, el agronegocio de Brasil y Argentina, la bioceanidad de Centroamérica…
Con este New Deal están de acuerdo las Fuerzas Armadas estadounidenses, hartas de los retos que tienen que enfrentar en Asia, pero no los poderosos lobbies de Washington ni el mundo financiero, que ha lucrado con los negociados —venta de armas, apropiación de riquezas naturales, lavado de dinero— detrás de la injerencia estadounidense en demasiados escenarios.
* Aram Aharonian: Periodista y comunicólogo uruguayo. Magíster en Integración. Fundador de Telesur. Preside la Fundación para la Integración Latinoamericana (FILA) y dirige el Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)
estrategia.la/2020/12/19/democracia-simulada-llega-biden-pero-el-trumpismo-se-queda/
Aram Aharonian /ALAI – América Latina en movimiento
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3) URUGUAY: ADVIERTEN QUE MÁS DE 60% DE LOS FUNCIONARIOS DE LA UNIDAD REGULADORA DE SERVICIOS DE COMUNICACIONES (URSEC) PUEDE JUBILARSE EN ESTE PERÍODO
La Diaria /22 de diciembre de 2020
Oposición alertó por debilitamiento del organismo, ya que ley de medios establece que regirá el “silencio positivo” para algunos trámites.
La nueva ley de medios —que modifica la normativa aprobada en 2014— enviada por el gobierno al Parlamento en abril está siendo analizada por la Comisión de Industria de la Cámara de Diputados, que se tomará al menos hasta marzo para votar el texto. Días atrás, los legisladores recibieron al director de la Unidad Reguladora de Servicios de Comunicaciones (URSEC) en representación de la oposición, Pablo Siris, quien advirtió que casi 60% de los funcionarios tendrá causal jubilatoria al final del período, y el Frente Amplio (FA) alertó que de no expedirse el regulador, el proyecto establece que las transferencias de frecuencias quedan habilitadas tras 60 días por un “trámite exprés”.
Siris fue recibido individualmente por la comisión debido a que no pudo asistir por motivos de salud junto al resto del directorio, que compareció a principios de mes. Previamente había concurrido una delegación de Canal 12, y en la última sesión se informó que prefirieron no presentarse —fueron invitados por la comisión— la empresa de televisión por cable Multiseñal y la firma Equital SA, que nuclea a los cables Montecable, TCC y Nuevo Siglo —propiedad de los canales 4, 10 y 12—.
Algunos de los artículos del proyecto de ley que generan debate son el que habilita a las empresas de telefonía celular a brindar servicios de internet, así como la obligación para Antel de arrendar su infraestructura a estos privados, y también la regulación para la venta de contenidos por parte de los canales de televisión abierta a los cables del interior.
URSEC: más potestades con menos funcionarios
Siris comenzó su exposición analizando que actualmente ocurren dos procesos en materia de telecomunicaciones: “se está produciendo una convergencia de plataformas tecnológicas” junto con “una fusión de actores económicos que hace que detrás de negocios que en otro tiempo pudieron considerarse marginales, hoy haya grandes grupos multinacionales que buscan insertarse en los mercados emergentes ante la necesidad de diversificar sus negocios”. Ante esto, sostuvo que “se hace imperioso que la normativa y las regulaciones estén en concordancia con las necesidades de nuestro pueblo y con los desafíos que se nos plantean en materia de derechos”.
Esto último lo asoció con que hoy en día “cada dispositivo conectado a internet está introducido en nuestros trabajos, en nuestros hogares, en nuestras familias, participando de nuestras vidas cotidianas, disponiendo de información que hace a nuestra intimidad”. Ese conjunto de información individual tiene “un valor económico, por lo que si no se legisla para regular adecuadamente podemos terminar dejando todo en manos de empresas que priorizan el lucro por sobre cualquier cosa”, advirtió.
En ese marco, subrayó que la URSEC debe ser “un organismo regulador cada vez más especializado, dotado de suficientes recursos para llevar a cabo sus tareas fundamentales”. Pero Siris sostuvo que ese objetivo puede “verse afectado con la reducción presupuestal prevista para 2021 [por parte del gobierno], fundamentalmente, en el área de contralor”. La dependencia centrada en las comunicaciones, al igual que la Unidad Reguladora de Servicios de Energía y Agua (URSEA), fueron potenciadas en sus potestades por la ley de urgente consideración (LUC) que promovió el gobierno, pasando de estar en la órbita de Presidencia a ser servicios descentralizados.
Siris sostuvo que para cumplir los nuevos cometidos “se requiere contar con personal suficiente en permanente formación y capacitación, para lo que es imprescindible incorporar” nuevos funcionarios. ¿Por qué? Es que del total de 73 trabajadores que tiene el organismo en funciones, hay 43 que tendrán causal jubilatoria por cumplir los 60 años —edad mínima de retiro, con 30 años de servicio— en este período, es decir, 61,4%.
Lo dicho por el director opositor fue retomado por el diputado frenteamplista Daniel Caggiani: “Con las nuevas demandas que va a tener este organismo, se configura un escenario bastante complejo desde el punto de vista de la atención de estas nuevas realidades, más si le sumamos algunas competencias que se le podrían agregar en el caso de que este proyecto de ley se apruebe”. El legislador señaló que este análisis se mantiene por más que la presidenta de la URSEC, Mercedes Aramendía, haya dicho al asistir al Parlamento que ingresarían seis nuevos cargos a la brevedad, según lo negoció con el Poder Ejecutivo.
Al referirse nuevamente al tema, Siris indicó que a fines de 2021 serán 36 los funcionarios con causal jubilatoria, lo que definió como “una situación compleja, porque los conocimientos específicos que tiene un trabajador de la URSEC, particularmente de las áreas más vinculadas a los servicios técnicos, son de una complejidad muy importante”.
Caggiani complementó que la oposición queda “muy preocupada” por lo planteado, porque al posible retiro masivo de funcionarios y las restricciones para nuevos ingresos, en la nueva ley de medios “se suma la posibilidad de que si en 60 días la Ursec no da cuenta de una respuesta a la persona que solicita la transferencia [de una frecuencia de radio o televisión], se puede generar, de hecho, un trámite exprés sin que nadie medie en esa transferencia”. Este método de dar por válido un trámite o habilitación si no existe un pronunciamiento del Estado se conoce como “silencio positivo”.
Así está establecido en el artículo 18 del proyecto, que señala que la URSEC emitirá un informe “vinculante” aclarando si el negocio en cuestión respeta “el régimen de limitaciones a la titularidad de licencias” de radio o televisión, correspondiendo igualmente la decisión final para habilitar la cesión de la frecuencia al Poder Ejecutivo.
Consultado sobre este aspecto, Siris comentó que la Gerencia de Asuntos Jurídicos y Económicos de la URSEC, que se encarga de avalar la transferencia de frecuencias, cuenta con cuatro funcionarios (incluyendo a la gerenta) y tramita unos 1.300 expedientes por año. “Las transferencias, cuando están involucradas, además, las explicitaciones de la propiedad de las empresas que se adquieren o de los adquirentes, es un tema que puede llegar a ser complejo, y aunque no me corresponde a mí calificar el plazo [de 60 días que se plantea en el proyecto], es importante que sepan que no es simplemente dar vista y pase”, expresó el director del organismo.
La Diaria
COMCOSUR AL DÍA / AÑO 26 / Nº 2281 / miércoles 30.12.2020
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4) CUANDO UN AMIGO SE VA
Carlos Iaquinandi Castro /SERPAL Servicio Prensa Alternativa
“Un amigo es uno mismo con otro cuero”. Cita de Atahualpa Yupanqui
Hace ya unas semanas falleció en Toledo Mario “Cacho” Paoletti, periodista, escritor y amigo. Para los de mi generación, un amigo no es un vínculo puntual; un amigo es una relación estable, sólida, que se forja en años. Es compartir, tener grandes coincidencias. También opiniones distintas, pero siempre respetando las diferencias. Llegó a España como expatriado, luego de cuatro años en varias prisiones de la dictadura argentina. Le conocí a través de su hermano “Tito”, con quien compartí actividades sindicales en Argentina y más tarde con las de los exiliados argentinos que llegamos a Madrid cuando la dictadura cívico militar de los 70. Varios años más tarde, Mario describiría a su hermano como “la persona más importante que atravesó mi vida”. “Lo tenía todo, talento, capacidad de trabajo y coraje”.
Haciendo historia
Ambos hermanos, años antes, habían fundado en la norteña provincia argentina de La Rioja, el diario “El Independiente”, con una línea editorial comprometida con la verdad y la justicia. Tiempo después, los hermanos – propietarios del diario- consecuentes con sus ideales socialistas, decidieron convertirlo en una cooperativa integrada por sus trabajadores. Para ello cedieron linotipos, impresoras y hasta las máquinas de escribir. Un hecho inédito en los medios periodísticos del país. Su intransigencia ante las presiones del poder de la oligarquía riojana, convirtió al diario en el epicentro de los movimientos sociales. En semanas aumentó su tiraje. A través de sus páginas, el obispo riojano Monseñor Enrique Angelelli, denunció las desigualdades sociales, el mal funcionamiento del sistema de salud y la concentración de la propiedad de la tierra, trabando una estrecha amistad con los Paoletti. Entre amenazas y hostigamientos diversos, el diario y sus trabajadores continuaron su compromiso con la verdad. El país atravesaba un fuerte avance del movimiento obrero con huelgas y grandes movilizaciones. Y también represiones violentas con secuestros y asesinatos de activistas por parte de las llamadas “Triple A”, que en realidad eran fuerzas militares y de seguridad y grupos de ultraderecha. En paralelo se intensificaban las acciones de resistencia popular de varios grupos armados. Esto fue el prólogo para que la oligarquía, el gran empresariado, productores y exportadores agropecuarios golpearan una vez más las puertas de los cuarteles.
El golpe cívico militar
El 24 de marzo de 1976, esa conjura de civiles y militares, toma el poder por la fuerza, y desata una represión sistemática donde caen presos o asesinados sindicalistas, trabajadores, periodistas, sacerdotes, estudiantes, profesionales. Y como es de suponer, el diario “El Independiente” fue intervenido por los militares. Mario Paoletti fue encarcelado. Su hermano “Tito” logró pasar a la clandestinidad. En agosto de ese año, Monseñor Angelelli fue asesinado en un operativo del Ejército. Días antes habían matado a dos de sus sacerdotes. La dictadura secuestró y asesinó a miles de personas, y provocó el exilio de otras tantas. Las movilizaciones por la libertad de Mario, incluyendo la de Amnistía Internacional y de escritores amigos consiguieron que la dictadura decidiera en 1980 expatriarlo a España.
Toledo, su patria chica en España lo reconoció como “Hijo adoptivo”
Ya en su exilio, Mario recibió el ofrecimiento de una cátedra en el Centro de Estudios Internacionales Ortega y Gasset en Toledo. Allí se radicó y comenzó una larga etapa de creación literaria. Tiempo después le ofrecieron la dirección de este instituto universitario por el que han pasado miles de estudiantes de América Latina y Estados Unidos en estos últimos treinta años. También allí conoció a Pilar Bravo, poeta y escritora toledana que fue su compañera y con quien vivía en una casa junto al rio Tajo, que consideraba un refugio de felicidad y tranquilidad.
Allí escribió y publicó una treintena de libros de ensayo, relatos y poemas. Entre ellos, “A Fuego Lento”, donde describió los pormenores de la vida carcelaria en las diferentes prisiones de la dictadura. Luego vino “El Aguafiestas”, una biografía autorizada de quien fue su amigo, el poeta uruguayo Mario Benedetti. “Antes del diluvio” exhibe el proceso y las contradicciones de la época pre-dictatorial. “Poemas con Arlt. Su “Quijote Express” intentó acercar a los lectores habituales lo que él considera la madre de todos los relatos. Un trabajo escrupuloso tratando de llevar el texto al lenguaje de nuestra época. El poemario “2×1 – penúltimos versos”. Sobre el escritor Roberto Arlt publicó dos trabajos: El primero, editado en Madrid en 1983, “Poemas con Arlt”, y en el 2000 “Altanos”. Uno de sus últimos libros, fue “El año del Cangrejo”, (2017) en el que describe “a dos voces” con su compañera Pilar las vicisitudes del cáncer que padeció en el 2015: largas internaciones, cinco operaciones, un mes en coma, y del que pudo recuperarse para vivir los que él consideró los años más felices y que en sus correos los mencionaba como “una propina” que le daba la vida. Incursionó en la dramaturgia, con “La Higuera”, una obra teatral sobre las últimas horas de la vida del “Che” Guevara antes de ser ejecutado en Bolivia y que fue estrenada en Toledo. Recibió varios premios por su obra, entre ellos el Nacional Francisco Ayala por su novela “Vasco busca Vasco”.
La ciudad de Toledo reconoció a Mario Paoletti como hijo adoptivo en el 2019 en un homenaje público realizado en el Ayuntamiento.
En su réplica, Mario dijo “Toledo es, sin duda, mi lugar en el mundo”
Íntegro y coherente
Mario fue uno de esos amigos a los que se puede llamar hermano, porque siempre están para lo que sea en las buenas y en las malas. Generoso, honesto, inteligente, sensato, renegaba de las desigualdades y le indignaban las injusticias. Era fácil coincidir con su visión del mundo. Por eso, en las diferencias, siempre terminábamos acordando en lo fundamental. Por ejemplo, en que “el fin no justifica los medios”. Y lo explicaba: “eso es un callejón sin salida, una trampa mortal. El fin nunca justifica los medios”. “Cuando un hombre dice que algunos fines justifican algunos medios, está dando el primer paso hacia la convalidación de la tortura”. Fue coherente en tiempos muy difíciles. Que por ejemplo, lo llevaron a decir que “mientras tanto incendiario de aquellos tiempos ha devenido ahora en no menos entusiasta bombero, yo sigo pensando que la existencia de ricos y pobres sigue siendo un escándalo moral al que hay que poner remedio.” Mario pensaba que “el pecado original de las ideologías, era su costado religioso que las hace refractarias de la crítica”. Y además añadía que “muchos de nosotros dimos por válidas como verdades eternas lo que no eran más que hipótesis de trabajo de unos hombres –admirables en muchos sentidos- pero sustancialmente idénticos a nosotros. Nos tocaron tiempos de acción y la acción abomina de la duda.”
Que no sea un adiós, sino un “hasta luego”
Mario Paoletti se nos fue hace ya varios días, pero me cuesta hablar en pasado. Se lleva la mayor recompensa para un ser humano: ser reconocido y querido en su país de origen y en su tierra de adopción. Nos deja sus frases y actitudes que seguirán vigentes, como también sus relatos y sus poemas. Su mejor legado.
Me resultó difícil redactar esta nota. Y también me cuesta cerrarla. Por eso citaré las palabras que dijo para despedirlo el periodista toledano Antonio Illán: “En el día de los elogios, prefiero quedarme con el de que Mario Paoletti era buena gente. Desde allá donde ahora habite seguirá mirando escrutadoramente, pero faltará la palabra precisa y la amabilidad de su humanidad inmensa.” Así será.
Carlos Iaquinandi Castro /SERPAL Servicio Prensa Alternativa
COMCOSUR AL DÍA / AÑO 26 / Nº 2281 / miércoles 30.12.2020
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5) LA CONSTRUCCIÓN DEL ENEMIGO MAPUCHE
Por Claudia Rafael y Silvana Melo /Agencia pelota de trapo /28.05.2020
(APe).- Fue la naturaleza la que dijo aquí. Y la machi señaló el lugar que las raíces, las hojas y la savia le indicaron. Entonces la comunidad Lafken Winkul Mapu inició la toma de un territorio no ocupado.
Entre el bosque de cohiues y el lago Mascardi, en la bella y desigual Bariloche. Ni el Estado ni los operadores inmobiliarios ni sus secuaces mediáticos comprendieron la importancia de la recuperación de una machi después del exterminio planificado de siglos.
La decisión es el desalojo con represiones brutales y las campañas de fabricación de enemigos públicos internos y temibles con el nombre de la comunidad. Ataques, violencia, incendios, provocados por encapuchados a quienes se los etiqueta arbitrariamente y sin pruebas como parte de Lafken Winkul Mapu. En noviembre de 2017 Rafael Nahuel fue fusilado por la espalda en medio de la represión que protagonizó el grupo Albatros. Rafa intentaba huir por la sierra. No tenía con qué defenderse. La pata mediática de la represión llegó a decir que lo mató su propia familia.
Acorralada en esa tierra codiciada por emprendedores inmobiliarios que, en complicidad con el poder político, están dispuestos a recuperar con cualquier herramienta, la comunidad Lafken Winkul Mapu abraza a su machi. Porque siente que acecha el mundo que se yergue alrededor, con armas, medios de comunicación adjuntos y justicia injusta.
Desde mediados de mayo comenzaron a verse vehículos sacando fotos de la comunidad, patrulleros que se instalaban en las cercanías y efectivos que se adentraban en los bosques, disparaban y se iban. En una clara sociedad, empezaron a aparecer en los medios las noticias acusadoras hacia la comunidad. Los hechos eran generados y atribuidos, en una clara construcción del enemigo.
Marcela Cano, integrante de la Multisectorial contra la represión policial en Bariloche y colaboradora de la Gremial de Abogados (que está siguiendo la causa a través de los abogados Laura Taffetani y Eduardo Soares) relata a APe hora tras hora los dos días terribles de la semana pasada. Cuando la policía fue mano de obra de la construcción del enemigo público mapuche ante los escasos ojos azorados que la vieron.
-Miércoles 20 por la mañana. Un hombre en un auto particular toma fotografías y con señas y gritos provoca a los integrantes de la comunidad para que salgan. El mismo día a la tarde, cuatro efectivos, dos con escudos, dos con escopetas, se instalan alrededor, disparan y se van.
-Jueves 21 por la mañana. Llega el canal porteño TN. Toma imágenes desde la entrada y con drones. A las 12 pasa una camioneta con la caja llena de policías. Iba desde Bariloche con destino a Villa Mascardi. A las 14 la camioneta regresa vacía. A las 16,30 policías disparan con armas 9 mm y gritan los nombres de los hombres acompañados de insultos. Una familia de policías se instala en una cabaña dentro del predio, como si fueran turistas, muy cerca de la ruta. En una vivienda que figura en catastro como perteneciente al antiguo Gas del Estado (hoy Camuzzi). A las 18 dos camionetas y cuatro patrulleros, algunos de Bariloche, otros de Mascardi, cortan la ruta 40. Disparan hacia la comunidad. A las 19 pasan María Nahuel, tía de Rafael y su compañero. Ven un auto rojo y policías caminando con un bidón de nafta. Siguen hacia Mascardi y cuando vuelven ven la cabaña en llamas. Desde la comunidad ven el fuego y en la desesperación de que el incendio sea en el bosque, llaman a los bomberos.
-Miércoles 27 de mayo. Se hicieron las pericias ordenadas por la justicia federal de Bariloche. En una causa donde se investiga a la policía provincial de Río Negro. De esa pericia fueron parte como veedoras Marcela Cano y Carolina Alac, integrantes de las mismas organizaciones.
En esa pericia se aceptó el pedido de Lafken Winkul Mapu de que los policías de seguridad aeroportuaria que participaron no llevaran armas ni amenazaran con entrar al territorio en el que vive la comunidad.
Mientras la fiscal de la justicia provincial recorría la cabaña incendiada, sobre la ruta, el representante de Codeci (Consejo de Desarrollo de Comunidades Indigenas) participaba de una reunión junto a Luis Pilquimán, vicepresidente del INAI (Instituto de Asuntos Indígenas) y escucharon los balazos hacia las casas de la comunidad. “Fueron muy claritos”, aseguraron.
Para la machi, Betiana Colhuan, se pudo “frenar a los policías antes de entrar a la comunidad; pudimos resistir. La idea es siempre la misma: un posible allanamiento a la comunidad, con la intención de, ilegalmente, destruir todo lo que hay acá. La comunidad va a resistir hasta las últimas consecuencias. Mujeres, niñas y ancianos están resguardados en el bosque” (La Tinta).
La machi, la autoridad sanadora mapuche, inescindible del territorio. Donde están las plantas, las cortezas y el agua. En 2017 la búsqueda de ese territorio para la sanación del cuerpo y el alma terminó con niños presos en una comisaría. Con mujeres precintadas y una nena mapuche de diez años con las manos atadas atrás. Hoy es presa de una campaña de demonización mediática que los culpa de toda infamia que ocurra en la extensa y árida Patagonia. El infierno y el diablo son mapuche.
La comunidad está asentada en un territorio que cualquiera confunde con un paisaje paradisíaco. Hace demasiado frío allí. El sol sube recién al mediodía. En ese universo, la Lafken Winkul Mapu construye con sus propios tiempos su proyecto de vida. Un toro, una vaca, algunas gallinas, conejos, una huerta. Intentando vivir como mapuche su vida cotidiana.
Ya no tienen herramientas, motosierras y elementos de trabajo diario que les confiscaron, junto a los juguetes de sus niñas y niños, en los allanamientos de tres años atrás.
Será por eso que, relata Gustavo Figueroa, cada vez que la policía anda cerca y dispara, los niños de la comunidad toman los cartuchos de las balas y construyen pifilkas. Un instrumento ceremonial de viento.
Los niños pueden hacer música de aquello que sólo implica violencia.
Pueden hacer vida de aquello que es muerte.
Claudia Rafael y Silvana Melo /Agencia de noticias pelota de trapo
COMCOSUR AL DÍA / AÑO 26 / Nº 2281 / miércoles 30.12.2020
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“La izquierda no puede pensar sólo en ganar elecciones. Necesita tener como meta fundamental organizar al pueblo, y recuperar la hegemonía de las ideas de la clase obrera en la sociedad. Recuperar los valores humanistas y socialistas, y practicarlos, como la solidaridad, la defensa de la justicia social y la igualdad entre todos los seres humanos.”
Joao Pedro Stedile – MST (Brasil)
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